
* Desde septiembre, Sinaloa ha registrado más de 600 asesinatos ligados a disputas internas del Cártel de Sinaloa tras la captura de “El Mayo” Zambada.
Tras las recientes marchas ciudadanas en Culiacán que exigieron su renuncia, el gobernador Rubén Rocha Moya descartó dejar el cargo y atribuyó la creciente inseguridad en el estado a los grupos delictivos. Durante su conferencia semanal, el mandatario aseguró que su administración mantiene una lucha constante contra la delincuencia y rechazó cualquier responsabilidad directa en los hechos violentos que han conmocionado a la entidad.
El asesinato de Gael y Alexander Sarmiento, de 9 y 12 años, junto con su padre, Antonio, el pasado 19 de enero, provocó una ola de indignación social. Las manifestaciones, que exigieron justicia y un alto a la violencia, también incluyeron consignas de “¡Fuera Rocha!”. Sin embargo, el gobernador minimizó la magnitud de las protestas al señalar que no representan a toda la población de Sinaloa, que supera los tres millones de habitantes.
“El pueblo pone y el pueblo quita, pero esto debe realizarse a través de los mecanismos legales, no con gritos aislados”, declaró Rocha Moya. Asimismo, subrayó que las demandas ciudadanas no cambiarán su postura. “No tengo pensado renunciar porque no hay razones para ello. Los verdaderos responsables de la inseguridad son los delincuentes, y el gobierno está para combatirlos, no para tolerarlos”, afirmó.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó su respaldo a las familias afectadas por la violencia y aclaró que la presidencia no tiene facultades para destituir a los gobernadores. En su conferencia matutina, Sheinbaum reiteró que el gobierno federal está trabajando de manera coordinada con las autoridades locales para garantizar la paz en Sinaloa. “Sabemos lo que enfrentan las familias sinaloenses, pero la lucha contra la impunidad es una ocupación permanente”, señaló.
Desde septiembre de 2024, Sinaloa ha sido escenario de más de 600 asesinatos, atribuidos a una pugna interna en el Cártel de Sinaloa tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada. A pesar de los señalamientos que vinculan a Rocha Moya con el narcotráfico, el gobernador negó cualquier relación y defendió las acciones de su gobierno en materia de seguridad.
Rocha Moya concluyó su intervención al insistir en la importancia de la coordinación entre los tres niveles de gobierno para enfrentar a la delincuencia. “Nuestro enemigo común es el crimen organizado. No hay espacio para la impunidad ni la tolerancia. Seguiremos trabajando todos los días para proteger a las familias sinaloenses y construir un futuro de paz”, afirmó.