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Que la Junta de Conciliación respete las leyes / Código Nucú

Que la Junta de Conciliación respete las leyes / Código Nucú
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César Trujillo

 

Desde hace tiempo que muchos dueños de medios de comunicación en Chiapas se han convertido en los verdugos de los periodistas. No importa el tiempo que éstos hayan entregado a las empresas, ni el profesionalismo con el que se hayan desempeñado. La única consigna válida es la protección de los intereses económicos de estos empresarios y para ello recurren a una serie de artilugios que van desde las amenazas, el amedrentamiento y acoso laborales, hasta los despidos injustificados, escudándose bajo los compadrazgos y los cotos de poder que ostentan y que les han permitido una vida de excesos e impunidad, bajo el escudo de una libertad de expresión que ellos mismos violentan a su antojo.

Casos en Chiapas sobran. Los más recientes son los de los tres compañeros del periódico Noticias Voz e Imagen de Chiapas: Jacob de Jesús García Maza, Itzel Saraí Grajales García y Marco Alvarado Álvarez, a los que despidieron injustificadamente tras casi una década de trabajo profesional. Dicho medio es nada más y nada menos que una filial de una casa editorial del ahora diputado local por Oaxaca, Ericel Gómez Nucamendi, y los mismos abogados y personeros del dueño (curiosamente trabajadores también) les han dicho que es luchar “contra un gigante”, que las relaciones que tiene con el propio gobernador Manuel Velasco van a impedir que puedan “pelear”, aun cuando antes de ser despedidos se dieron un sinnúmero de violaciones a la Ley Federal del Trabajo: como la retención de sus sueldos devengados y el acoso laboral, por mencionar algunos.

Lamentablemente no fueron estos los únicos casos que se presentaron en esa casa editora. Las vejaciones a los derechos laborales de los periodistas, diseñadores y formadores fueron muchas. Desgraciadamente la mayoría, presa del chantaje y la manipulación mediática o víctimas de las amenazas de irse sin nada, cedió a la presión que acostumbran todos los empresarios a ejercer cuando se trata de despedir a quienes les han ayudado a forjar lo emporios que presumen. Sólo tres compañeros se mantienen en pie de lucha y parece que las leyes quieren torcerse al amparo de quienes ostentan el poder, pues “fueron los únicos que acudieron a las oficinas de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, donde el proceso ha resultado engorroso y dilatorio”, y ya empezaron a vivirlo.

Ayer, por ejemplo, el fotoperiodista Jacob de Jesús García Maza tenía su primera conciliación oficial. Acudió a la hora señalada y ahí fue notificado, como si de una burla se tratara, que Elmia Aneth Artega, quien fungió como presidenta interina de la Junta de Conciliación y Arbitraje y que ahora funge como secretaria general, omitió notificar (no dicen si por órdenes, desidia o que otro motivo) a la representación legal del periódico para que ambas partes se sentaran y comenzaran a mostrar la supuesta buena voluntad que los directivos de la empresa han dicho tener. ¿Omitió notificar? ¡Caramba! Esto no es más que una de las viejas prácticas dilatorias a las que recurren y que nos deja manifiesto que la Junta de Conciliación está siendo manipulada.

Cabe aclarar que ninguno de los periodistas está pidiendo que se les dé un trato preferencial ni especial, ni nada que se le parezca, sino un proceso de conciliación justo, apegado a las normativas de ley. Por ello exijo, como miembro de la comunidad de periodistas de Chiapas, que Carlos Enrique Martínez Vázquez, presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, respete la Ley Federal del Trabajo y quite las manos en favor de los intereses aviesos de quienes quieran intervenir, que se comporte a la altura de su puesto y no que se preste a ser un esquirol del gobierno para favorecer a un empresario mezquino. Punto.

Su labor es la de garantizar que los derechos laborales de nuestros compañeros, y los de cualquier trabajador en el estado, no se vean violentados y que todas sus demandas no se acumulen en un archivo muerto entre el polvo y el olvido, donde acostumbran dejar todo. Su labor es hacer valer las leyes a favor del trabajador cuando es lo justo y en esta ocasión es así. Exijo que se garantice la imparcialidad y diligencia, tal y como lo estipula el proceso y aclaro que estaré señalando, desde este espacio y desde mis redes sociales, todas y cada una de las anomalías de esta Junta si persiste el comportamiento que hasta ahora están demostrando.

He sido testigo de otros casos donde las influencias han dejado en el abandono a los compañeros. Ya basta que los compadrazgos y favores políticos sigan interfiriendo y que nos muestren que las leyes se tuercen a favor de unos cuantos. Por eso en la misiva que reproducimos diferentes medios se ha dejado en claro que “no olvidamos los agravios que sufrió el compañero Mario Francisco Álvarez Cancino en 2007. El entonces reportero de nota roja que fue despedido por el Diario de Chiapas, empresa que se negó a pagar sus gastos médicos, al enterarse de que se fracturó las piernas en un accidente que ocurrió en el ejercicio de su labor. Tampoco olvidamos el caso del compañero Juan Carlos Calderón, quien demandó al diario Cuarto Poder por despido injustificado, pero luego de ocho años de trámites, el caso quedó impune: la autoridad resolvió a favor de la empresa”.

Es inadmisible que la lista de periodistas víctimas del poder que ostentan los propietarios de los medios de comunicación siga creciendo. Ya basta de que sean los dueños de los medios de comunicación los que se crean dueños de la verdad, que sigan manipulando la información y que sigan llenándose las bolsas de dinero por desinformar. Si la Junta de Conciliación no quiere ser imparcial tendrá muchas cosas qué explicar al respecto.

Mi abrazo fuerte y mi amistad inquebrantable con los tres periodistas: Jacob de Jesús García Maza, Itzel Saraí Grajales García y Marco Alvarado Álvarez. ¡No están solos, camaradas!

 

Manjar

La recomendación de hoy es Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu de Maurice Joly y el disco Al final de este viaje de Silvio Rodríguez. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

 

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