Sr. López
Tía Tita era de Autlán, enviudó joven, quedó en Guadalajara y con una hija, Tita Chica, a la que consintió hasta hacerla insoportable. Era muy guapa, eso sí. Una vez, ya grande Tita Chica, regresó a deshoras (amaneciendo), y tía Tita, muy enchilada, le preguntó de dónde venía y su nena le dijo “de un hotel” y la tía, más enchilada, le preguntó qué estaba haciendo y Tita Chica, yendo a su recámara, sin voltear, le respondió con el gerundio (terminado en -iendo), de un verbo sinónimo de asir, agarrar… bueno, le preguntó.
Es horrible que lo dejen a uno con la palabra en la boca, como decimos cuando se nos ignora, cuando no se nos responde. Es una grosería y este menda sin ninguna mala intención, dejó sin contestar una pregunta de la Presidenta, quien en su mañanera de antier, cuando un reportero le pedía un comentariosobre el escandalete de la casa de 12 millones de pesos de un afamado cuatrotero, senador (con minúscula), conocido como El Changoleón y el Lloroñas, la mandataria lo interrumpió para preguntar:
“¿Qué les parece más importante: la casa de Noroña en Tepoztlán, que vive ahí desde hace no sé cuántos años, o que el de la DEA haya dicho que García Luna está al mismo nivel que los otros dos capos?… pero hacen un escándalo por lo de Noroña, ¿para qué?, para no hablar de lo otro, porque muchos medios fueron cómplices de eso, la verdad, de no decir nada de lo que pasaba en el periodo de Calderón”.
Bueno, atendiendo su curiosidad, este junta palabras, le responde: lo de la casa en Tepoztlán. Obvio.
Es obvio porque García Luna ya está en la cárcel, es asunto viejo, cosa juzgada. Ahora que si la pregunta de la titular del Poder Ejecutivo, fue nada más para acomodarse y embarrar al expresidente Calderón… ¡chin!… mala jugada.
En primer lugar porque Felipe Calderón dejó la presidencia de la república el 30 de noviembre de 2012, hace ya casi trece años; y el mentor, faro, guía, luz y mero mero de la señora Sheinbaum, entregó la banda presidencial apenas el 30 de septiembre pasado, hace casi once meses.
En segundo lugar porque si don Calderón debe dar explicaciones por las trastadas de García Luna o peor, si se puede inferir que fue su cómplice, porque fue su secretario de Seguridad Pública, entonces cabría aplicar el mismo criterio para el Señor de los Abrazos… y créalo, señora Presidenta, no le conviene al que no vive en Palenque.
No le conviene porque nadie está diciendo que el señor padre de los dueños de la chocolatería Rocío,anterior arrimado en Palacio Nacional, haya sido o sea cómplice de Ignacio Ovalle en lo de Segalmex (15 mil millones robados); de Manuel Bartlett (de historialimposible de resumir aquí); de Adán Augusto en lo de la Barredora; de Alfonso Romo en su lavandería (de dinero); de Cuitláhuac García en su desgobierno de Veracruz.
Tampoco de Delfina Gómez y sus moches en Texcoco; de Cuauhtémoc Blanco (otro largo historial, vergonzoso); de Ana Gabriela Guevara y su despelote con los dineros de la Conade; de Irma Eréndira Sandoval su secretaria de la Función Pública (la que combate la corrupción), y su “peculiar” acumulación de propiedades; de Pablo Amílcar Sandoval (hermano de Irma Eréndira), y sus desfiguros como súper delegado de programas sociales federales en Guerrero.
Mucho menos nadie se pone en plan de dudar de la acrisolada honestidad del que regala petróleo (que no es de él), por el asuntito de la robadera de joyas de oro, diamantes, esmeraldas, rubíes y zafiros, del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado,denunciado ante la FGR por quien era su titular, Ricardo Rodríguez Vargas.
Fea cosa robar lo robado al pueblo, de la que su siguiente titular Jaime Cárdenas, explicó que la fuente de los males en el interior del Instituto, era Alejandro Esquer Verdugo, secretario particular del entonces Presidente, el mismo Esquer video-grabado haciendo carrusel depositando efectivo en un banco. Y ni quien ande insinuando nada contra ese prócer, el transformador de la patria.
Y hay tantos casos más: la Rocío Nahle y la construcción de Dos Bocas con un costo que da para tuberías de oro macizo. O gente como Rubén Rocha Moya, a quien en agosto de 2021, siendo gobernador electo de Sinaloa (por Morena, pero-por-supuesto), el periodista y afamado columnista del Universal, Salvador García Soto, le preguntó: “¿Y cómo se gobierna un estado con un cártel tan poderoso?”, y don Rocha le respondió: “Pues, mira Salvador, no nos hagamos pendejos. Aquí todo mundo sabe cómo está la cosa. Yo fui y hablé con ellos, los conozco porque soy de Badiraguato. Y yo fui a pedirles su apoyo. Quien te diga que quiere gobernar Sinaloa y no tiene el visto bueno de ellos, te miente. Así es la cosa aquí,para qué nos hacemos pendejos”.
Pues, sí, para qué nos hacemos. Y conste que no se embarra al Ejecutivo de entonces, aunque no hizo nada cuando se supo que en la elección de don Rocha, el Cártel de Sinaloa secuestró operadores y representantes de oposición en las casillas electorales, aparte de que Salvador García Soto, también escribió: “al interior de Morena hay quien afirma que Rubén Rocha Moya fungió como enlace con ese grupo delictivo para negociar no sólo su apoyo para su candidatura, sino también para que el cártel sinaloense financiara y apoyara las campañas de al menos otros dos gobernadores de Morena, uno de la región del Golfo y el otro del Pacífico”. ¡Chispas!… quefeo ser chismoso. No creamos nada: tiene que haber denuncia y pruebas, como dicta la Presidenta.
Ante semejantes cosas, nadie está diciendo que quien era Presidente, sea cómplice de nada, cuantimenos de los narcos.
Aunque, pensándolo bien, no es cierto, sí hay quien afirma: “Las organizaciones mexicanas de narcotraficantes, los principales traficantes de fentanilo del mundo, operan sin trabas debido a una relación intolerable con el gobierno de México”. Y fentanilo con Calderón ni había, la pedrada es a los gobiernos cuatroteros
Bueno, es por responder a la Presidenta Sheinbaum.