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No hay razón / La Feria

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Sr. López

 

La abuela paterna, Elena, contaba de un primo suyo, Chon (Encarnación), enamorado desde chamaquito de una cimbreante autleca de esas de ¡y retiemble en sus centros la Tierra!, Beatriz de nombre. El caso es que el Chon no tenía ojos para ninguna otra, siendo no pocas las que se los buscaban porque era un tipo bien plantado, macizo, pero con fama de lo que era: mala cabeza y borrachote. Se casó con otro la Beatriz; el Chon, trabó las mandíbulas y siguió enamorado, ambicionando robarle inspiración a la tristeza. Con un bebé de brazos quedó viuda la Beatriz, por cosas de esas que se arreglaban antes a tiros (y ahora); y vuelta el Chon a cortejarla y vuelta la Beatriz a desairarlo. Ya daba sus primeros pasos el bebito, cuando la Beatriz contrajo nuevo matrimonio, ahora con un señor mucho mayor que ella, viudo también, pero hacendado riquísimo, muy panzón decía la abuela, del que no tuvo hijos (por lo mismo, decía la abuela); y el Chon volvió a trabar las mandíbulas, siguió enamorado de la Beatriz, matándose a borracheras, padeciendo ese amor que con los años se hizo resistente a los daños… y palmó el panzón (por lo mismo, decía la abuela), y la Beatriz ya viuda dos veces, volvió a desdeñar a Chon, que no logró encontrar grietas en el corazón de la ingrata Beatriz (con perdón de don Guillermo Aguirre Fierro, el que escribió la cursilada tan popular del “Brindis del bohemio”, lectura prohibida para diabéticos). Casó por tercera ocasión Beatriz, esta vez con un señor de Guadalajara que se la llevó a vivir a la Ciudad de México… y el Chon se hizo viejo, siempre solo, siempre en la parranda, siempre enamorado de la Beatriz, a la que volvió a ver en un velorio ya otra vez viuda (suertuda la mujer), y el Chon le dijo que si ella quería, compartieran su vejez en un amor de esos que como el vino mejoran con los años y la Beatriz, conmovida, contestó: -¡No entras en razón!

 

Antier dio inicio “The Real Estate Show 2018”, en el restaurante Hacienda de los Morales, en la CdMx (solo los nacos le ponen nombre en español a sus eventos); y ayer sesionaron en el Centro Citibanamex.

 

Dicen sus organizadores (la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, ADI), que es “El evento inmobiliario más importante de México y Latinoamérica”; y agregan (no se andan con chiquitas): “(…) la destacada participación de funcionarios públicos, líderes empresariales y conferencistas internacionales ha permitido a los asistentes conocer de primera mano las decisiones que marcan el rumbo de la nación en los distintos ámbitos políticos, económicos y sociales”… ¡órale! ahí se sabe el rumbo del país. ‘Tá bueno saberlo.

 

Y sí fue la crema y la nata a la reunión. Por supuesto, los que quieren treparse a La Silla ahí estuvieron (el C.Anaya quien -oootra vez-, habló de la persecución del gobierno; pobrecito), pero la nota del día la dio el redentor patrio, don Pejesús, quien hizo un gran anuncio en su participación ante los ricos ricotes del negocio inmobiliario, y lo hizo dos veces, a cuento de nada, sin que nadie le preguntara sobre el tema, pero él, nomás para que nadie ande de nervios, promulgó (a sus habitantes sabed):

 

-“Yo no me voy a reelegir” -¡adentro!… ora sí ya nadie lo para. Nomás eso nos faltaba confirmar: no se piensa reelegir. Y abundó: -“(…) no soy partidario de la reelección. Hay presidentes en otros países que llegan (…) y luego modifican las leyes para quedarse más tiempo. Y no voy a reelegirme” -¡uf!, qué alivio; pero tal explicación no pedida apesta a que lo pensó. Lo bueno es que siempre cumple lo que dice, nomás recuerde usted el Decálogo que promulgó el 12 de diciembre del año pasado, cuando se registró como “precandidato”:

 

1. A partir del 1 de diciembre de 2018, habrá un Estado democrático de derecho. Se aplicará la ley a la letra y al margen de la ley nada y por encima de ley nadie… 2. (…) Se eliminará la corrupción, vamos a suprimir fueros y privilegios… (bueno, excepto toda la mafia del poder a la que ya otorgó una “amnistía anticipada”; para esos no hay ley que valga). De dos compromisos, dos menos.

 

3. (…) se descentralizará el gobierno federal (por sus purititos pantalones, como corresponde  a un Estado democrático de derecho). 4. (…) Fijar precios de garantía a los agricultores (haciendo como que no existe el TLC ni los otros 11 tratados de libre comercio, ni la Organización Mundial de Comercio; él fijará precios de garantía, aunque leyes, tratados y acuerdos se lo impidan; aunque no haya dinero que alcance para eso). Otros dos que puede usted ir borrando.

 

5. (…) Rescate sector energético (ya nos explicaron Romo y él, que siempre no, que sí está bien la reforma y sus contratos). 6. (…) No aumentará impuestos ni deuda pública (o sea: él sabe cuál será el comportamiento futuro de los precios de todo, si habrá o no crisis comercial mundial -Trump mediante-; que alguien le explique que es imposible comprometerse a cero deuda… con manzanitas). De seis, seis que no va a cumplir.

 

7. (Desde el) Primer día del próximo gobierno, los jóvenes tendrán garantizado el derecho a estudio y trabajo. Tendrán beca mensual. Y universitarios de escasos recursos apoyos de 2 mil 400 pesos mensuales. Contratar a dos millones 300 mil jóvenes para otorgar sueldos de 3 mil 600 pesos mensuales como aprendices. 8. (…) al doble la pensión de los adultos mayores del país… (así, sin presupuesto aprobado por el Congreso, por sus pistolas… perfecto).

 

9. (…) Se dejarán sin efecto las medidas de la reforma educativa (bueno, ya dijo que no va a tentarla al menos sus tres primeros años). y 10. (…) Crear la Guardia Nacional (que luego explicó que será con soldados y marinos). O sea: 10 ocurrencias que no cumplirá.

 

Pero eso sí: no se reelige y explicó que él hará de seis años, doce, porque va a trabajar 16 horas diarias… ¡magnífico!, lástima que no sea cosa de horas sino de dinero: él puede trabajar si quiere las 24 horas del día, pero el presupuesto es el mismo.

 

La ventaja es que no se va a reelegir, no dudemos, no hay razón.

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