* Las autoridades les han dado plazo hasta este martes para abandonar la zona y buscar nuevos alojamientos.
Daniela Alfaro
Migrantes que se han asentado en campamentos improvisados en Tuxtla Gutiérrez están siendo desalojados luego de que el Instituto Nacional de Migración (INM) emitiera un ultimátum, exigiendo que abandonaran los espacios públicos en los que se encuentran, bajo el puente frente a la Torre Chiapas. Las autoridades les han dado hasta este martes para desalojar de manera pacífica, tras la incertidumbre generada por la falta de recursos y medidas para continuar su travesía hacia el norte.
Desde el año pasado, cientos de migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, se habían concentrado en este lugar con la esperanza de obtener permisos para continuar su viaje hacia Estados Unidos. Sin embargo, la suspensión de diversos procesos administrativos que les permitían continuar su tránsito en el país provocó la intervención del INM, quien les pidió buscar alternativas de alojamiento.
Las familias migrantes, como la de Karolyn Lugo, quien viaja con su esposo, madre e hijos, se han visto obligadas a reubicar su familia tras recibir la notificación de desalojo. Lugo mencionó que, aunque inicialmente entendieron que debían salir del campamento por estar en un espacio público, se quedaron a esperar, confiando en que recibirían una cita para continuar su viaje. “Migración nos dijo que debíamos irnos, que ya no hay nada que hacer, que la cita no salió”, explicó Lugo, quien ahora enfrenta la incertidumbre de no saber qué pasos seguir.
Por otro lado, migrantes como Francia Alexandra González, también venezolana, decidieron dejar el campamento por temor a ser detenidos y a que su situación se complicara aún más. González expresó que su única opción ahora es buscar una vivienda en la ciudad. “Nos han dicho que no podemos seguir aquí. Ya arrendamos un lugar y vamos a buscar trabajo, porque regresarnos no es una opción”, comentó González, quien busca regularizar su estatus en México y garantizar un futuro para su familia.
La situación también afecta a aquellos migrantes ubicados en el puente frente a la Torre Chiapas, quienes enfrentan presiones similares. Eduard, migrante venezolano, señaló que la advertencia del INM de que no podían seguir en el puente debido al tiempo prolongado de su estancia ha generado una gran angustia. “Nos dijeron que teníamos que desalojar, que llevábamos demasiado tiempo aquí. Ahora no sabemos qué hacer”, explicó Eduard.
Otros migrantes, como Michelle Blanco, quien llegó recientemente a Tuxtla Gutiérrez con sus tres hijos pequeños, se encuentran en una situación aún más difícil. “Si llegar hasta aquí fue tan difícil, ¿cómo vamos a regresar? No tenemos los recursos para volver”, dijo Blanco. Aunque intentó acceder a albergues, su horario de funcionamiento limitado de lunes a viernes la obliga a buscar refugio en la calle durante el fin de semana, al igual que muchas otras familias que han optado por quedarse bajo el puente por falta de opciones.
A medida que se acerca el plazo dado por el INM, los migrantes señalaron que continuarán apelando a las autoridades para que se considere su situación humanitaria y se brinden alternativas viables que les permitan regularizar su estancia y continuar su viaje con seguridad.
