* Autoridades han señalado que los albergues están colapsados y el INM ha intensificado los esfuerzos de traslado de migrantes.
Redacción / Alfaro Noticias
En Tapachula, la creciente presencia de migrantes ha desbordado los servicios de atención y los albergues locales. Más de mil migrantes acudieron este lunes a las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) en busca de permisos para transitar por México y llegar a sus citas para solicitar asilo en Estados Unidos. Muchos de estos migrantes, provenientes de países como Honduras, Venezuela y El Salvador, expresaron su preocupación por los plazos ajustados y las dificultades para obtener los permisos necesarios.
La incertidumbre sobre las políticas migratorias de Estados Unidos, especialmente tras la elección de Donald Trump como presidente, ha generado temores entre los migrantes, quienes enfrentan la posibilidad de restricciones más severas. Algunos, como Marcela Santos, originaria de Honduras, indicaron ante medios locales que temen perder sus citas para solicitar asilo debido a los retrasos en el proceso de obtención de permisos. Otros migrantes han solicitado ser repatriados, prefiriendo regresar a sus países antes que continuar en México, dada la incertidumbre sobre su futuro en territorio mexicano.
Según las autoridades municipales, los albergues en Tapachula han alcanzado su capacidad máxima, lo que ha generado preocupaciones entre las organizaciones de derechos humanos sobre la seguridad y el bienestar de los migrantes. El albergue Jesús el Buen Pastor, el más grande de la ciudad, alberga a más de mil 300 personas, lo que ha exacerbado las condiciones de vida. La sobrepoblación en los refugios ha creado una situación difícil tanto para los migrantes como para las autoridades locales, que intentan gestionar el flujo de personas en la región.
El INM ha intensificado los esfuerzos de traslado de migrantes hacia el norte del país, con operativos organizados en las primeras horas del día. Sin embargo, la falta de acceso a citas del sistema CBP One, utilizado por las autoridades estadounidenses para procesar solicitudes de asilo, sigue siendo un obstáculo para muchos. A pesar de los esfuerzos de las autoridades mexicanas, la demanda de permisos de tránsito sigue siendo alta, lo que complica aún más la situación.
Por otro lado, algunos migrantes, como Delia Arriaga de Venezuela, mantienen la esperanza de obtener una cita y continuar su viaje hacia Estados Unidos. Otros han intentado viajar en caravanas sin éxito y ahora se enfrentan a la incertidumbre sobre quedarse en México.
