Sr. López
Decía la abuela Elena que la mujer más bella de Autlán y sus alrededores, había sido su prima hermana, Cata (Catalina), a la que pretendió un ranchero viudo mucho mayor que ella, pero tan rico que ni quien se fijara en eso. La cosa iba bien pero un día, Cata lo mandó a volar porque le dijo que si se casaba con ella, lo iba a obedecer siempre, porque el que paga manda y que lo primero, era que no saldría nunca de su casa sin él, por eso, porque el de la cartera era él. Según la abuela, la Cata contestó: -Pues hágale usted hijos a su cartera –y sanseacabó.
Los representantes de la peculiar súper mayoría en el Congreso, del grupo de políticos que hoy acaparan la casi totalidad del gobierno del país, en acalorada defensa de la reforma a machete y marro, que han hecho al Poder Judicial, esgrimen los votos obtenidos como argumento imbatible.
Lo dicen de varias maneras pero el resumen es: “representamos al pueblo porque el pueblo nos eligió y como el pueblo manda, mandamos nosotros”. Y sí, suena hasta democrático, porque ni modo que la minoría mandara. Faltaba más.
La misma Presidenta de la república, se adhiere a esealegato y añade sin mentir, que ella lo dijo muchas veces en la campaña: el Plan C, iba; la reforma al Poder Judicial, iba. Fue.
Pero es una lástima que esos que hoy disfrutan del poder hasta la fruición, no se comporten como profesionales de la política sino de la marrullería, como hábiles ventajistas y astutos manipuladores, taimados mañosos de la cosa pública. Eso o peor: son analfabetos de la política. A escoger.
No pretende este junta palabras que los partidos de la aguada oposición, manden o puedan paralizar al partido que hoy es mayoría. No. No es por ahí. Sísugiere una reflexión que no exige mucha sesera: Morena & Cía., ganaron el Poder Ejecutivo con 36 millones de votos (números redondos), el 60% de quienes votaron: ganaron, requeteganaron, no se discute, pero votaron por la oposición casi 23 millones y no votaron por nadie, 39.5 millones de ciudadanos. ¿Qué piensan hacer con esos 62.5 millones de galanos tenochcas que no los eligieron a ellos?… ¿ignorarlos?…
No está en duda que el partido en el poder tiene la mayoría pero a ver si se van enterando que existe la tiranía de la mayoría, entendiendo por tiranía lo que dice el diccionario: abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad.
No son ocurrencias de su texto servidor, es asunto muy pensado desde hace mucho. Ya desde el año 200 a.C., Polibio (tenía que ser griego), en su libro ‘Historias’, habló de la oclocracia, el gobierno de la muchedumbre, como degeneración de la democracia; dice don Polibio: “Cuando la democracia se mancha de ilegalidad y violencias, con el pasar del tiempo se constituye la oclocracia”… degeneración de la democracia… ilegalidad y violencias… ilegalidad: precampañas políticas ilícitas y con carretadas de dinero del erario; violencias: votos o ausencias de senadores extorsionados…¡ah! Y nuestra democracia lo que hayamos tenido, se degenera.
Ya luego otros pensadores trataron el enojoso asunto del mando ilimitado, tiránico, de la mayoría. Guillermo de Humboldt (no el que vino a México, ese es su hermano, Alejandro), en 1791 escribió un ensayo ‘Sobre los límites de la acción estatal’, que trata de esto. Un año antes, el muy respetado angloirlandés, Edmund Burke, escribió: “La tiranía de una multitud es una tiranía multiplicada”. Y varios más, no lo aburro.
Sí recordemos que James Madison, en el siglo XVIII, de los más influyentes Padres Fundadores de los EEUU, uno de los redactores de su Constitución, alertó sobre lo pernicioso de “la fuerza superior de unamayoría interesada y dominante”. ¡Áchis!, y no fuepedrada, ni supo de Morena.
Otro, John Stuart Mill, político y filósofo, considerado en Inglaterra el más influyente pensador de su tiempo, escribió en 1859 un librito, ‘Sobre la Libertad’, en el que sin trapitos calientes trata el tema y dice que el gobierno de la mayoría de un electorado, “tiene la debilidad inseparable, constitutiva, de imponer sus objetivos”, lo que resulta en la “opresión de los grupos minoritarios, comparable a la de un tirano o déspota”. Nada nuevo bajo el sol. Tener la mayoría no es garantía de decencia, de legítimo sentido político, ni de buen gobierno.
Y Alexis de Tocqueville (que ni se llamaba así, era Alexis de Clérel), tal vez el más respetado político francés en el siglo XIX, historiador, jurista, pionero de la sociología, pensador de estupor, afirmó que la democracia abandonaba la racionalidad cuando las decisiones se adoptaban en función de la mayoría “que basa su pretensión de gobernar en números, noen la rectitud o la excelencia”. Tan tan.
La Presidenta de la república, Morena y asociados, tienen la mayoría y en democracia esa manda; pero no se ejerce a machamartillo, imponiéndola automáticamente, sin oír a los demás ni a la minoría. La mayoría puede equivocarse y se equivoca:
La inmensa mayoría de la gente en la antigüedad y hasta la Edad Moderna, por ahí del siglo XV, pensaba que la Tierra era plana, un disco rodeado por agua. Entre otros, Aristóteles en el siglo IV a.C., dijo que era redonda, y se ganó las carcajadas de todo mundo, ni quien le hiciera caso, pero la mayoría estaba equivocada, como sabemos (aunque hay quienes, en serio, todavía dicen que no es esférica, que es plana).
El abominado PRI imperial del siglo pasado, tuvo una verdadera súper mayoría por décadas, pero sabiéndose firmes en el poder, procuraban meter la pata lo menos posible y oían a los otros, consultaban a los expertos y a sus opositores que en votos ni cosquillas les podían hacer en el Congreso (ni en nada). De eso, de a poquitos, fueron entendiendo que lo suyo no era, no podía ser para siempre y abrieron el paso a la democracia hasta entregar el poder, por la fuerza de la realidad y por prestar atención a lo que parecían minorías y no lo eran.
La súper mayoría de ahora, tampoco lo es. Por su gusto, gobernaran solos… provecho.