Karen Cruz
Cuando escuchamos mencionar a Julio Cortázar es casi seguro pensar en Rayuela, su novela famosísima por romper con la estructura tradicional de la novela; pero Cortázar escribió poesía y cuentos, uno de sus libros “Todos los fuegos el fuego” reúne ocho cuentos con diferentes temáticas, cada uno te atrapa por su narrativa; comenzamos el libro con La autopista del Sur, le sigue La salud de los enfermos, Reunión, La señorita Cora, La isla a mediodía, Instrucciones para John Howell, Todos los fuegos el fuego y termina con El otro cielo.
Para mí como lectora desde el primer cuento me interesó la forma en la que algo tan cotidiano como lo es transitar una autopista, que en ella haya alguna situación como un accidente y todos deban esperar a la reapertura del flujo vial, permite que se formen distintas agrupaciones sociales e incluso se repartan tareas para cada integrante de este grupo, permitiendo que la espera sea menos sufrida. Mientras avanzaba en la lectura fue fácil recrear imágenes en mi mente en donde también he estado dentro de una autopista en la que no podemos avanzar y claramente es fácil entablar conversaciones con los demás, pues es eso o morir de aburrimiento y calor. Todo es tan efímero, el grupo se crea por y para ese momento y en cuanto todo regresa a la normalidad, cada uno sube a su auto y se va.
En la salud para los enfermos me gustó todo lo que una familia está dispuesta hacer por mantener el secreto familiar y evitar a toda costa que el integrante considerado débil no sufra de la tristeza por la pérdida, así mantienen con vida a un integrante hasta que a quien protege también fallece, el cierre me pareció increíble.
Otro de los cuentos que voy a destacar porque la narración sale de la estructura normal, es la señorita Cora, la forma narrativa brinca de perspectivas entre las de un joven enfermo quien está internado en un hospital; la señorita Cora, una enfermera encargada del chico y la mamá del joven, quien 8como toda mamá) espera que su hijo tenga el mejor trato y sea la única prioridad del médico y enfermeras. La lectura va saltando entre las diversas visiones y al principio es confuso, pero entendiendo qué es lo mencionado por cada uno y el vocabulario que emplean, se notan las diferencias de narradores, una historia bastante cotidiana es llevada a un nivel superior utilizando este método de narración me gustó muchísimo, te obliga como lector a estar atento y también identificas mejor a cada personaje.
Este libro en general es corto, en un fin de semana puedes sentarte y leerlo, los cuentos no tienen continuidad entre ellos, incluso si lo deseas puedes leer los que te interesen y dejar los demás, pero sí te recomiendo que le eches un ojo, estoy segura que alguno de los cuentos te va a gustar.