Guillermo Ochoa-Montalvo
—segunda parte—
Querida Ana Karen,
A medianoche, Amanda seguía revisando su biblioteca como si fuese una alumna de aquél instituto de capacitación política donde el PRI formaba a sus cuadros y bases políticas como base de la educación política que recomendaban los antiguos griegos.
—Amanda, si estuviese en tus manos, ¿que tipo de gobierno adoptarías para México?
—Sin duda, admiro y me apego a la SOCIALDEMOCRACIA al estilo de los países desarrollados de Europa; ellos ejercen el poder a través de un sistema político democrático, donde los ciudadanos eligen, sin simulaciones, a sus representantes para gobernar y promover políticas que buscan un equilibrio entre una economía de mercado y un estado de bienestar fuerte.Han reducido la desigualdad social y económica a través de políticas públicas y la redistribución equitativa de la riqueza. Eso, les ha dado buenos resultados como en Alemania.
—Pues aquí en México, Amanda, el partido Movimiento Ciudadano se declaró como Socialdemócrata. En la Socialdemocracia el estado regula la economía y provee los servicios sociales como salud, educación y seguridad social. En esas naciones se reconoce la importancia de la participación ciudadana y el papel de la sociedad civil en la defensa de los derechos y la promoción de políticas públicas. Ellos buscan un equilibrio entre una economía de mercado y un estado de bienestar fuerte, promoviendo la igualdad social y la participación ciudadana en un sistema político democrático.
—Lo fundamental se refleja en el estado de bienestar de la ciudadanía sin demagogias ni simulaciones como sucede en México con la 4T. Debo reconocer la efectividad de la comunicación política que convirtió a LÓPEZ OBRADOR en el gobernante más popular de las últimas décadas. Sus misas matinales lograron polarizar a la ciudadanía entre buenos y malos; incorporó a los perores prianistas a su gabinete, desapareció a los organismos autónomos, controló el congreso y al poder judicial evitando la sana separación de poderes. Al final, la pobreza pasó a ser miseria sin calidad de servicios de salud, educación, vivienda; ni siquiera el libre ejercicio de derechos humanos. La corrupción se hizo más evidente que nunca; creció la violencia, el narcotráfico se hizo presente y la delincuencia organizada extendí sus redes a nivel mundial.
—Lo sabemos Amanda; pero continuemos con las diferentes pensamientos alrededor del Poder.
—Siguiendo con la utopías debo confesar, que siendo joven fui una comunista furibunda. Por desgracia la condición humana es enemiga del bien colectivo como lo soñaba MARX, Engels y Lenin. La soberbia, en ansia de poder, la ambición acaban con todo como sucedió con Stalin. Para Marx, el poder deriva de las relaciones sociales de producción, y su división en económico, político, ideológico, etc., es analítica y no está en la naturaleza de las cosas como afirman los metafísicos como Leibniz.
—Bueno, es entendible, Amanda. Un joven sin rebeldía esta loco. La juventud se cura con el tiempo. En cuanto a ENGELS, para él, el poder consistía en una relación social y un proceso dinámico y no en un atributo individual como en el pensamiento de Sartre. Engels analizó el poder en el contexto de la lucha de clases y la formación del Estado, conectándolo con las bases económicas y las relaciones de producción. La idea era clara, pero traducirlo a un sistema de gobierno fue casi imposible. Y digo casi, porque China implantó un sistema efectivo para ellos.
—Es cierto, en CHINA, el poder político se concentra en el PARTIDO COMUNISTA DE CHINA(PCCh) y en su líder, Xi Jinping quien concentra todos los poderes en el Comité Permanente del Buró Político. Con una población de 1,400 millones de habitantes es difícil pensar en una democracia. Esa dictadura absoluta, ha colocado a China en una potencia mundial con un crecimiento económico de 2 dígitos; sin embargo, sus habitantes viven en miseria extrema, contrastando con su pujante economía.
—Quizá, Amanda, debamos darle crédito ARTHUR SCHOPENHAUER para quien el poder se manifiesta a través de la voluntad de vivir (Wille zum Leben), “una fuerza metafísica que impulsa a todos los seres a existir y a perpetuarse. Esta voluntad, ciega e irracional, es la esencia del mundo y la causa del sufrimiento humano, ya que genera deseos insaciables que nunca se satisfacen por completo”. SCHOPENHAUER sostiene que “debido a que la voluntad es insaciable, la existencia humana está marcada por el sufrimiento. Los deseos nunca se satisfacen completamente, y la búsqueda de la satisfacción solo conduce a nuevos deseos y, por lo tanto, a un ciclo interminable de sufrimiento”.
