* En los últimos meses se han registrado ejecuciones, ataques a policías y hallazgos de cuerpos desmembrados en el estado.
Un enfrentamiento entre reos en el Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (Creset) dejó un saldo de siete muertos este martes, en un episodio que repite la tragedia ocurrida en diciembre pasado, cuando un motín en la misma prisión cobró la vida de otros siete internos. De acuerdo con reportes extraoficiales, la violencia habría sido provocada por una disputa entre grupos rivales dentro del penal.
El tiroteo comenzó poco antes del mediodía, lo que obligó a la intervención de la Policía Estatal con apoyo del Ejército y la Guardia Nacional. Familiares de los internos, que esperaban noticias en los alrededores del reclusorio, reportaron haber escuchado múltiples disparos antes de la llegada de las autoridades. La Fiscalía General del Estado informó que ha iniciado una investigación, sin precisar las causas exactas del enfrentamiento.
La crisis de seguridad en el Creset no es nueva. En diciembre, un motín de grandes dimensiones derivó en incendios dentro de la prisión, la intervención de la policía con gas lacrimógeno y la muerte de siete internos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos había hecho un llamado a las autoridades para garantizar la seguridad en el penal, sin que hasta ahora se hayan tomado medidas efectivas.
La violencia dentro de la prisión se ha visto acompañada por episodios de inseguridad en todo el estado. En los últimos meses, Tabasco ha registrado ejecuciones en bares, hallazgos de cuerpos desmembrados y ataques directos contra policías. La disputa entre grupos del crimen organizado parece haberse intensificado, mientras las autoridades locales han señalado la existencia de complicidades dentro de las instituciones de seguridad.
El penal de Villahermosa ha estado en la mira desde noviembre, cuando un operativo permitió el decomiso de armas y drogas. Días después, el entonces director del Creset, Juan Manuel Arteaga, renunció tras recibir amenazas del crimen organizado. Su sucesor, Enrique Díaz Álvarez, asumió el cargo en medio de una creciente crisis, que en solo dos meses ha dejado dos masacres dentro de la cárcel.
A mediados de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum ordenó el despliegue de 180 elementos de la Guardia Nacional y el Ejército para contener la violencia en Tabasco.