* Los manifestantes denunciaron una “guerra narcoparamilitar” que impacta a las comunidades, acusando a grupos armados de despojar a los pobladores de sus tierras.
Daniela Alfaro
El 24 de octubre, se realizaron protestas en la Ciudad de México y Chiapas tras el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez, ocurrido el 20 de octubre en San Cristóbal de Las Casas. En la capital, simpatizantes del EZLN y colectivos estudiantiles marcharon del Antimonumento a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa al Zócalo, exigiendo justicia y el fin de la violencia en Chiapas.
Los manifestantes denunciaron una “guerra narcoparamilitar” que afecta a las comunidades y acusaron a grupos armados de despojar a los pobladores de sus tierras, supuestamente con la complicidad del gobierno. Lemas como “¡Chiapas no es cuartel, fuera Ejército de él!” resaltaron su demanda de poner fin al despojo y la violencia.
En Chiapas, docentes de la CNTE bloquearon la carretera de San Cristóbal a Tuxtla Gutiérrez para exigir justicia por el asesinato de Pérez. El coordinador suplente de la Coordinadora Regional de los Altos de Chiapas, Alfonso López Entzín, destacó que el sacerdote fue un símbolo de lucha por los derechos de los oprimidos y un defensor de la educación.
Los maestros también demandaron atención a sus peticiones laborales, incluyendo la contratación de más docentes y el pago a interinos. En su protesta, criticaron a las autoridades educativas por no resolver sus demandas y por haberlos engañado en múltiples ocasiones.
Durante la marcha en CDMX, los oradores enfatizaron la necesidad de visibilizar la crisis de violencia en Chiapas, recordando que el sacerdote Pérez había estado activo en la defensa de los derechos humanos y la educación en comunidades indígenas. Además, algunos manifestantes se refirieron a los recientes ataques contra la comunidad zapatista “6 de octubre”, que ha enfrentado amenazas y despojos, como parte de un patrón de agresiones sistemáticas.