Guillermo Ochoa-Montalvo
Querida Ana Karen, en este sexenio de “abrazos no balazos“, se disparan abrazos a los delincuentes y narcotraficantes; las balas de pólvora y fuego son para los periodistas, para la población civil, se dirigen hacia las mujeres, y a todos aquellos quienes resultan incómodos al actual régimen. Más de 200 mil homicidios dolosos en este gobierno superan con mucho las muertes de los gobierno anteriores.
Ayer miércoles amanecí con la noticia publicada por El Universal dando cuenta del ataque a balazos contra el Director de portal de noticias en Chiapas, Ariel Grajales Rodas, “que ha documentado la violencia en la región resultó gravemente herido tras el ataque en su domicilio; la Fiscalía de Chiapas investiga el caso” (¡¡!!!).
La nota de El Universal señala que durante la madrugada del miércoles 21 de agosto un grupo armado rompió las puertas de su casa “para atacarlos balazos y como consecuencia, resultó gravemente herido“. Los hechos donde atacaron al periodista Ariel Grajales sucedieron en el barrio Esquipulas del municipio de Villaflores.
El 29 de julio de este año, también fue asesinado el periodista, Víctor Culebro, director del portal de noticia Realidades, periodismo con verdad, con sede en el municipio de Villaflores.
Se recordará que en esa ocasión se publicó esta nota que parece burla o guión de telenovela: “La Fiscalía General del Estado refrenda su compromiso de aplicar el Estado de derecho y garantiza que ninguna actividad ilícita quedará en la impunidad”. Hasta hoy, ninguno de los los múltiples atentados y muertes de periodistas han sido esclarecida.
Ambos periodistas daban cuenta a diario de los “derechos de piso”; de las familias desplazadas de Chicomuselo, Motozintla, Amatenango de la Frontera, Comalapa y muchos otros municipios donde se sufre la presión de las mafias y de la propia Guardia Nacional sin saber hacia qué lado hacerse.
Algunas de esas familias desplazadas encontraron protección en Guatemala por instrucciones del presidente Bernardo Arévalo brindando albergues, cobijo y alimentos a los refugiados chiapanecos.
Víctor Alfonso Culebro Morales, hijo del ex secretario de gobierno, Mario Carlos Culebro Velasco , contaba con 39 años al día de su muerte. Días antes había denunciado el cobro de derecho de piso para toda la actividad comercial en la región de la Frailesca. “Va parejo la vara para toda la actividad comercial en la Frailesca”, escribió en su cuenta de Facebook.
La nota de aquél fatídico día, mencionaba: El cuerpo del comunicador, que dirigía el portal de noticias Realidades, fue hallado sin vida, con las manos atadas y el rostro cubierto con cinta aislante. Al momento de su desaparición, llevaba un pantalón de mezclilla de color azul y camisa azul y zapatos negros.
Ayer también circulo en redes sociales este video donde pobladores de Motozintla son atacados por delincuentes y Huyen en Motozintla-Amatenango.
Los reporteros, periodistas y columnistas de Chiapas reclamamos el esclarecimiento de los hechos; aunque ahora, con el paro indefinido del Poder Judicial, las cosas no avanzarán y en el próximos sexenio, será un expediente más entre los miles sin resolver.
Los periodistas nos pronunciamos a favor de la libertad de expresión y recordamos los atentados, secuestros y muertes más recientes en Chiapas, sin contar con las muertes de periodistas de otros estados de la República.
El 1 de septiembre del 2018, fue asesinado en el municipio de Yajalón, el corresponsal en la zona Norte de Chiapas, de la Organización Editorial Mexicana (OEM), Mario Gómez.
El 28 de octubre del 2021, fue asesinado el ex-corresponsal de EL UNIVERSAL en Centroamérica, Fredy López Arévalo, cuando llegaba a su casa, a bordo de un vehículo.
El 20 de septiembre del 2022, fue raptado el administrador del portal de noticias Chiapas Denuncia Ya, Roberto Carlos Flores Mendoza, pero hasta ahora no se sabe nada de él. Su esposa e hijos, tuvieron que huir de Comitán de Domínguez, donde vivían.
En días anteriores, el EZLN lanzó 4 comunicados donde critica los megaproyectos, los desplazamientos, la violencia del crimen organizado, las desapariciones y el quehacer político de la derecha y de la izquierda progresista.
El EZLN, hace días, hizo los siguientes señalamientos:1. Los llamados megaproyectos no derivan en desarrollo, sino que “son sólo los corredores comerciales abiertos para que el crimen organizado tenga nuevos mercados”, dijo en un comunicado titulado Adagios, difundido la noche de este jueves.2. “la disputa entre cárteles rivales no es sólo es por el tráfico de personas y drogas, es sobre todo la disputa por el monopolio del cobro de piso en lo que se mal llama ‘Tren Maya’ y ‘Corredor Transístmico”.3. Como “a los árboles y animales no se les pueden cobrar cuotas, en cambio sí a las comunidades y a las empresas que se asienten en esa otra inútil frontera en el sureste mexicano”; con ello, “se asegura así el crecimiento de las guerras por el control territorial, en las que estará ausente el holograma del Estado Nación”.4. “Mienten quienes dicen que hay una alianza entre los gobiernos y el crimen organizado. Así como no hay alianza entre una empresa y sus clientes. Lo que hay es una simple -aunque costosa- operación mercantil: el Estado ofrece una ausencia y el cártel en cuestión ‘compra’ esa ausencia y suple la presencia del Estado en una localidad, región, zona, país. La ganancia es mutua entre vendedor y comprador, la pérdida es para quienes sobreviven en esos lugares. ‘Quien paga o presta, manda’, es el añejo aforismo que ‘olvidan’ los analistas y los científicos sociales’”.5. “El Estado piensa que los del llamado Crimen Organizado son sus sirvientes y van y vienen según se les indique o se le obligue. Por esa creencia es que se llevan las sorpresas que padecen”.
La severa crítica del EZLN al señor López es indiscutible en este gobierno fallido donde la violencia, el crimen y la inseguridad crecen día con día ante la pasividad de los guardianes del orden.
La libertad de expresión parece estar encadenada; amenazada de muerte; proscrita en un gobierno autoritario que adoctrina cada día en misas mañaneras a quienes no quieren ver, ni escuchar ni sentir hasta que les toque; hasta que el hambre, el desempleo, el costo de la vida, la colegiaturas en escuelas públicas sean impagables; hasta que las “becas” resulten insuficientes para enfrentar deudas, miedo y muerte. ¿Hasta cuándo, hasta cuando?
Como sea, la lucha por la libertad de expresión con la pasión por este peligroso oficio, siempre será una cuestión de amor.
