* El Centro de Derechos Humanos de la Selva Negra acusa que la Fuerza de Reacción Inmediata ha intimidado a pobladores zoques y vulnerado derechos en territorios del norte del estado
Redacción / Alfaro Noticias
El Centro de Derechos Humanos de la Selva Negra denunció que la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP), creada durante el actual gobierno estatal, ha realizado invasiones de territorios, allanamientos sin orden judicial e intimidación contra habitantes de comunidades indígenas en el norte del estado.
De acuerdo con el organismo, la presencia de este grupo coincide con el impulso de megaproyectos como autopistas, ampliaciones carreteras y parques turísticos que, aseguran, no han sido consultados con los pueblos originarios. El centro señaló que esta situación se inserta en un contexto de violencia estructural donde convergen intereses de gobierno, delincuencia organizada y empresas privadas.
En un pronunciamiento público, la organización recordó el asesinato del sacerdote tsotsil y defensor de derechos humanos Marcelo Pérez, al que consideró un ejemplo de los riesgos que enfrentan quienes denuncian injusticias en la región. Advirtió que el clima de hostigamiento busca desarticular procesos comunitarios y genera temor entre quienes defienden derechos.
El informe también destacó que los territorios afectados presentan abandono en servicios básicos como caminos, electricidad y agua potable. Como ejemplo, mencionaron la carretera entre Ixtacomitán y Chapultenango, utilizada como vía de evacuación ante la actividad del volcán Chichonal, que lleva años en malas condiciones.
El centro criticó además la permanencia de cacicazgos locales, en los que familias se han mantenido en el poder durante décadas, lo que ha limitado la gobernanza y la participación de las comunidades. En este contexto, exigieron el esclarecimiento del asesinato de Marcelo Pérez, la cancelación de megaproyectos que afectan a los pueblos originarios y atención urgente a la infraestructura básica de las comunidades.
Finalmente, el organismo expresó solidaridad con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, con pueblos indígenas chiapanecos y con comunidades en otras partes del mundo que, afirmaron, enfrentan violaciones graves a sus derechos, como es el caso del pueblo palestino.