- Certificación a cocineros tradicionales en Chiapas
Noé Juan Farrera Garzón
La reciente certificación de cocineras y cocineros tradicionales realizada en Tuxtla Gutiérrez, marca un importante avance en el reconocimiento del patrimonio culinario de Chiapas. Entre los participantes destacó Eusebio Domingo Hernández López, cocinero tradicional.
Él es responsable, de uno de los platillos más emblemáticos de la Fiesta Grande de Enero en Chiapa de Corzo: la tradicional pepita con tazajo, una receta heredada que combina historia, sabor y memoria colectiva.
Para Hernández López, este reconocimiento va más allá de un simple documento: “esta certificación dignifica nuestro trabajo, nos respalda ante organismos internacionales y nos impulsa a seguir preservando nuestras recetas ancestrales”.
Este tipo de certificaciones, promovidas por las autoridades de turismo del estado de Chiapas, tienen una trascendencia cultural enorme. Por un lado, fortalecen la identidad gastronómica de los pueblos originarios, reconociendo la sabiduría de las cocinas tradicionales como parte del patrimonio intangible del estado. Por otro, abren oportunidades de profesionalización, intercambio y promoción a nivel nacional e internacional.
La preservación del arte culinario no solo es vital para mantener viva la historia de los pueblos, sino que se convierte en una herramienta poderosa para el desarrollo turístico. Cada platillo tradicional es un relato vivo que atrae a visitantes ávidos de experiencias auténticas.
En ese sentido, la certificación de cocineras y cocineros tradicionales, fortalece la oferta turística de Chiapas, diversifica sus atractivos y posiciona su riqueza gastronómica como una razón más para descubrir sus rincones. Con este tipo de acciones, Chiapas avanza en la consolidación de un turismo cultural más consciente y sostenible, en el que las comunidades locales y sus saberes son protagonistas.