El día de ayer, mientras algunos países empiezan a suavizar gradualmente las restricciones impuestas para frenar la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó que posiblemente el nuevo coronavirus nunca desaparezca y la población tendrá que vivir con él.
Este coronavirus que tuvo su origen en la ciudad china de Wuhan a finales del 2019 ha infectado ya a más de 4.2 millones de personas y se ha cobrado la vida de casi 300 mil.
“Tenemos un nuevo virus que ha llegado a la población humana por primera vez y por tanto es muy difícil predecir cuándo lo venceremos”, expresó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.
En una conferencia telemática desde Ginebra, dijo que “quizás este virus se convierta en otro virus endémico en nuestras comunidades y tal vez nunca desparezca”. Otros males como virus del sida, el “HIV no ha desaparecido, pero lo hemos asumido”, recordó.
La OMS ha advertido que no existen garantías de que el fin del confinamiento, que ha afectado a la mayor parte de la población humana, no genere una segunda oleada.
El director de la máxima autoridad de salud mundial, Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que “muchos países desearían acabar con las diferentes medidas” de confinamiento. “Pero nuestra recomendación es que los países mantengan todavía la alerta al máximo nivel posible”, añadió.
Según Michael Ryan, para volver a la normalidad aún queda “largo, largo camino por recorrer”. Advirtió que se cree que “los confinamientos funcionan perfectamente y que el desconfinamiento será genial. Pero están plagados de peligros”.
Condenó las agresiones hacia el personal médico que enfrenta al Covid-19 e informó de que en abril se reportaron más de 35 incidentes “muy serios” de este tipo en 11 países. “Covid-19 está sacando lo mejor de nosotros, pero también algo de lo peor”, dijo.
“La gente se siente facultada para liberar sus frustraciones contra personas que simplemente están tratando de ayudar, pero no lo debemos permitir”.
De la misma manera insistió en que la humanidad tiene una gran posibilidad de hallar una cura y hacerla accesible a todo el mundo.
(Con información de La Jornada)
