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- Entre los empresarios que explotaron estos bancos pétreos, se encuentran políticos, caciques, sindicatos, supuestos prestanombres y hasta un presunto narco de Tamaulipas.
El material con el cual a marchas forzadas se construían las estructuras y pistas del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), obra que pretendía ser el legado del expresidente Enrique Peña Nieto, provenía de las minas de tezontle y basalto en los cerros de Texcoco, minas de las cuales más de la mitad operaron de forma ilegal. 106 de los 205 bancos pétreos registrados entre 2016 y 2018 en el oriente del Estado de México cometieron irregularidades en su operación.
Se adjudicaron seis contratos entre diciembre del 2015 y en octubre del 2018 en la consulta que canceló el megaproyecto, consulta convocada por el actual mandatario nacional.
De las 189 autorizaciones para explotar bancos pétreos que las empresas solicitaron a las secretarías de Medio Ambiente federal y estatal, sólo se denegaron 14. La mayoría de las autorizaciones, 115, fueron aprobadas en un año. Las autoridades aprobaron casi todas las minas que les solicitaron alrededor del aeropuerto de Texcoco, pero no vigilaron que las empresas respetaran las leyes.
Entre los empresarios que explotaron estos bancos pétreos, se encuentran políticos, caciques, sindicatos, supuestos prestanombres y hasta un presunto narco de Tamaulipas. Algunas de las minas dañaron restos arqueológicos protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, el medio ambiente y la salud de los pobladores cercanos. Para los pobladores, la responsabilidad está en las autoridades federales y estatales que les permitieron a estas empresas la sobreexplotación del lugar. (con información de El Universal)
