Juan Carlos Cal y Mayor
El 31 de marzo de 1528, el conquistador español Diego de Mazariegos fundó en el valle de Jovel, la Villa Real de Chiapas, hoy San Cristóbal de las Casas. Dentro de 6 años, en el 2028 habrá de cumplir 500 años, cinco siglos, desde su fundación, como una de las primeras ciudades del continente americano.
Una ciudad pluriétnica y pluricultural desde su origen. Su planificación integró lo mismo a españoles, que a indígenas náhuatls y nativos de origen maya y mesoamericano. Se ha convertido en un ícono para el turismo nacional y extranjero gracias a la inversión privada de los prestadores de servicio y a algunos esfuerzos del gobierno en materia de imagen urbana.
VALOR HISTORICO Y CULTURAL
Lo que es ahora la facultad de derecho se fundó en 1678 con la creación del “El Seminario Conciliar Tridentino de Nuestra Señora de la Purísima Concepción”; y dos años después, “El Colegio de los Padres Jesuitas. El día 15 de agosto de 1915 la profesora María Adelina Flores y el Ingeniero Carlos Z. Flores, fundaron ” La Enseñanza”, institución educativa de la que egresaron varias generaciones de chiapanecos hasta mediados del siglo pasado. La Enseñanza fue uno de los centros educativos más importantes de Chiapas y uno de los bastiones más importantes de la educación en el Sureste de la República Mexicana.
DETERIORO AMBIENTAL
Con toda esa importancia histórica y cultural, con más de un millón de turistas al año según cifras oficiales, la ciudad carece de algunos servicios públicos muy básicos. El deterioro ambiental es enorme. No solo por el crecimiento desordenado y los asentamientos irregulares, sino también por el deterioro de las montañas de donde se han extraído miles de toneladas de material. No es difícil imaginar la impresión que se llevaron los españoles cuando llegaron al hermoso valle de Jovel -invitados por los zinacantecos- en ese maravilloso valle con bellos y prístinos ríos rodeados de exuberantes bosques hoy devastados por la presencia del hombre.
SIN MANEJO DE RESIDUOS
Apenas en 2018 se anunció por enésima vez la construcción de un relleno sanitario y hasta la fecha lo que se tiene literalmente es un tiradero de basura a cielo abierto altamente contaminante y sin las especificaciones normativas en materia ambiental. Obvio es que no existe un adecuado manejo de los residuos. La ciudad produce alrededor de 280 mil kilos diarios de basura. La mitad de todos los residuos son orgánicos y 20% son plásticos. No hay contenedores. Ni soñar con la separación y el reciclaje como ya se está haciendo en Tuxtla y muchas ciudades del país. Para los turistas todo esto pasa inadvertido como en aquellas casas donde se mete la basura debajo del tapete.
CONTAMINACION DE LOS RIOS
El estado de los ríos que atraviesan la ciudad así como sus afluentes, es lamentable. Los han convertido en basureros. Hay incontables viviendas que arrojan todas sus aguas negras y el aspecto que presentan es de drenajes a cielo abierto a pesar de la hermosa vegetación y arbolado que hay en su entorno. Me cuentan que muchas de las verduras y legumbres que se comercializan no solo en San Cristóbal sino también en la capital, son regadas con estas aguas contaminadas por bacterias coliformes. No es por eso casual que los pobladores vivan con permanentes problemas gastrointestinales que se agudizan en la temporada de calor.
SIN AGUA
La falta de agua potable es otro grave problema. La que el municipio utiliza proviene de los llamados “volcanes de agua” conformados por las montañas del Huitepec y Tzontehuitz, donde las lluvias depositan cantidades de agua que fluye de las montañas al valle de San Cristóbal y es donde se forman los cinco afluentes principales: el Río Fogótico, el el Río Chamula, el Río Amarillo, el Río San Felipe y el Arrollo Navajuelos, todos ellos contaminados, los cuales atraviesan la ciudad. Existen además diversos cuerpos de agua conocidos como humedales que sobreviven en permanente riesgo. Que se sepa, ha habido reclamos de la sociedad civil aunque infructuosos porque ninguna autoridad se ha propuesto resolver a fondo este grave y penoso panorama.
COCA COLA EN VEZ DE AGUA
La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), ha otorgado permisos hasta por 20 años para que Coca-Cola extraiga cantidades exorbitantes de agua. La planta tiene permisos para extraer 419,774 metros cúbicos de agua al año (más de 1 millón de litros al día). Es la segunda más grande en todo el país debido a que la gente prefiere tomar Coca Cola ante la falta de agua sana para la ingesta diaria y la adicción al endulzante refresco además incorporado al culto religioso y el control caciquil. Esto coloca -aunque usted no lo crea- a los pobladores de los altos de Chiapas en el primer lugar de consumo promedio mundial.
LA INDIFERENCIA
Todos los visitantes de San Cristóbal la consideran una de las ciudades más hermosas del país. No solo por su arquitectura colonial sino por el ingrediente de sus cultura vivas. Lo que es lamentable es la indiferencia de las autoridades municipales, estatales y federales. Gobiernos van y gobiernos vienen pero ninguno se ha planteado en serio resolver a fondo y terminantemente estos problemas. De los representantes populares, mejor ni hablar. Es una veguenza.
INSEGURIDAD
Para las autoridades municipales, lo urgente siempre desplaza lo importante. Ahora se ha acentuado el problema de la inseguridad con los llamados “motonetos” que actúan a sus anchas sin que ninguna instancia de gobierno les ponga un alto, los sancione y los desarticule. Son la parte visible de la delincuencia organizada. No se les toca y por eso han ido creciendo.
MARIANO
Cuando Mariano Díaz, a quien conozco desde hace muchos años, aún litigaba su triunfo en las urnas, me acerqué a él convencido de que su experiencia (es su tercera vez como alcalde) abonaría a resolver muchos de estos problemas. Le comenté la importancia del saneamiento de los ríos. Es la misma causa que he defendido en Tuxtla Gutiérrez y donde gracias a la firme determinación de nuestro alcalde, Carlos Morales, se ha comenzado el rescate sanitario del El Sabinal y sin tantos aspavientos.
Pensé que Mariano se tomaría en serio este asunto. Hay que elaborar un diagnostico, plantear soluciones e iniciar las gestiones necesarias y tocar las puertas para conseguir los recursos necesarios para este fin. Por algo hay que comenzar. Volveré de nuevo a insistirle al presidente municipal y espero escuchar al menos su disposición si es que quiere oírnos. También la sociedad civil puede empujar para resolver estos problemas. No podemos heredar este problema a las nuevas generaciones. Próxima a celebrar los 500 años de su fundación creo que San Cristóbal merece ser una ciudad verdaderamente sustentable que deje ya de destruir el medio ambiente y sus ecosistemas. Al menos que haya mejores cosas que celebrar…