—Lo que me agrada de Schopenhauer es su creencia en el arte. A través del ascetismo, la renuncia a los deseos mundanos, y la contemplación artística, según él, se trasciende la experiencia individual y conectarnos con la unidad de todo lo existente. Como sea, sus ideas como las de Saint Simon, Leibniz y Engels pertenecen más a la filosofía que a la posibilidad de traducirse en un sistema de gobierno o de convivencia y armonía como proponía SKINNER con el conductismo y CHARLES FOURIER a través de la autonomías económicas en sus falansterios.
—La verdad, Amanda, entre todas las teorías del poder, yo me inclinaría por la de Fourier donde el poder se manifiesta a través de la atracción pasional y la organización en falansterios. Fourier creía que las pasiones humanas, lejos de ser reprimidas, debían ser canalizadas y armonizadas para lograr una sociedad justa y feliz. Los falansterios, comunidades modelo, serían el espacio donde estas pasiones se manifestarían libremente, llevando a la cooperación y al bienestar general. Los falansterios soncomunidades planificadas donde la gente viviría y trabajaría en armonía, basadas en la libre asociación y la cooperación canalizando las 12 pasiones que dividió pasiones sensoriales, afectivas y unitarias, porque para él, la represión de las pasiones conducía a la infelicidad y a la ineficiencia social. La clave estaba en encontrar formas de organizar la sociedad para que las pasiones individuales contribuyeran al bien común. En el falansterio, se distribuiría la riqueza de manera más equitativa que en el sistema capitalista, y cada miembro sería recompensado según su contribución.
—¡Fácil!, ¿no?, esa es utopia pura como la de NIETZSCHE que afirmaba”la voluntad de poder no se refiere simplemente al deseo de controlar a otros, sino a una fuerza fundamental que impulsa la vida y la existencia, tanto a nivel individual como cósmico. Es la tendencia de todo ser a crecer, expandirse y superar límites, a afirmarse en el mundo y a crear valores. Nietzsche también analiza cómo el lenguaje, en manos de los poderosos, puede ser utilizado para establecer normas y valores que limitan la voluntad de poder de otros.
— Amanda, JEAN PAUL SARTRE considera que el poder también se manifiesta en las estructuras sociales e institucionales. El Estado, por ejemplo, puede ser visto como un órgano de poder que busca mantener el status quo, a menudo a través de la coerción. La lucha por el poder en la sociedad implica un conflicto entre grupos con intereses opuestos, donde cada uno busca transformar el entorno social en su beneficio. Sartre analiza cómo los grupos subordinados, al intentar generar cambios, se enfrentan a la resistencia de aquellos que desean mantener el orden existente. Al final, para Darte cada individuo, a través de sus elecciones y acciones, construye su propia esencia y, por lo tanto, ejerce un cierto tipo de poder sobre su vida y sobre el mundo.
—Pues Sartre coincide con KIERKEGAARD cuyo concepto no se trata de un poder sobre otros, sino un poder sobre uno mismo, un poder que reside en la capacidad de elegir y asumir la propia existencia, incluso en la incertidumbre y la angustia. Pero si el poder reside en la subjetividad y en la capacidad de la persona para tomar decisiones que definen su existencia. Este poder se manifiesta en la elección existencial, que no es un acto racional, sino un “salto de fe” que nos lleva a abrazar nuestra propia existencia, incluso en la incertidumbre y la angustia, según Kierkegaard. En todo caso, eso nos conduciría a la Anarquía
—En el ANARQUISMO, Amanda, el poder se entiende como una forma de dominación y coerción que se rechaza y se busca eliminar. El anarquismo se opone a cualquier forma de autoridad centralizada, especialmente al Estado, al considerar que estas instituciones limitan la libertad individual y fomentan la desigualdad. En lugar de un poder centralizado, el anarquismo propone la organización social de forma horizontal y cooperativa basada en la autonomía individual, la autogestión y la cooperación voluntaria.
Como sea, Ana Karen, vincular el poder al bien común y al ejercicio de la libertad individual, aunque sea utópico es una cuestión de amor.
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