Juan Carlos Cal y Mayor
Una de las versiones que ha corrido entre los ganadores de la elección para explicar una de los principales razones del triunfo de la 4t, es que la oposición no supo ver más allá de sus narices y entender que existe un país profundamente desigual que necesitaba un gobierno que volteara a verlos, que atendiera sus necesidades y los apoyara. Un gobierno que se volcó indiscriminadamente en apoyos sociales y logró captar la adhesión de una inmensa mayoría de mexicanos. Eso que, según la narrativa, quienes viven del privilegio y en su zona de confort no alcanzan a comprender.
NO ES NOVEDAD
Solo que la 4t no creó el Seguro Social sino los gobiernos anteriores, lo que sí fue destruir el seguro popular y sustituirlo por un sistema mejor que el de Dinamarca que todavía seguimos esperando. Tampoco instituyó el derecho a la educación gratuita ni las becas para estudiantes, pero eso sí las incrementó a discreción y sin mecanismos de evaluación o medición. La pensión para adultos mayores se instituyó en la CDMX y en todo el país por los respectivos gobiernos de Amlo y Fox, hoy un derecho consagrado en la constitución. Lo que sí hizo fue crear las tarjetas y los bancos del bienestar para eliminar la intermediación solo que los viejos líderes del antiguo sistema fueron sustituidos por los jóvenes Siervos de la Nación que hicieron las veces de operadores electorales con tal eficacia que los resultados quedaron a la vista el 2 de junio pasado.
NO ESTAMOS CIEGOS
Los más radicales cuatroteístas igual de burgueses a los que critican, le quieren hacer creer a una amplia escala de clasemedieros que no pueden mirar más allá del espejo y por eso no entienden las bondades de un gobierno que se ha tomado en serio la redistribución de la riqueza para alcanzar la justicia social. Esa inmensa minoría de más de 20 millones que no votó por ellos es, según ellos: egoísta, racista, clasista y no entiende a un gobierno humanista que les ha venido a resolver con apoyos económicos directos el día a día a los que menos tienen.
NEGOCIO ELECTORAL REDONDO
Por supuesto que darle dinero a discreción más de 35 millones de beneficiarios e incluso por adelantado hasta de tres meses tenía que redituarles electoralmente. Había que aprovechar ahora no vaya ser que venga un gobierno y se los quite sobre todo a sabiendas cómplices de que no le llega necesariamente a los más necesitados. Para qué comprar votos si bastaba con transferir a las tarjetas del bienestar. Para qué gastar en estructuras partidistas si tienes un ejército de más de 20 mil funcionarios que son los que parten y reparten, “cuidan” casillas, identifican y comprueban que estos apoyos se traduzcan en votos. Vaya que la armaron bien.
VUELTA AL PASADO
¿Deben entonces los disidentes y opositores a la 4t hacer un examen de conciencia y dejar de ser egoístas? ¿Ser más solidarios? ¿Pagar más impuestos? ¿Realmente son malos mexicanos? Yo creo que no. No me trago ese cuento. Al contrario. Soy de los que piensa que esa película ya la vimos. Que es precisamente la misma ruta hacia la izquierda que nos ha llevado en otros tiempos al fracaso al igual que todos estos ensayos ideológicos cargados de razones, pero carentes de sentido común.
DESIGUAL
No hay una sola sociedad incluso en los países más desarrollados que no sea desigual. Por ello la desigualdad ha sido siempre caldo de cultivo para quienes lucran políticamente con ella. El problema es que con el paso del tiempo van destrozando la economía. Gastan más de lo ingresado y se dedican a repartir para afianzarse en el poder (Amlo nos endeudó este año con 2.5 billones de pesos). Controlan los precios, anulan el libre mercado, crean empresas del estado y multiplican los programas sociales.
IT´S THE ECONOMY
Eso pasó la Cuba de Castro que era una de las economías que más crecía al igual que en Venezuela. A Chávez la bonanza petrolera le permitió reelegirse apoyando a los más necesitados. Cuando se terminó, Venezuela se convirtió junto con Cuba en uno de los países más pobres del mundo. En Argentina los gobiernos populistas de Perón a Cristina Kirchner hicieron de un país rico un país pobre. Eso para ya no hablar de Rusia y China que tuvieron que virar al capitalismo autoritario después de dejar una estela de decenas millones de muertos. Es ahora la apertura comercial lo que ha mejorado las condiciones de vida de cientos de millones de personas en esos países.
HÉROES Y VILLANOS
El problema con estos santacloses de la izquierda acá y en otros países es que de tanto redistribuir terminan por estrangular la generación de riqueza. En nuestra América Latina, fieles a la doctrina marxista que sigue vigente en la cultura, el empresario es visto como explotador que se queda con la plusvalía, es decir con la riqueza que aporta el trabajador al manufacturar un producto. No entiende que el valor es subjetivo y opera en función de la oferta y demanda, no en las horas ni en el esfuerzo empleado. Distinto sucede con los países desarrollados. Steve Jobs, el creador de Apple, hizo su primera computadora en un garaje. Es un modelo a seguir para los jóvenes del primer mundo. En México Ricardo Salinas, el dueño Elecktra, es para muchos un avaro magnate que no quiere pagar sus impuestos.
ESTADO DEL BIENESTAR
El estado del bienestar es un modelo que funda su doctrina en una lógica simple, por apoyar a los pobres terminan con los ricos. La desigualdad, la movilidad y ascenso social se logra castigando la riqueza que es por naturaleza inmoral. El problema es que en los hechos el experimento de “socializar” los beneficios tratando de emparejar a los ciudadanos ha resultado un fracaso que solo enriquece a una élite y una burocracia dorada que parte y reparte, pero se queda con la mayor parte. México ha entrado a esa espiral cuyo derrotero ya conocemos…