Sr. López
Tía Salud (en serio), de las de Toluca, era católica todo terreno como todas las de ese lado, y diario antes de la misa de seis de la madrugada, iba a la sacristía -todos los días-, a pedir al ancianito y buen cura párroco que rezara por su intención del día: la conversión del Presidente (era Cárdenas), diario lo mismo, y el santo varón asentía sin decir nada, pero cuando le pidió que ofreciera la misa para que Juan Andreu Almazán le ganara la elección presidencial a Manuel Ávila Camacho, el ancianito y buen cura párroco, se hartó: -¡Salud!, deje usted en paz a los presidentes y pidamos a Dios que su hija ya no ande de güila, su hijo de briago y su marido de putañero -cambió de iglesia.
Sin duda está usted al tanto de que nuestra Presidenta fue invitada por el primer ministro de Canadá, Mark Carney, a la Cumbre de Líderes del Grupo de los Siete, el G7, integrado por las principales potencias políticas, económicas y militares (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Reino Unido, más la Unión Europea).
Los países del G7 suman el 60% de la riqueza mundial con el mayor ingreso per cápita: 54 mil dólares anuales, mientras en México, según el Inegi, el año pasado el PIB anual per cápita fue de 192,311 pesos que en dólares de a 20 pesos, son unos 9,615.55… o sea: en ingreso por cabeza estamos un 561% abajo que ellos o si se le atraganta ese porcentaje, el tenochca simplex gana el 17.8% de lo que se gana allá. Para irnos entendiendo.
Es de celebrar que la invitaran y que fuera. Sin duda. Pero vale una advertencia para cuatroteros entusiastas: también invitaron a Brasil, India, Ucrania, Australia, Corea del Sur, Sudáfrica y Arabia Saudí.
En su participación, nuestra Presidenta propuso que el G7 no sea solo una reunión de potencias, sino un espacio de responsabilidad compartida. ¡Vaya!, la invitan y les dice que no es mono que se reúnan solo las potencias… tiene razón, faltan Haití, Nicaragua, Cuba, Venezuela… responsabilidad compartida.
Propuso también una cumbre por el bienestar económico mundial: “Todos los ciudadanos, todos los países, deben tener la posibilidad de una vida con bienestar, y aunque parezca un sueño, es posible (…) Apostar por la cooperación, es en última instancia, apostar por un futuro común, basado en la justicia”. Dijo más cosas y las dijo bien, pero igual da penita que las haya dicho.
Mire usted, los jefes de Estado de esos países no babean la corbata (ni la blusa), ni van a esas reuniones a enterarse de qué va la cosa. Saben y saben bien, qué está pasando en México. Saben que el bienestar que propone nuestra Presidenta para todos los ciudadanos de todos los países, en México no existe.
Saben del colapso de los servicios médicos. Saben que es propaganda la disminución de la pobreza: la cantidad de personas sin acceso a servicios como la salud, aumentó a 50.4 millones, 30 millones más que al recibir el gobierno en 2018. Saben también que desde que está en el poder la 4T, el PIB per cápita tuvo su peor disminución en 36 años y que el PIB nacional, fue el más bajo desde los años 80 el siglo pasado, hace 45 años.
Saben por supuesto que ese “futuro común basado en la justicia”, en el caso mexicano es una frase vacía de contenido cuando el gobierno ha desaparecido a los órganos autónomos y ha castrado la autonomía del Poder Judicial dejando la justicia en discurso. Lo saben.
Da pena ajena. Nuestra Presidenta pudo decir un discursito de circunstancia, para cumplir, en lugar de intentar dar lecciones a los del G7. Ya ni modo.
Y no se puede pasar por alto que nuestra Presidenta les soltó el apotegma de Juárez, tal vez creyendo que los jefes de Estado ahí presentes nunca lo habían oído, sin saber ella (lo suyo es la física), que todos ahí saben que es de Kant y de Santo Tomás de Aquino, John Locke, Benjamin Rebecque y otros, que predicaron que la paz no fuera producto de la fuerza sino del derecho. Pero ella se los dijo: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
¿De veras, Presidenta?, ¿lo dice en serio?… ¿se fija que Juárez dijo, “entre los individuos”?… sí, no es una frase buena nada más para sermonear gobiernos extranjeros, sino al propio gobierno nuestro porque en México “los individuos”, somos nosotros y está muy pero muy difícil afirmar que se nos respetan nuestros derechos.
Por lo pronto, el derecho a la seguridad pública, no lo tienen millones de mexicanos, señora, ni a la educación, ni a la salud como ha quedado dicho, ni a infraestructura útil. Ni a saber qué hacen con nuestro dinero, porque es coartada lo de la reserva de información por seguridad nacional, para ocultar el derroche, en el mejor caso y la corrupción en el más seguro. Han recaudado impuestos como nunca, han despilfarrado como nunca.
La Presidenta dijo a los poderosos entre los poderosos: “el poder no se mide solo por lo que se tiene, sino por lo que se hace con él”. Buena frase… ya podía haber dicho que parafraseaba a Platón (ni ha de saber y el que escribió el discurso, se lo tragó).
Hay que tomarle la palabra a la Presidenta. Por lo pronto que ella, ‘in pectore’, sin decirle a nadie, mida a su antecesor, el Señor de los Abrazos, ya tiene información sobrada para saber que su titán, su héroe, es el Presidente que más daño ha hecho a México en nuestra historia.
Sin exagerar, sin apasionamiento. Ninguno ha hecho tanto mal (Huerta no cuenta, no fue presidente dio un golpe de Estado): nos dejó 6 millones de niños sin vacunas, 50 millones sin servicios de salud, nos disminuyó la expectativa de vida cuatro años, nos dejó la economía maltrecha, nos endeudó hasta las cejas y desperdició o robó o dejó robar, billones.
Señora, le tomamos la palabra para medir su gobierno por lo que haga con el poder, claro, cuando lo asuma, cuando tire el bastón de mando de palo, se tercie la banda presidencial, limpie su gobierno de los enquistados que le dejaron y empiece a mandar.
Y doñita, deje en paz al mundo, no dé lecciones, no haga el ridículo.