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Nada / La Feria

Nada / La Feria
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Sr. López

Tía Sofía fue muy ¡muy hermosa! y más interesada que hermosa. La conoció un joven hijo de rico, con un inconveniente: era judío y no se podían casar; la tía se volvió judía, tan fácil. Luego de no mucho, en un viaje a Nueva York, se prendó de ella el hijo de un banquero, también rico pero en dólares y a las volandas, se divorció la tía y como el doncel era calvinista, calvinista se volvió.

Abreviemos, luego fue masona, atea, católica dos veces y aferrada nacional-revolucionaria, cuando se casó por séptima ocasión con un priista de altos vuelos del gobierno. Ya vieja, sola y pobre, no eranada.

Es una argucia de la izquierda en países de América Latina, su indigenismo sensiblero.

No bordemos sobre las recientes supuestas ceremonias religiosas indígenas, en la Suprema Corte del Bienestar y en el Senado… pero como que se están tardando los panistas en llevar al señor Obispo a que les bendiga sus oficinas. ¿Por qué no?

Menos en la superficie, revisemos algo de este indigenismo de nuestra izquierda -sea lo que sea-, que algo tiene que ver con su mal avenida relación con la democracia que están obligados a aparentar -ya descartada la vía armada para hacerse con el poder-, y faltos de una identidad presentable y una oferta que embozara su simplón deseo de revancha y acceso a las mieles del poder, optan por ser lo que don José Rodríguez Elizondo, describe como izquierdas antisistémicas, refundacionales e indigenistas. Nunca mejor dicho.

En México, izquierda antisistémica porque se opone alsistema, al orden político (motejando como mafia del poder a todo lo que no se pliegue a ellos); al orden jurídico (por eso arrasaron con el Poder Judicial), y al social (envenenando a la sociedad, ahora somos ‘fifís’o ‘chairos’); y con lo que no se atrevieron a pelear fue con el orden económico (sin ningún problema, que su izquierdismo es de cartón piedra, escenográfico, por eso los millonarios más millonarios del país son sus allegados y amistosos aplaudidores, nunca habían ganado tanto dinero y es mucho decir).

Refundacionales también son estos que se hicieron con el poder en 2018, que eso es su histriónico pregón de transformación, cuarta refundación nacional, siendo en verdad un priismo reciclado “que no se atreve a decir su nombre”, eufemismo con el que en 1892,terminó Alfred Douglas su verso de amor a Oscar Wilde, eufemismo fallido porque toda la Inglaterra victoriana supo a qué se refería y que prefería… y de estos, también se sabe qué son y qué quieren: instaurar un régimen de partido hegemónico, que hoy, por esas cosas de la vida, se maquilla de izquierdistaque si luego hace falta se enmascaran de derechas… lo de estos es ageusia, esa carencia total del sentido del gusto, por eso todo tragan, nada les da asco.

E indigenistas, claro que sí, que con ello intentan una legitimidad que los evade, que su acceso al poder fue legal, tanto el del Señor de los Abrazos como el de supupila doña Claudia, pero el visitante frecuente a Badiraguato no se legitimó con sus hechos y su sucesora designada como va, saldrá igual, sin legitimar su gobierno, yendo con la misma andadura y por la misma senda, presumiendo una lealtad equivocada porque la presidencia de la república obliga a ser leal a México no a un hombre, que esto no va de culto a nadie.

El indigenismo de uno y la otra, del de Tepetitán y doña Sheinbaum, es impúdico. El del que regalaba petróleo a Cuba, prestándose a ceremonias disfrazado de indio (que no es grosería, ¡caramba!), y el de la señora con su insistencia en vestir prendas “típicas”, como de tienda de curiosidades, siendo uno, descendiente directo de españoles sin una gota de sangre india; y la otra, de Lituania por parte de padre y por el de su mamá, de Bulgaria. De veras, que alguien les explique que es falta de respeto disfrazarse de indios.

En especial es de risa loca la afición de estos redentores de la patria por los bastones de mando, falsos bastones de mando de tribus de indios mexicanos (nada de esto es grosería, son tribus). Por eso este junta palabras le dice bastón de juguete al de doña Sheinbaum. Eso es.

Y así, el 4 de septiembre de 2023, en un desplegado firmado por Juan Ronzón Hernández, Coordinador Nacional el Consejo Nacional Indígena de Pueblos Originarios y Comunidades Indígenas, protestaron enérgicamente “por el uso indebido y desconsiderado del bastón de mando” del de Tepetitán que cuando llegó a presidente, hizo que le entregaran, y porque “violando la simbología que representa para los pueblos indígenas”, él se le otorgó a doña Sheinbaum, aclarando que “el bastón de mando solo lo entregan los 68 pueblos originarios de México, que simboliza el poder y la jerarquía de los líderes”, y que fue “un derecho que les fue arrebatado”. Y ahora no sueltan sus bastones de mando en la Suprema Corte del Bienestar y se lo van a agregar al logotipo de la institución. Todo falso (‘fake’, como ya se dice).

Por ser una impostura ese indigenismo de ocasión, le salió el culo por la tirata (o como se diga), al impostor que no vive en Palenque, cuando el 3 de mayo de 2021, en Tihosuco, Quintana Roo, pidió perdón a los pueblos mayas por la llamada “Guerra de Castas”, yentonces las asambleas mayas manifestaron que fue una falta de respeto hacerlo en el sitio en que fueron derrotados los mayas y el 3 de mayo, día sagrado para ellos.

Explicó Pedro Uk, líder de la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíimbal (Caminar Juntos), que allí en medio del discurso del de Tepetitán, se escuchaban las protestas de representantes mayas que no dejaron entrar al evento porque exigían el pago de sus tierras (Tren Maya no se olvida).

Y sobre de que quien era presidente, pidiera a España que se disculpara, dijo don Uk: “No le corresponde a élsino a nosotros, los pueblos indígenas, el tipo de relación que establecemos con otros países y con el viejo continente”.

No son de izquierda, no son indigenistas; son todo apariencias y un continuo mentir.

Acabarán en lo que son, nada, porque son nada.

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