* El primer vuelo con deportados chiapanecos llegará a Tapachula, mientras que los migrantes venezolanos han comenzado a ser llamados para los vuelos humanitarios, aunque solo aquellos con documentos válidos pueden acceder a este beneficio.
Redacción / Alfaro Noticias
El Instituto Nacional de Migración (INM) ha implementado operativos para recibir a los chiapanecos deportados y a los migrantes venezolanos que han optado por regresar voluntariamente a su país de origen. Estas acciones están siendo coordinadas tanto a nivel federal como estatal.
El primer vuelo con deportados chiapanecos llegará a Tapachula tras una escala en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Se estima que la mayoría de los deportados provienen de comunidades cercanas a la frontera con Guatemala. Las autoridades locales han dispuesto transporte terrestre para facilitar el regreso de los migrantes a sus hogares, aunque algunos optarán por utilizar sus propios recursos para desplazarse a sus destinos.
Mientras tanto, a partir del 9 de febrero, el INM habilitó vuelos humanitarios para aquellos que desean regresar a Venezuela, pero esta opción está restringida a quienes poseen la documentación adecuada, como cédula o pasaporte. Esto ha dejado fuera a un número significativo de migrantes que no cuentan con estos documentos.
En Tuxtla Gutiérrez, los migrantes venezolanos han comenzado a ser llamados a las oficinas del INM para ser incluidos en la lista de beneficiados para los vuelos humanitarios. Hasta el momento, solo 30 personas han podido abordar los vuelos con destino a Caracas, y han subrayado la limitada disponibilidad del programa y la gran demanda entre los migrantes.
El cierre de la aplicación CBP One y las recientes políticas migratorias estrictas han obligado a muchos migrantes a abandonar la idea de llegar a Estados Unidos. Ante la falta de posibilidades para continuar su viaje hacia el norte, han optado por regresar a sus países de origen.
Este cambio en las dinámicas migratorias también está afectando a varias comunidades del estado, que dependen de las remesas enviadas por los migrantes. La reducción de las oportunidades para cruzar a Estados Unidos podría tener un impacto económico negativo en estas familias.