Sr. López
Ardían los pastizales del rancho vecino al del padre de la abuela Elena, recordaba ella muy serena. El viento llevaba el incendio a los campos de su papá y todos, esposa, hijos, hijas, sirvientas, mozos, caporalespeonada y él, atajaban el fuego como podían, con cobijas, palos y arrastrando troncos tirados por caballos. Pero a galope tendido llegó el vecino con varios de sus hombres, amenazando con matarlos si no salían de su propiedad y decía la abuela que su papá contestó: -Primero matamos la lumbre y ya luego nos matamos usted y yo -los hombres que iban con el vecino se unieron a ellos en sofocar las llamas y el otro se fue con su caballo al paso. No hubo muertos.
“Nosotros (…) nunca nos vamos a subordinar. México es un país libre, soberano e independiente y no aceptamos injerencismos”, dijo el domingo pasado desde Mazatlán (Sinaloa, claro), nuestra Presidenta, refiriéndose a la declaración que el mismo día hizo el fétido Trump, en un evento público en Phoenix, Arizona:
“En mi primer día de regreso a la Oficina Oval, firmaré una histórica serie de decretos (…) todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados y designaré de inmediato a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Lo haremos de inmediato y desataremos todo el poder de las fuerzas de seguridad federales, el ICE y la Patrulla Fronteriza”.
¿Alguna objeción?, digo, el bocazas Trump, bien podría decir que EEUU nunca se va a subordinar a México, que son un país libre, soberano e independiente y que no acepta injerencismos, pues si ya siendo Presidente, firma o no órdenes ejecutivas, en el Salón Oval de la Casa Blanca, es muy su asunto, muy sus leyes y muy su modo.
Llama la atención que nuestra Presidenta opine si el Presidente de otro país declara lo que le pegue la gana. Pero hay razones.
Hay dos leyes en EEUU que permiten al Ejecutivo de allá, intervenir en países extranjeros para combatir el terrorismo y las amenazas a su país. Son la Ley Antiterrorista y de Pena de Muerte Efectiva, firmada por Bill Clinton en 1996 y la Ley Patriótica (“USA Patriot Act”), emitida en 2001 por el tal George Bush.
Es una barbaridad que el tío Sam crea que puede realizar operativos militares en otros países, pero a ningún imperio le preocupa mucho caerle bien a nadie. Esas leyes yanquis fueron hechas para que los integrantes de sus agencias de inteligencia y sus cuerpos militares, no se rehúsen a actuar por ser ilegal hacer operativos a escondidas. Son cosas de su moral formalista, calvinista, otro tema. Pero es prueba de que sí saben que son un imperio. Ni modo.
Sin embargo, esas dos leyes yanquis hablan más de cómo estrangular financieramente al crimen organizado ya declarado organización terrorista, que de invadir o hacer operativos militares en otros países, que también lo dicen.
EEUU no anda haciendo operativos militares a tontas y a locas. El mismo barbaján del Trump, en abril de 2019 -su primer periodo como presidente-, declaró como organización terrorista a la Guardia Revolucionaria de Irán, que no son una banda criminal clandestina, son 215 mil soldados del ejército de Irán, para proteger a su gobierno de golpes de Estado(represión monda y lironda de su propia gente). Y el tío Sam no los ha bombardeado, ni mandó Marines; les impuso sanciones económicas, correteó banqueros y financistas, congeló dinero, negó visas y prohibió a los funcionarios de ese gobierno ir a los EEUU. Muchas cosas, bombas, no.
Los gobiernos de EEUU, nunca son un grupo babeante de tontitos. Eso no. Hacer operativos militares en México sería declarar la guerra y eso no les conviene (si les conviniera, ya estarían entrando).
No dude que el patán del Trump sí declare que las bandas del crimen organizado de México son grupos terroristas. Y cuando lo haga, no dude tampoco, que aclare que conforme a las leyes mexicanas, sí son terroristas porque eso son de acuerdo a nuestro Código Penal Federal, Capítulo VI, artículos 139, 139 bis y 139 ter, en los que se define como terrorismo todo acto “(…) en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación”. Son terroristas. Punto.
Nuestro gobierno siempre ha rechazado declararlos terroristas (no solo el que acaba de terminar, para ser justos), y doña Sheinbaum sigue en eso. Mala estrategia. Son terroristas. Y si la coartada para no declararlos así es la posible acción militar unilateral de los EEUU, revela cortedad de miras y convencimiento de que somos lo tarugos del tío Sam. Los acuerdos de cooperación y colaboración mutua, ‘per se’ impiden una invasión o bombardeos con drones o misiles.
La actitud de Adelita o Niña Heroína, al ese Trump, no lo calla porque es un gañán. México bien podría adelantarse y declararlos terroristas, en apego a nuestras leyes, obligando a los EEUU a desatar una persecución implacable en su propio territorio contra vendedores de armamento, banqueros y empresarios que les lavan dinero, entre otros.
No lo hará doña Sheinbaum porque el guión se lo dejaron escrito. Y por cierto, el tal Trump no usará la declaración de terroristas, para cancelar el T-MEC, mucho se equivocan los comentócratas que lo aseguran. La Estrategia Nacional de Seguridad de USA, 2002 (The National Security Strategy of the United States of America, 2002), entre sus objetivos tiene “el crecimiento económico mundial, por medio de la difusión del libre mercado y del comercio libre” y en los capítulos 6 y 7, destaca “el libre mercado y libre comercio, como prioridades claves de la estrategia de seguridad nacional”. No nos preocupemos de más, el tío Sam siempre va por los negocios, ‘business as usual’.
Pero mientras, todo hay que decirlo, hace bien doña Sheinbaum en ponerse brava, es lo único que respeta ese patán. Y a nosotros los del peladaje, toca rezar… ¡oooremos!