* El colectivo Menos Fuego Más Monte advierte sobre un deterioro acelerado del entorno natural en la zona metropolitana
Redacción / Alfaro Noticias
La zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez enfrenta un proceso acelerado de pérdida de cobertura forestal y de cuerpos de agua, de acuerdo con los resultados del proyecto “Conservación del patrimonio natural de la Zona Metropolitana de Tuxtla Gutiérrez”, presentado por el colectivo Menos Fuego Más Monte.
Durante una conferencia de prensa, integrantes del colectivo informaron que el análisis cartográfico y satelital muestra una pérdida de más de 25 mil hectáreas de vegetación en los últimos años, con una tasa promedio anual superior a 900 hectáreas deforestadas. Esta situación, señalaron, tiene un impacto directo en la calidad de vida, la disponibilidad de agua y la salud de la población.
El proyecto fue desarrollado en colaboración con el Fondo de Derechos de Conservación en México y contempla la conformación de brigadas voluntarias para la prevención de incendios, talleres comunitarios y acciones de restauración ambiental en localidades prioritarias. Las zonas más afectadas se identificaron tras cruzar los datos de pérdida de cobertura vegetal con el mapa de riesgo por deslizamientos.
Como parte de las estrategias implementadas, se capacitaron más de cien personas en restauración y manejo de incendios, además de realizar seis talleres comunitarios en colonias ubicadas en zonas de alto riesgo. También se impulsaron acciones educativas mediante materiales impresos, cápsulas de radio y actividades formativas para promover una cultura de conservación ambiental.
El diagnóstico incluyó el establecimiento de un refugio climático en la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), donde se sembró una selva Miyawaki y se capacitó a 137 personas en técnicas de reforestación urbana. De manera complementaria, se realizaron 137 microreforestaciones en distintos puntos de la ciudad.
De acuerdo con Menos Fuego Más Monte, el deterioro ambiental responde a la falta de planificación territorial y a la expansión urbana desordenada, factores que agravan los efectos de la crisis climática local. El colectivo subrayó que la pérdida de áreas verdes afecta la capacidad de recarga de acuíferos y la regulación térmica en la capital chiapaneca, por lo que insistió en la urgencia de integrar políticas de conservación y restauración dentro del ordenamiento urbano de Tuxtla Gutiérrez.
