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María Amalia y la cultura del café 2

María Amalia y la cultura del café 2
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Guillermo Ochoa-Montalvo

Querida Ana Karen, Como de costumbre, Amanda me llama a las 5:09 de la madrugada para recordarme la historia de la finca Hamburgo. Llega puntual a la cita con una falda más corta todavía provocando revuelo entre los meseros; todos desean atenderla. Le leo el relato escrito hace años porque desde entonces, la familia Edelman Toriello ha superado sus propias expectativas colocando la cultura del café en el centro de sus vidas.

AÑOS ATRÁS.

María Amalia nos habla de la historia de la finca; de sus 128 años de antigüedad (ahora, 136 años); de cuando fue fundada por Arthur Erich Edelmann procedente de Perleberg, un poblado en Alemania, aceptando la invitación del gobierno porfirista para colonizar el Soconusco con la intención de alentar el monocultivo del café. Nuestro anfitrión, nos traslada con agilidad hacia aquellos años en que Arthur y su esposa Doris Martens trabajan intensamente para alcanzar los primeros cultivos de importancia a base de trabajo y mucho esfuerzo donde una enorme población de chamulas traslada a la región la lengua tzotzil y sus costumbres. Una época en que no se escuchaba el castellano en las fincas ya que los indios hablaban alemán y los alemanes aprendían el tzotzil. 

Disfrutando del café, bebimos el primero; le siguió el segundo y el quinto. Un café de especialidad, seleccionado grano por grano, dándole fama a la finca Hamburgo que es, sea dicho de paso, es un importante surtidor de la prestigiosa cadena de cafeterías Starbooks. Y de ello, se siente muy orgullosa María Amalia quien, confía que en breve, la Ruta del Café aparecerá en los principales circuitos turísticos del mundo. 

Con el sexto café, abordamos el tema de Los Viajes de Cafeto escribí en 1996 y editó la Fundación Museo del Café promovida por María Amalia y Tomás Edelmann, entre otros amigos cafetaleros. Hablamos de la posibilidad de reimprimirlo y reciclar los programas de radio que se transmitieron en la ciudad de México a partir de ese cuento que recobra la historia del café y su proceso desde el origen hasta su consumo… hablamos de ese sueño que es sembrar el espíritu del café en el orgullo de la gente del Soconusco. 

De pronto, nos remontamos a los pequeños Harald Bruno y Anne Liesse cuando parten a Europa a realizar sus estudios para retornar más tarde cuando su padre ya ha instalado la primera planta hidroeléctrica aprovechando la fuerza de las aguas del río Cuilco.

María Amalia nos cuenta la odisea que representaba traer maquinaria desde Europa para construir el beneficio en una época donde no existían caminos y era necesario trasladar el café en mulas hasta por seis días para embarcarlo con muy alto riesgo debido al oleaje en Puerto Madero. 

Entre 1901y 1908, el gobierno de Porfirio Díaz, construyó el ferrocarril que uniría la costa chiapaneca con los puertos del golfo y Salinas Cruz, mejor equipados. Para el año de 1920, la producción de café alcanzaba más de 200 mil quintales, contribuyendo de manera importante a la economía de Chiapas. 

Cuando Arthur muere en 1929, su hijo Harald Bruno de 20 años, debe hacerse cargo de la producción y de la finca. En 1937 se casa con Marliesse Dopp con quien procreará a Eberhard, Wolfang y Doris. La visión de Harald lo conduce a trasladar tecnología de punta europea en la construcción del beneficio y el primer funicular instalado en 1939 para facilitar las labores de los trabajadores agrícolas. Pero llega la Segunda Guerra Mundial y con ella… 

En ese punto, terminamos de desayunar y María Amalia nos invita a visitar las cabañas con sus cuartos y suites para 30 personas, mientras seguimos escuchando cómo los alemanes en México son perseguidos por el gobierno norteamericano…

— Al aliarse México a los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, el Departamento de Estado le pidió a nuestro gobierno declarar enemigos a todos los alemanes, italianos y japoneses radicados en territorio nacional; y con ello, se intervinieron cerca de 66 fincas cafetaleras que en lo particular, obligaron a la familia Edelmann a radicar arraigados en la ciudad de México, durante 7 largos años en que las fincas fueron administradas por el Fideicomiso Cafetalero de Tapachula. 

— Al término de la guerra las fincas se encontraron deterioradas y la producción de café cayó a la mitad de lo que se había alcanzado en los años 20; pero ya firmada la paz, el gobierno le vendió las fincas a sus antiguos dueños, las inversiones se incrementaron y el precio del café se duplicó favoreciendo mucho a la región. De esa forma, los Edelmann construyen en 1953 la primera escuela primaria para la gente del campo e inicia así una etapa de prosperidad que se prolonga por 25 años de trabajo y esfuerzo constante. 

— En 1976 muere don Harald Bruno Edelmann y queda a cargo su hijo Eberhard quien estaba casado con Bárbara Blas Weber desde 1961 con quien procreó tres hijos: Tomás, Marion y Erich. Cuando en 1989 el precio del café se desploma, los Edelmann encuentran en el mercado de café de especialidades la opción para mantener la producción y con ello, la estabilidad de la finca y sus trabajadores. Fueron años muy difíciles que sin embargo, lograron sortear con mucho éxito. 

— En la actualidad, mi esposo Tomas Edelmann tomó la administración a raíz del fallecimiento de su padre en el año 2000; y juntos, impulsamos la producción de café de elevada calidad, el ecoturismo como una alternativa económica para mantener vivo este bosque de niebla, pero sobre todo, tratamos de incorporar a los beneficios de este proyecto a toda la gente de la región brindándoles educación, vivienda, salud y oportunidades para su desarrollo humano. 

Hoy la Ruta del Café, como destino turístico ofrece varios atractivos: tan sólo en la Finca Hamburgo hay tres rutas: Las Bellotas, enclavada en su sierra con una vegetación muy variada en sus bosques de niebla; El Naranjo, donde se practica senderismo y observación y La Estación donde se observa el funicular construido en 1937. 

Amanda queda sorprendida con la trayectoria de la Finca Hamburgo, hoy famosa en México y Europa a la que se suma la cafetería de San Cristóbal de las Casas Histórico Café Tostadorque visitaremos en breve.

Finalmente, uno de los jóvenes que nos atendió, le acerca la cuenta a Amanda con la leyenda: es cortesía de los meseros. 

Amanda se entusiasma con los logros de la Finca Hamburgo que ya planea su viaje para conocerla, porque como le mencionó su amiga Clara María, emprender proyectos de rescate ecológico y conservación de la Naturaleza, al tiempo de impulsar la cultura del café es sin duda, una cuestión de amor. 

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