Sr. López
Sostiene López (que lamenta no apellidarse Pereira), que su progenitora, Jefa de Administración y Disciplina del Campo de Adiestramiento donde fue domado, tenía dotes de adivina. En serio. Llegaba, veía un estropicio resultado de alguna travesura y sabía exactamente quién de sus hijos y cómo. Y nomás decía: -Dime la verdad o te va peor –y soltaba uno la sopa, porque siempre acertaba. A la fecha, muchas décadas después, no atina este menda a saber cómo hacía, pero no fallaba. La vida es dura.
Solo en los chistes el gringo es el bobo del que se burla el mexicano, nada más en los chistes. En la realidad los EUA son lo que son y nosotros, lo que somos:
Con datos del año pasado, el Producto Interno Bruto de nuestro vecino, fue 18 veces mayor que el nuestro: ellos, casi 26 billones 600 mil millones de dólares; y nosotros, poco menos de 1 billón 478 mil millones de dólares. Y no es porque sean más, los EUA tienen 333 millones de habitantes y México, 130, o sea, la diferencia es 156% más habitantes allá que acá (haga bien la cuenta)… pero producen 1,800% más que nosotros. Arde.
A brocha gorda: el presupuesto de egresos anual del gobierno de los EUA es 2,800% mayor que el de México; gastan 1,500% más en educación que nosotros y destinan 9,300% más dinero a la salud pública que acá. Y no le digo sobre el gasto en defensa nacional de ambos países porque nada gana uno deprimiendo lectores (porque seguro son más de uno… creo).
De lo que no se salva, mi estimado, es de enterarse que el 14 de marzo de este año, la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, compuesta por 16 agencias individuales (CIA, DEA, FBI y similares), anunció que para el ejercicio fiscal que allá inicia en octubre, su presupuesto será de 72 mil 400 millones de dólares… la friolera de 1 billón 303 mil 200 millones de pesos.
¿Y a mí qué?, estará usted pensando… y sí… solo se lo menciono para comparar con nuestro presupuesto anual en inteligencia según aparece en el Diario Oficial (Presupuesto de Egresos de la Federación para 2023: Ramo 36, Seguridad y Protección Ciudadana; Servicios de Inteligencia para la Seguridad Nacional): 2,813 millones 446 mil 355 pesos (156.3 millones de dólares, frente a 72,400 millones de dólares de los EUA… le digo: arde).
De ese tamaño es la desproporción: los EUA disponen de 46,321% más dinero para inteligencia que México. Y ya estuvo bueno de números.
Hace una semana, el viernes 21 de abril, desde el Puerto de Veracruz, el Presidente de la república mandó un mensaje al gobierno de los EUA, en respuesta al comunicado oficial de que van a ayudarnos a combatir a los narcos nacionales. Y el Presidente aclarando paradas, dijo:
“(…) que se oiga bien y que se oiga lejos: no aceptamos ninguna intervención. Nosotros tenemos capacidad suficiente para enfrentar a la delincuencia organizada, no queremos
intervencionismo, no queremos ayuda, entre comillas, de nadie, nos ha costado mucho en hacer valer nuestra soberanía. Y aunque se trate, repito, de buenas intenciones, son asuntos que solo nos corresponden a los mexicanos”. ¡Zaz!
Luego, nomás tomando aire para hacer historia, agregó: “(…) si alguien se atreve a invadir territorio mexicano, no solo deberá pelear contra soldados y marinos (…) Ningún gobierno extranjero se atrevería a poner un pie en nuestro territorio. De todas maneras, si lo hicieran, no van a defender a México solo los marinos o los soldados, vamos a defender a México todos los mexicanos”. (Aquí debió entrar la banda militar con el himno nacional o ya de perdida, la Marcha de Zacatecas… en fin, nunca hay completo).
Los EUA no tienen pensado invadir a México, díganle y que se tranquilice, le vaya a hacer daño. Y lo de que nosotros tenemos capacidad suficiente y no queremos ayuda, pues está muy bien, pero los EUA no nos van a pedir permiso para investigar y para investigar a fondo. Son muy aferrados.
Luego, más adelante en el mismo discurso en el Puerto, como que ya menos caliente, agregó que sí va a cooperar con los EUA, pero dejando muy claro que para su gobierno la prioridad es garantizar la seguridad de los mexicanos y, en un segundo plano, colaborar con Estados Unidos: “Primero, la seguridad pública en el país, todos los recursos, todos los esfuerzos, todas las voluntades, todos nosotros para garantizar la paz y la tranquilidad en México”.
¡Válganos Dios!, ese discurso era para la campaña en 2018, no para su quinto año de gobierno; ya con más muertos que sus antecesores y con el narco metido hasta la cocina, como que se ve mal haciendo promesas, cuando debiera estar reportando resultados (en lo que empieza a empacar, porque ya pronto, más pronto de lo que se imagina, va a tener que desalojar Palacio Nacional).
Pero el tío Sam no respeta nada y ayer, la jefa de la DEA, Anne Milgram en audiencia ante el Congreso de los EUA, prometió “perseguir la corrupción gubernamental en México que protege el tráfico de fentanilo si las evidencias muestran que existen funcionarios involucrados”.
Los legisladores de allá son de allá y no les gustó eso de que “si las evidencias muestran” y uno de ellos le preguntó directo si confiaba en los funcionarios del gobierno mexicano y doña Milgram, contestó de aire que en la acusación criminal contra 28 individuos en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, describe “la corrupción y los sobornos en México, que son necesarios para proteger a Los Chapitos”; e insistió: “Iremos hasta donde sea nos lleven las evidencias y los hechos”.
Como son necios los del Capitolio, remachó: “Nosotros seguimos la evidencia a donde quiera que nos lleve. Ya hicimos la investigación, el arresto y la extradición del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (…) ahí seguimos la evidencia. También hemos acusado a Maduro”.
En serio, que en Palacio ayuden a nuestro Presidente. Los yanquis son como la rabia en estas cosas y siempre se la cobran a los que creen que los han retado. Por el prestigio de México y bien de él, nada de que podemos solos, nada de bravatas. No es chiste.