César Trujillo
Al presidente municipal de Ocozocoautla, Alfonso Estrada Pérez, las cosas se le van yendo de las manos. El domingo se celebró la marcha pacífica por el incremento de la inseguridad. Los habitantes salieron a las calles preocupados por la violencia que está cooptando al municipio. Solicitaron la aplicación de un Plan de Seguridad implementado desde el Gobierno del Estado y evidenciaron la inoperancia de las autoridades municipales que se han visto rebasadas.
Y es que algo no cuadra en ese tema, que es de vital importancia para cualquier población, cuando los mismos habitantes sindican un jaloneo al interior de la Dirección de Seguridad Pública Municipal. En menos de cuatro meses han pasado ya tres directores. El presidente municipal ha desoído los llamados por tomar cartas en el asunto y ahora tiene a un pueblo con focos rojos de inseguridad.
Asaltos a mano armada, cristalazos y un foco de alerta en el narcomenudeo (ojo aquí) deben ser atendidos cuanto antes. Sobre todo cuando Alfonso Estrada está más interesado en mostrarse como un alcalde poderoso y no preocupado por solucionar un problema que ya se le salió de control.
Los mismos uniformados señalan que al segundo director de la Policía Municipal, recién había llegado de Comitán, sufrió un golpe interno planeado desde personajes cercanos al presidente municipal: los oficiales se le insubordinaron y lo metieron a la cárcel siendo su jefe. Con ello negociaron su salida y la entrada del que ahora está en funciones.
Pero no es todo. Es el mismo alcalde quien pone el desorden, según denuncias. Los días sábado y domingo saca su negocio a la calle. No le basta el local en donde vende utensilios de plástico y más. Ahora, media calle (incluyendo la banqueta) es tomada por sus vendedores que sacan la venta sin pudor alguno. No les importa que esto derive en un problema de congestionamiento vial. Menos aún que el problema del ambulantaje se esté disparando y sea otro foco rojo que también se le está yendo de control.
Lo preocupante es que quienes han tratado de cuestionar el comportamiento (con ínfulas de todopoderoso) del alcalde son amenazados. O ignorados. Conducta que terminará pasándole facturas. Ya lo verá.
Digo, se sabe que perdió ya el respaldo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con ello sus posibilidades de reelegirse están sepultadas. La ley es clara en este tema para quien aspire a repetir lo tenga que hacer por el mismo color. Por eso su coqueteo con Morena es una acción desesperada por buscar cobijo y sin frutos a futuro.
Sus mismos colaboradores deberían tomarse la molestia de desmenuzar la situación de indefensión a la cual se dirige y la muerte política a la que parece estar destinado. Es inadmisible que a escasos cuatro meses de gobierno le estén reventando en las manos un cúmulo de problemas. Quizá si bajara dos rayitas a su soberbia y entendiera que un alcalde se debe a su pueblo, otro gallo le cantara.
La ignorancia es peligrosa. Más aún cuando los alcaldes se rodean de personajes que les dirán lo que quieren escuchar, más nunca la verdad detrás de todo. Tres años no son nada y el poder, señor Alfonso Estrada, es efímero. Si políticos de talla internacional terminan en el olvido, exiliados y aplastados por su propia soberbia, cuanto más un político de aldea. ¡Es cuanto!
Estafeta blanquiazul
El Partido Acción Nacional (PAN) en Chiapas renovará dirigencia en breve. Los nombres de Carlos Palomeque Archila y Francisco Rojas Toledo saltaron a escena desde hace unos días. El “tiro” estaba cantado. Sin embargo, algo pasó en último momento que el excandidato a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez no se inscribió.
Algunos panistas señalan que Paco Rojas, tras cabildear con diferentes actores políticos y buscar mostrarse como la carta que requiere el panismo para resurgir de las cenizas, consideró que la convocatoria estaba a modo.
Palomeque movió sus piezas, se rodeó de cuadros de antaño para mostrar el músculo y se inscribió ayer. Es el único suscrito. ¿Qué procede? Al parecer el equipo de Paco Rojas va a impugnar dicha convocatoria y a exigir que se emita otra en apego a la transparencia y los principios del partido. De no darse, algunos auguran que la renuncia al blanquiazul del polémico doctor sería inminente.
Lo cierto es que si esto se da, el PAN podría sufrir una “desbandada” (así dicen) al no mostrar nuevos cuadros. Palomeque tuvo su tiempo y fue sindicado en su administración. Lo que le favoreció fue el gris y frívolo paso en la dirigencia de la ahora diputada local Janette Ovando Reazola. Es a ella a quien le debe preocupar quién llegue luego de los señalamientos vertido en su contra.
Ahora el tiempo dirá. La vida interna del instituto político blanquiazul parece sólo buscar el reciclaje. No se le ve otro rumbo. Es más, hace mucho que lo perdió.
Manjar
El doctor Oswaldo Chacón Rojas, consejero presidente del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), se resiste a ganar menos que el gobernador de Chiapas. En su disfraz por mostrarse colaborativo bajó su sueldo unos ocho mil pesos mensuales. Sin aguinaldo ni primas vacacionales, el doctor gana poco más 140 mil pesos al mes (¡Vaya reducción!). Y no es el único. Lo mismo pasa con tres de sus consejeros que andan peleando con todo la paga y no están dispuestos a verla reducida. En ese tenor algo no cuadra. Sobre todo en la corresponsabilidad con el gobierno actual. Si esa es la austeridad para ellos, pues todos queremos ser austeros. #VidaDeMirrey // “En un estado verdaderamente libre, el pensamiento y la palabra deben ser libres.” Suetonio. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro ¿Quieres ser periodista? Todo lo que tienes que saber… o casi de Luis Fraga Pombo y María Solar, y el disco Lucille Talks Back de B. B. King. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.
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