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No es poco / La Feria

No es poco / La Feria
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Sr. López

 

Nota del autor: en riguroso cumplimento del silencio autoimpuesto sobre el  próximo gobierno federal -aplican restricciones-, este texto servidor no dirá ni pío acerca del nombramiento anunciado ayer por AMLO, de Marcelotzin Ebrard como secretario de Relaciones Exteriores de México. Además, también ayer quedó dicho en alguna prensa nacional, que el Ebrard ya fue subsecretario de Relaciones Exteriores y tiene experiencia en la materia, cosa rigurosamente cierta… del 29 de noviembre de 1993 al 10 de enero de 1994: un mes y 13 días de experiencia (Videgaray, verde de envidia). Amén.

 

Tultepec, Estado de México, se enlutó ayer. Accidentalmente explotaron varios talleres en los que se fabrican fuegos artificiales; fallecieron 24 personas y quedaron lesionadas otras 49 (no se sabe aún si estas cifras son finales). Grave.

 

Tultepec es el principal productor de pirotecnia en el país. Su dominio en la fabricación de fuegos artificiales les ha merecido, por ejemplo, recibir el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1991, de manos del Presidente de la república. No de balde es la sede de la Feria Nacional de la Pirotecnia (se celebra cada marzo desde 1989).

 

Tultepec, fabricaba pólvora ya desde la Colonia (tienen mucho salitre), son ya casi dos siglos de tradición haciendo fuegos artificiales, por eso se autodenominan “Capital Nacional de la Pirotecnia” (y el gobierno del Estado lo denomina “Cuna nacional de la pirotecnia”).

 

Tultepec se caracteriza porque la mayor parte de la producción es artesanal. Es su orgullo, su tradición, su modo de vida.

 

Tultepec es la mayor productora de fuegos artificiales del país y sus ventas anuales superan los mil millones de pesos (en todo México se venden anualmente arriba de 1,800 millones de pesos); el campeón de ventas es el mercado de San Pablito, con una extensión equivalente a dos canchas de futbol (más o menos una hectárea).

 

Tultepec de 2005 a la fecha, ha explotado al menos seis veces su mercado de San Pablito: el 15 de septiembre de ese año, volaron 150 toneladas de explosivos; en septiembre de 2006, explotaron 280 de los 290 locales de venta; en 2007, apenas meses después de su reconstrucción, explotaron todos los locales; en 2010, otra detonación; otra más el martes 20 de diciembre de 2016 (35 muertos, 59 desaparecidos); y una semana antes de este accidente, el presidente del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (IMP, órgano encargado de la seguridad de la producción y venta de fuegos artificiales en el estado),  definió el tianguis de Tultepec como el más seguro de Latinoamérica: -“(…) con puestos perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo”.

 

En Tultepec, de 1989 a 2018, van más de 40 accidentes, que han cobrado la vida a 200 personas o más.  La detonación de ayer (en el barrio La Saucera), dejó 24 muertos y 49 lesionados (puede subir el número de fallecidos).

 

Tultepec tiene el secreto para este récord: la fabricación artesanal.

 

La pirotecnia es siempre peligrosa. El país que domina el mercado mundial es China (ellos inventaron la pólvora, qué chiste), con ventas anuales por cerca de 14 mil millones de dólares (280 mil millones de pesos, más o menos: 15,555% más que México); exportan una barbaridad a los EUA (nosotros no, ya ve qué lejos nos queda), y también hay accidentes por fuegos artificiales, claro, pero muy raramente en las fábricas porque ahí saben qué están haciendo y qué peligroso es (el último registrado en una fábrica china fue en julio de 2003 en la ciudad de Wangkou (?): 29 muertos y 100 heridos).

 

Nada más no piense que estamos mal del cerebro o que todo se hace al aventón en México, hay fábricas muy serias de fuegos artificiales: Pirotecnia Internacional S. A. de C. V., con más de 50 años en la CdMx,  presenta regularmente espectáculos en los EUA y el Caribe. Lux Pirotecnia, de Zumpango, Estado de México, con fama de ser rigurosos en sus normas de fabricación, hacen maravillas, para que se dé una idea, se encargaron de los fuegos artificiales de la celebración del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, en el Zócalo de la capital del país. Y… de Tultepec, Pirotecnia Reyes, con 135 años de existir, es otra: en 2011 ganó el Primer Lugar en la Competencia Internacional de Fuegos Artificiales en Hannover, Alemania (25 minutos de espectáculo de fuegos artificiales y música)… o sea, en mero Tultepec sí se puede.

 

Es un misterio para el del teclado, cómo le hacen en Tultepec para explotar tanto en sus talleres artesanales. Hay una ley y unas normas, de acuerdo, pero sin ley y sin normas, cualquiera entiende (después de 200 años haciendo fuegos artificiales), qué precauciones tomar. Sin lumbre y sin tronar cuetes, no explota: no es tan difícil. Y a la hora de recibir a la clientela, con revisarlos e impedir que entren con encendedor. De veras: no es tan difícil.

 

Y con todo y los accidentes terribles que sufre Tultepec, después del accidente de diciembre 21 de diciembre de 2016 (explotaron 300 toneladas; 33 muertos, 58 heridos y 12 desaparecidos), uno de sus pobladores dijo a la prensa: “Es la forma de vivir de cada persona, cada ciudad tiene sus peligros, así como son un riesgo tan grande los aviones y muere mucha gente, no los quitan. No pueden quitar la pirotecnia, esto que es el sustento de todo el pueblo, tiene que seguir, pero con otro tipo de medidas, que no suceda esto nuevamente”… pues sí, nada más que a las cosas por su nombre: no es una forma de vivir, es una forma de morir.

 

Por supuesto de inmediato brincó cierta prensa, señalando al gobierno como verdadero responsable de tanto accidente en Tultepec… y suena lógico, lo que tienen que hacer es prohibir la fabricación artesanal de pirotecnia, aunque hagan marchas y bloqueen carreteras los orgullosos artesanos de Tultepec. Ya estuvo bueno; ¿de qué van a vivir los de Tultepec?… eso el gobierno no lo sabe, ni lo sabrá, pero sí de qué no van a morir. Si lo piensa, no es poco.

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