RODULFO REYES
La reprobación de la cuenta pública de 2018 del exgobernador Arturo Núñez Jiménez ha servido de catarsis a la sociedad tabasqueña: descargó su frustración por la precaria situación de Tabasco en la figura del perredista que ya vive muy quitado de la pena en España.
El problema es que se pueden desilusionar muchos ciudadanos que creen que el hecho de que el poder Legislativo le haya dado “palo” al gasto público ejercido por el exsenador, significa que en automático Núñez y su esposa Martha Lilia López Aguilera van a ir a la cárcel.
Pero no es así. Ayer mismo muchos colaboradores del marido de Martha Lilia empezaron a justificar que no necesariamente el perredista tiene que ser procesado penalmente, ya que de acuerdo con la ley de responsabilidades cada secretario o director general es responsable de las irregularidades que se susciten su área de trabajo.
Este martes el debate se centró en la Cámara de Diputados, cuando el pleno avaló el dictamen del lunes de la Primera Comisión Inspectora de Hacienda que rechazó la cuenta pública 2018 de Núñez.
El último ejercicio fiscal del exmandatario tabasqueño fue rechazado con 30 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones.
¿Por qué ninguno de los seis diputados del PRD salieron en defensa de Núñez? La única respuesta que le ocurre al reportero es que no hay manera de respaldarlo por las serias anomalías administrativas que le encontraron.
A nombre de Morena, el diputado Exequias Braulio Escalante Castillo aseguró que la cuenta de Núñez no solventó el 50 por ciento de las observaciones, lo que hace un monto de más de cuatro mil millones de pesos.
Dijo que la fuerza de su fracción, que es mayoritaria, se hará valer para enviar el mensaje claro de que no hay ni habrá intocables, pues el combate a la corrupción es en serio y quien haya cometido irregularidades debe ser sancionado.
El diputado priísta Nicolás Bellizia Aboaf demandó que de inmediato el Órgano Superior de Fiscalización (OSF) presente las denuncias penales en contra de Núñez.
En redes sociales la ciudadanía masacró al matrimonio Núñez, con la idea de que lo que sigue es una fría celda.
Pero en el “círculo rojo” no se piensa igual. Analistas siguen creyendo que hay una alianza entre Núñez y el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que evitará que el brazo de la ley alcance a la pareja.
El pasado 23 de agosto, en la 30 Zona Militar, en donde ofreció su conferencia de prensa mañanera, AMLO dijo aquí que la federación no iba a presentar denuncias en contra de Núñez.
El de Macuspana justificó su “certificado de impunidad” al exgobernador con el argumento de que él no era partidario de las venganzas políticas.
Esto es, de acuerdo con el mandatario mexicano, si se inician procesos penales en su contra adquirirá el estatus de “perseguido político”.
Como se sabe, Arturo Núñez fue jefe del Ejecutivo choco en 2012, gracias a la “remolcada” que le dio el entonces candidato presidencial del PRD, López Obrador.
En los hechos, Núñez fue el primer gobernador de Tabasco impuesto por el ahora presidente del país.
Y Adán Augusto López Hernández, sobre cuya administración cae la responsabilidad de presentar las denuncias en contra del perredista radicado en la Madre Patria, es el segundo mandatario que AMLO instala en el Edén.
Vaya, Núñez y Adán pertenecen al mismo establo político, ahora denominado 4T.
ESTRICTAMENTE PERSONAL…
LAS CONDOLENCIAS DEL columnista para el compañero Jacinto López Cruz a la muerte de su padre, don Rafael López.
