Operación Enjambre: el primer golpe de Sheinbaum contra funcionarios vinculados al crimen organizado
* La operación ha detenido a varios funcionarios del Estado de México, y se anticipa que habrá más arrestos en las próximas semanas.
El pasado 22 de noviembre, autoridades federales y estatales llevaron a cabo la primera fase de la Operación Enjambre, un operativo que resultó en la detención de siete funcionarios públicos en el Estado de México, presuntamente vinculados con el crimen organizado. La operación, que movilizó a más de mil 500 elementos de diversas fuerzas de seguridad, incluyó la captura de mandos policiales, alcaldes y otros servidores públicos de municipios clave, como Amanalco, Ixtapaluca y Naucalpan. Los detenidos están acusados de delitos como extorsión, secuestro y homicidio, en presunta colaboración con grupos criminales como La Familia Michoacana.
Entre los detenidos destaca María Elena Martínez, alcaldesa de Amanalco, quien enfrenta acusaciones por la presunta autoría intelectual del asesinato de un exsíndico del municipio. También fue arrestado su director de Seguridad, Manuel Alejandro Rangel, involucrado en el caso. En el municipio de Tonatico, Ellery Guadalupe Figueroa, director del DIF y esposo de la alcaldesa, fue detenido por su presunta participación en actividades de extorsión. Además, se capturaron altos mandos de seguridad de Ixtapaluca, Naucalpan y Tejupilco, acusados de extorsionar a empresarios locales y de colaborar con organizaciones criminales.
El operativo se llevó a cabo con una fuerte presencia de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y la Policía Estatal, y se realizaron 14 órdenes de aprehensión y 20 cateos en varias localidades del Estado de México. Las autoridades utilizaron aeronaves para trasladar a los detenidos de mayor peligrosidad, y los operativos se coordinaron con el Poder Judicial para garantizar el cumplimiento de las órdenes de aprehensión. Sin embargo, la operación también estuvo marcada por un incidente dramático: el suicidio de un funcionario de seguridad en Texcaltitlán antes de ser arrestado por las autoridades.
La Operación Enjambre tiene como objetivo desmantelar las redes de complicidad entre funcionarios públicos y organizaciones criminales en el Estado de México, una entidad que ha sido históricamente afectada por la violencia y la corrupción. En este sentido, la presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo han enfatizado que la estrategia de seguridad de su gobierno se centra en la inteligencia, la coordinación interinstitucional y el combate a la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
A pesar de la magnitud del operativo, expertos en seguridad como David Saucedo señalan que la operación es solo un paso inicial en la lucha contra la “narco-política”. Saucedo indicó que aunque este operativo ha revelado las conexiones entre funcionarios y delincuentes, será necesario que se logren sentencias judiciales para que la ofensiva tenga un impacto real. En este contexto, la Operación Enjambre ha sido vista como un intento de limpiar las estructuras de seguridad pública a nivel municipal, pero aún queda por ver si el sistema judicial podrá procesar y sancionar adecuadamente a los implicados.
El caso también pone de relieve la persistente vinculación entre el crimen organizado y la política mexicana, especialmente en áreas afectadas por la violencia. Las autoridades han adelantado que seguirán con nuevas detenciones en las próximas semanas.
