Zoé Robledo
Mi historia en el IMSS comenzó un 22 de mayo de 2019. Han pasado mil 896 días y si algo he aprendido es que en una institución que diariamente lleva a cabo 550 mil consultas, 3 mil 900 cirugías, 950 partos y surte 600 mil recetas, no hay día típico ni jornada tranquila. Menos cuando el encargo del presidente López Obrador es de transformación de las instituciones, no de mantenerlas como estaban.
Hoy puedo decir que, además de tener un profundo respeto, amor y compromiso con la institución, la conozco más, la valoro más, pero, sobre todo, la entiendo mejor.
Cuando la doctora Claudia Sheinbaum me invitó a continuar, conversamos alrededor de una pregunta: ¿Para qué?
En el IMSS en su régimen ordinario: Para seguir creciendo en la atención. Solo de 2019 a 2024, el crecimiento en la derechohabiencia ha sido de 9 millones de personas, producto de la incorporación de 2.2 millones de trabajadores.
Para ello, en este sexenio invertimos 19 mil 015 mdp y crecimos en infraestructura. Concluimos 13 hospitales que sumaron mil 387 camas y 20 unidades de medicina familiar que representan 181 consultorios. Adicionalmente, estamos construyendo nueve hospitales más.
En cuanto al equipo médico, invertimos 25 mil 718 mdp y compramos más de 20 mil: 14 mil camas hospitalarias, 232 mastógrafos, 60 tomógrafos, 16 resonancias magnéticas y más.
Para la conservación de unidades, destinamos 61 mil mdp, lo que representa un incremento de 81 por ciento respecto a lo que se invirtió en todo el sexenio pasado. Adicionalmente, destinamos 12 mil mdp para rehabilitación de baños, quirófanos, áreas de patología, elevadores, aires acondicionados. En todo el sexenio anterior únicamente se destinaron 710 mdp.
En lo que respecta al crecimiento del personal, se han contratado 54 mil plazas adicionales con las que tenemos 23.4 por ciento más médicos y 10.3 por ciento más enfermeras que en 2018. También incrementamos en 102 por ciento la oferta de plazas para estudiar alguna especialidad médica; en 2018 se ofertaron 4 mil 717 y en 2024 cerraremos con 9 mil 509.
Debemos mantener y superar el ritmo de las consultas: en 2023 se dieron 139.4 millones de consultas y se rompió el récord en consultas de medicina familiar con 92.9 millones. Pero debemos avanzar hacia el control del paciente con diabetes a través de la Hemoglobina Glicosilada, así como lograr la migración a nuevas y mejores opciones terapéuticas para el paciente hipertenso.
En este sexenio logramos tener el expediente clínico digital en el 100 por ciento de unidades de primer nivel y 99 por ciento de segundo nivel, pero solo uno por ciento de nuestras consultas se agenda por un medio digital.
En 2018 se surtían 216 millones de recetas, al cierre de 2023 se surtieron 221 millones, pero aún tenemos que seguir disminuyendo tiempos de espera, necesitamos más hospitales de tiempo completo y disminuir el número de quejas de los derechohabientes, indicador que tiene una reducción de 60 por ciento respecto al 2018.
Para el IMSS Bienestar el encargo es claro: Consolidar a la institución como la prestadora de atención médica más grande del mundo, cerrar las brechas de médicos especialistas en hospitales rurales, tener médicos generales de lunes a domingo en 8 mil unidades de primer nivel. Basificar al personal que hace falta, instalar y operar el sistema informático en todas las unidades. Revertir la tendencia de la perspectiva hospitalaria para pasar a la visión preventiva, totalmente olvidada en la atención de personas sin seguridad social.
Son muchos los retos, pero el rumbo ya está marcado, por eso, desde aquí reafirmo lo que escribí el jueves: presidenta Sheinbaum, cuenta usted con mi compromiso, emoción y toda mi energía para consolidar el sistema de salud que merece el pueblo de México y hacerlo desde la institución más noble de esta patria: El Instituto Mexicano del Seguro Social.
