César Trujillo
Según el Periódico Oficial del Estado N° 394, con fecha: 17/10/2012, la Notaría Pública número 167, con residencia en Copainalá, Chiapas, pertenece a Javín Guzmán Vilchis. Fue el gobierno de Juan José Sabines Guerrero que le otorgó la titularidad. Sin embargo, sus oficinas se ubican en la 10 norte poniente 339 de Tuxtla Gutiérrez, camufladas como consorcio jurídico; es decir, despacha desde la capital y no en el municipio que le corresponde. Curioso, ¿no?
Si hablamos de los hombres privilegiados por el sabinato, no podemos dejar de mencionar a Javín Guzmán Vilchis y a sus hermanos (a los que el bendijo con las canonjías que éste cobraba). Él fue uno de los tantos privilegiados sin importar que se vulneraran los artículos que estipulan los lineamientos para el desempeño de la función notarial, por decir algo.
Pero los movimientos no fueron obra fortuita. Recordemos que Javín también fue diputado local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la LXIV Legislatura y Juan Sabines lo mantuvo cerca para que le ayudara a cabildear y destrabar los asuntos más apremiantes para su gobierno.
Las posiciones que ocupó dentro del Legislativo, como presidente de la Comisión de Justicia y presidente de la Junta de Coordinación Política, fueron los espacios que a Juan Sabines le importaban: era donde se manejaba el dinero y esos tiempos fueron de mucha bonanza para sus bolsillos.
Sabines Guerrero también lo tuvo trabajando como director de Tenencia de la Tierra cuando el exgobernador era presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, espacio desde donde, señalan muchos, por órdenes directas y sugerencias torció las leyes a su antojo.
Es a Javín a quien se le adjudica la venta de terrenos (más de 80 hectáreas) que eran propiedad municipal y que se ubican en la zona de El Arenal (allá por el Club Campestre), mismos que fraccionó, vendió y cuyo dinero nunca reportó a las arcas del ayuntamiento, pasando al listado de los grandes magos que se especializan en hacer humo el dinero.
Pero no todo queda ahí, porque con el trienio de Fernando Castellano Cal y Mayor, Javín se desempeñó como director de Vinculación Social: espacio desde donde aprovechó sus relaciones de poder y logró colocar como notario público adjunto a su hermano David Guzmán Vilchis, quien, se dice, tenía una cartera de base en el municipio y a quien acusan de haber sido aviador por años con un salario de más de 20 mil pesos (hay una lista larga, por cierto, según dice en pasillos).
Hoy, Javín pregona a los cuatro vientos que ha regresado y que tendrá mano en el gobierno de Puebla gracias, de nueva cuenta, al “bondadoso” corazón de Juan Sabines que tiene todo listo para su regreso y desde Puebla mueve los hilos.
Es decir, el gobernador Miguel Barbosa está dando cabida a un equipo de chiapanecos en el que figura, como caballo negro, el propio Yassir Vázquez: promotor del fraude del proyecto “¡Que viva el Centro!” en Tuxtla Gutiérrez y hombre cercano al exgobernador.
Lo que sí es cierto es que Javín Guzmán Vilchis es un hombre de todas las confianzas del exmandatario de Chiapas. Por algo ahora, aseguran, él y sus hermanos se saben ya de nuevo con un pie en el poder desde donde, seguramente, buscarán torcer las cosas a su conveniencia.
Vaya suerte de aquellos hermanos que compraron sus títulos en dos universidades particulares, cuyos propietarios fueron cercanos a Juan Sabines. Vaya suerte que tienen los corruptos.
Es increíble, eso sí, que desde hace tiempo que las notarías empezaron a darse como dádivas por lealtad o simple pago de favores políticos y que esto comenzó en el sexenio de Juan José Sabines Guerrero (2006-2012) con sus elegidos, esos que hoy ostentan posiciones privilegiadas (algunos leales a él y otros no tanto).
En esa administración, que se caracterizó por el dispendio institucional (que se agudizó con Manuel Velasco), no se respetaron las leyes del Notariado del Estado de Chiapas y las patentes fueron entregadas por el gobierno a su antojo, sin encontrar, eso sí, voces de expertos que se opusieran. Por eso Javín sin ningún conocimiento al respecto terminó siendo notario.
Lo que sí es que hay casos donde los notarios aprendieron a moverse en las aguas turbias sin mostrarse del todo, o mostrándose por instantes, y ahora siguen incrustados en grupos de poder y con aspiraciones a seguir viviendo del erario.
No hay que perder de vista a Javín. Si retorna, como amenazan, traerá la cuchara grande para intentar servirse. Falta ver, eso sí, si desde Morena le dejan meter la mano antes de ponerle un estate quieto.
#MANJAR.- Cuando Mario Santis, ahora diputado del Partido Revolucionario Institucional en el Congreso local, estaba por entregar la presidencia municipal de San Juan Chamula, Humberto Pedrero, quien fungía como secretario de Hacienda en el gobierno de Manuel Velasco, le depositó el recurso que correspondía al mes de octubre en septiembre. Es decir, le dio dinero que le correspondía al gobierno entrante sabiendo de Santis ya se iba y que haría viva la flor con el recurso. El chanchullo fue bien aplicado. Santis se llevó su mochada y Pedrero pudo disponer de ese capital para sabrá usted qué destino (es broma, todos sabemos a quién se lo dio). Igual que Santis, se dice, muchos alcaldes le entraron a ese juego. Bien rayado se fue Pedrero y quienes aceptaron el trato. Santis mismo es diputado en funciones. Bien pagado ese favor. #CámaraNoMeAgüito // “Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol”. Martin Luther King. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro Drum-Taps de Walt Whitman y el disco de Youthanasia de Megadeth. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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