Sr. López
Usted sabe del primo Danielito, que tenía cociente de inteligencia de ostión en coctel. Daba pena verlo repetir y repetir año en la escuela. Una vez, al fin de su segundo año en Tercero de Secundaria, le entregaron calificaciones y le dijo muy contento a tía Nena, su mamá, que seguro esa vez pasaba: -Aprobé la mayoría de las materias –cinco de nueve pasó, nada más reprobó matemáticas, física, química y biología. Se echó otro Tercero, dos veces.
Ayer llegó la Presidenta de México a su diaria madrugadora en su casa (antes Palacio Nacional), con una sonrisa de esas como de niña saliendo del Kinder con estrellita dorada en la frente: ¡va a Washington a la ceremonia de inicio del sorteo del Mundial de fut!… ¡yupi, yupi!… y va a aprovechar para echarse una platicadita con el Trump, primera vez que se ven en persona (sin yupi).
Después, otra buena noticia: al mediodía, iba llegando a una comida con empresarios de esos con los que ella se lleva, de los muy petacones, y alguien le preguntó en plena calle, antes de entrar a los sagrados alimentos: -¿Qué le va a decir mañana a Trump? –y alzando los puños, aguerrida ella, exclamó: -¡Que viva México!… -¡la Marcha de Zacatecas!… Si se lo dijera, cosa que no hará, no está loca, no vaya a andar de malas el Trump, porque ese gañán es muy capaz de contestarle: -Ok, bonita, menos la tercera parte quecontrola el narco -es muy capaz, acuérdese de las majaderías que le dijo a Zelensky.
Da la impresión de que la señora del bastón de caramelo, ya le está tomando el gusto a hacerla de Adelita; a este paso no es tan difícil que aparezca en su madrugadora, llevando la bandera nacional como rebozo.
Nada más por si se le fue la noticia, le hago saber que el 12 de noviembre pasado, la señora del segundo piso, presumió que según una encuesta, México ocupa el primer lugar en América Latina en confianza en las instituciones públicas, así lo dijo:
“Es una encuesta reciente (nótese, no dijo cuál encuesta); quiere decir que de todos los países de América Latina, al preguntarle a la gente qué tanta confianza tienes en tus instituciones, las y los mexicanos contestaron ‘la más alta confianza’, con respecto a los otros países”.
Pedagógica como es y desconfiando del IQ del peladaje, explicó: “Quiere decir que la gente confía en las instituciones que lleva el gobierno de la república(pues sí, lo acababa de decir), además de las instituciones de las fuerzas armadas, de la Marina, la Defensa, la Guardia Nacional”; y remató, triunfal: “Ahora sí que para los detractores, ahí nomás” (todo le copia al Pejestorio).
Este menda, no por detractor, ni por desconfiar de la sacra palabra presidencial, sino seguro de que había trampa, buscó (y ni agradece nada nadie), de dónde salió el dato y lo encontró. Para sorpresa de su texto servidor, sí es cierto y lo dijo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): México obtuvo la más alta calificación de entre los diez países de América Latina y el Caribe, evaluados por la OCDE.
Atónico, boquiabierto, asombrado, porque por primera vez en muchos años (siete), el Ejecutivo no nos estaba engañando, se armó de valor el junta palabras y se leyó completo el informe (lo encuentra en https://doi.org/10.1787/b4dea13c-es). ¡Oh, decepción!
En la página 143 del informe, se topó con la aclaración de la OCDE de que de los diez países evaluados, México fue el único en el que la encuesta no la realizaron empresas coordinadas por el Secretariadode la OCDE, dice: “En México, los datos se recolectaron a través de entrevistas en persona realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INEGI)”. O sea, el gobierno de México evaluó al gobierno de México. ¡Chulada!
Y también aclara la OCDE (misma página): “En México, donde el INEGI se encargó de la recolección de datos, el muestreo difiere del enfoque seguido en los otros nueve países (…)”. Ni modo, de veras no tienen remedio.
Todavía desconfiando ya hasta de la OCDE, buscó y buscó en el portal del Inegi y sí, aceptan que ellos hacen la evaluación “(…) ya que México forma parte(de la OCDE)”. ¡Ah, bueno!
Así las cosas, el gobierno de México se calificó a sí mismo con el 53.61% de confianza en las instituciones del mismo gobierno, cómo estarán las cosas que esafue su mejor mentira. El segundo lugar lo tiene Ecuador, con el 49.95%; sin torcer la lógica más simple, resultan reprobados los diez países evaluados de America Latina y el Caribe. Digo, menos de seis, es reprobado.
Pero igual el triunfalismo oficial es incontenible. Por eso mañana, celebraran su 4TFest en el Zócalo. Ella ya no entiende razones, anda en la borrachera del poder y en las encuestas de acá (a septiembre), tiene un inmenso 71.6% de aprobación, dice Mitofsky y en Palacio echan cuetes.
Muy bien, pero en esa misma encuesta, la gente reprueba al gobierno y considera que están igual de mal o peor, la seguridad, el 53.6%; los servicios de salud, el 65.4%; la economía, el 54.7%… y el 74.9% piensan que el gobierno es corrupto.
Por cierto, por esa manía ya incurable de leer sin miedo a las dioptrías, su texto servidor revisó entera la encuesta de Mitofsky y… ¡eureka!… se encontró con que de los que aprueban a doña Sheinbaum, el 80.2% recibe programas sociales. Pues sí. Pero amor comprado no se presume, menos siendo señora, digo.
Mejor haría el gobierno en dejar de verse el ombligo y de pagar para que le aplaudan. No estamos bien, mejor dicho, estamos mal y vamos a peor. No hay informe de instituciones internacionales que diga lo contrario. En educación somos el último lugar de la OCDE. En corrupción el país 140 de 180. El crimen organizado le cuesta al país el 18% de su PIB… y el gobierno ya va a poner puestos callejeros de medicinas (con 22 medicamentos), y mientras se está organizando su fiesta de este sábado.
Igual, mañana celebrará doña Sheinbaum su TragediaFest en un Zócalo retacado con aplaudidores pagados al contado. Mientras, el mundo recela y reprueba estos siete años. No pasan ni de panzazo.