* Las intimidaciones han obligado a los comunicadores a autocensurarse, como ocurrió con Juan de Dios García Davish y María de Jesús Peters Pino, quienes huyeron del país tras recibir amenazas de muerte.
Redacción / Alfaro Noticias
Periodistas que cubren los municipios de la región del Soconusco, como Tapachula, Suchiate, Frontera Hidalgo y Metapa, han denunciado un incremento en las amenazas y actos de intimidación por parte de un grupo criminal. Denunciaron que el grupo armado tiene un control significativo sobre la zona, involucrado en delitos como el narcotráfico, el tráfico de migrantes y la extorsión.
Los periodistas de la región han revelado que, debido a su cobertura de estos delitos, han sido objeto de amenazas directas y hostigamiento. Los responsables de estas agresiones son miembros del grupo delictivo, quienes utilizan las redes sociales y otras plataformas para intimidar a los comunicadores. Páginas como Contacto Frontera Hidalgo y Contacto Suchiate han sido señaladas como espacios donde se realizan estas amenazas, ofreciendo grandes sumas de dinero a cambio de que los periodistas no publiquen información sobre los crímenes que cometen.
Estas amenazas se han vuelto más graves en los últimos meses, con algunos periodistas obligados a autocensurarse por miedo a represalias. Los comunicadores explicaron que situación llegó al extremo en el caso de los periodistas Juan de Dios García Davish y María de Jesús Peters Pino, quienes fueron forzados a abandonar el país después de recibir amenazas de muerte por reportar sobre la extorsión y el secuestro de migrantes en la zona.
La gravedad de la situación ha llamado la atención de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Reporteros sin Fronteras y la UNESCO, que ya están al tanto de las amenazas contra la libertad de expresión en dichos municipios. Estas organizaciones están tomando medidas para garantizar la protección de los periodistas y exigen a las autoridades mexicanas una respuesta efectiva ante este clima de violencia e impunidad.
Los periodistas locales han dejado claro que, en caso de sufrir un ataque o represalia, responsabilizan a los grupos criminales de la región.