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Que le entre el Trump / La Feria

Que le entre el Trump / La Feria
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Sr. López

A principios del siglo XX, los López de Autlán de la Grana tenían de enemigos mortales a los López de El Chante, un pueblo cercano, que mataron a todos losde la familia de tía Lucha. Solo quedaron ella, su madre y su abuela. Pero como la abuela les dijo que los López de El Mentidero, un caserío de por ahí, eran unos vándalos cimarrones más matreros que los de El Chante, tía Lucha y su mamá, se juntaron con dos López de El Mentidero, bajo promesa de que arrasarían a los López de El Chante. Cumplieron. Cosas de antes.

Ayer, el portal de Proceso publicó la entrevista de María Scherer con el Mayo Zambada, pocos días antes de su entrega, secuestro o lo que haya sido que lo llevó a ser arrestado en los EEUU el 25 de julio del año pasado. Interesante.

Describe pormenores sobre la casa que habitaba el Mayo en alguna montaña de Sinaloa o vaya usted a saber dónde. Pero lo más obvio a veces pasa desapercibido.

Al leer la entrevista, le saltó una pregunta a este menda: ¿y de veras este señor que vivía escondido en una montaña, que apenas puede recitar de corridito el abecedario, dirigía una empresa que opera en 57 países y en México?… ¿sí?…

Seguramente ordenaba y vigilaba los productivos delitos que comete su organización, pero creer que es capaz de la gerencia de un consorcio internacional y de sus operaciones financieras en los cinco continentes, es comulgar con una piedra de molino.

Hace mucho un poderoso marihuanero de un estado del sureste de México, dijo a alguien de su confianza (no este junta palabras, apunte para otro lado), que lo fácil de su negocio era producir, transportar y vender la hierbita vaciladora, todo a escondidas, que lo difícil era el dinero, esconder el dinero. Vaya.

Repite este su texto servidor lo que le ha dicho antes: estos capos, sus empleados y matarifes, equivalen a los ‘maistros’ de obra y los albañiles de un inmenso corporativo de la construcción. Por más delincuentes que se enchiqueren, el negocio sigue porque siguenimpunes los que incrustados en los aparatos de losgobiernos de muchos países, lo hacen posible y los banqueros y empresarios, que lo dirigen y administran.

Y eso es lo que hace inmensamente difícil la lucha contra el crimen organizado. La autoridad debe sujetarse a la ley para proceder contra algún mal funcionario, policía, militar o político y salvo excepciones, todos esos se saben cuidar muy bien.

La parte vulnerable son los empresarios cómplices y en especial los banqueros, porque el dinero ya dentro del sistema financiero siempre deja rastro; y las inimaginables cantidades de dinero ilícito que produce el crimen organizado, son como un elefante bailando rumba en la sala de la casa: imposible no verlo, es el 1.5% del PIB mundial según estimaciones de la ONU, lo que el año pasado equivaldría a cerca de 1 billón 600 mil millones de dólares en el mundo. Aparte quedan casi 6 billones 900 mil millones de dólares de dinero ilícito por prácticas irregulares de comercio internacional, gobiernos corruptos, evasión de impuestos, etc.

Esas cifras no se pueden manejar en efectivo ni se esconden en criptomonedas, que de ninguna manera podrían absorber tales cantidades, pues todas las criptomonedas tienen un volumen máximo fijo y este flujo desmesurado de dinero es anual.

Y ahí es donde chile verde le has de dar sabor al caldo. Nuestro gobierno no va a conseguir que los EEUU detengan la venta de armas y municiones para nuestro crimen organizado. Bueno pues entonces, hay que papalotear en instancias internacionales y en la prensa yanqui, el pernicioso y cómplice juego que hacen las autoridades de los EEUU con esto del lavado de dinero y el flujo ilícito de montañas de dinero negro que están en su sistema financiero, en su banca.

El informe 2023 del Índice Global de Crimen Organizado, consigna que “el delito financiero es el principal mercado criminal”. Punto. Los pelados bota punta pa’rriba, no, esos son los gatos de los gargantones.

El Departamento del Tesoro del gobierno de EEUU, desde abril de 1990, tiene una agencia llamada Financial Crimes Enforcement Network (Red de Control de Delitos Financieros, FinCEN). La Brookings Institution en 2016 examinó su impacto y concluyó que no pudo identificar efectos discernibles. Para entendernos, mientras el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras, tiene más de 60 mil empleados, FinCEN tiene 300. Bien harían en dejar de corretear migrantes ilegales y detener el flujo del dinero ilegal.

En octubre de 2001 -un mes después del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York-, el Congreso de EEUU aprobó el Título III de la Patriot Act para combatir el blanqueo de capitales, que obligaba a los bancos a informar de las transferencias de dinero sospechosas procedentes del extranjero. El poderoso sector inmobiliario de allá, en el que se lava mucho dinero negro, consiguió ser exentado de la Patriot Act y entrará en vigor hasta diciembre de este 2025… 24 añitos de plazo para seguir haciendo negocio con criminales. A todo dar.

En el 2022, el senador Ron Wyden, presidente del Comité de Finanzas del Senado de los EEUU, informó: “Hay cientos de miles de empresas fantasma en paraísos fiscales que se han convertido en bancos aprobados por el IRS (el SAT yanqui), sin que éste las controle (…). Carta blanca al lavado.

Michael German agente especial del FBI durante 16 años, retirado desde el 2004 y que algo sabe, declaró: “las mayores operaciones de lavado de dinero se llevan a cabo con la cooperación de las instituciones financieras (…) la falta de aplicación de las leyes contra el lavado de dinero (es por) la falta de interés de los líderes políticos y de las fuerzas del orden (…) la manera más poderosa de solucionar el problema podría ser la más simple: arrestar a los ejecutivos cuyos bancos violan la ley”.

Solo así. Y así, si se congela ese dinero negro, pierde todo sentido toda actividad del crimen organizado.

Ahí es donde hay que apretar al Trump. El lunes entra… pues órale, que le entre el Trump.

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