+ Todo en su movimiento es violencia y delito…
+ ¿A qué horas estudian los mozalbetes?…
+ La conexión con maestros de la CNTE…
+ De ya, se exige la desaparición de la escuela…
Ruperto Portela Alvarado.
LOS DAÑOS A LA SOCIEDAD…
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- Los tiempos de las Escuelas Normales Rurales del país, creadas hace 90 años por el gobierno del Presidente LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO, llegaron a su fin; son instituciones caducas, cuya función social está desfasada. Es momento de desaparecerlas del sistema nacional de educación por no cumplir con el objetivo para el cual fueron fundadas, si es que alguna vez lo cumplieron.
Los normalistas de este sistema para la educación de sectores rurales, no tiene razón de ser y menos cuando no se preparan pedagógicamente para la academia ni estar capacitados para la enseñanza frente a grupos de infantes o en su caso de jóvenes de secundaria. Son nocivos en su conducta y proceder, pues todo lo que hacen está circunscrito en el ámbito del delito.
Por sus actos y consecuencias, conforme a lo que han dedicado su corta vida, los alumnos de las Escuelas Normales Rurales podrían clasificarse como delincuentes formales. Tienen ya ese estigma frente a la sociedad a la que deberían servir. No resuelven el problema educativo que les corresponde. Por el contrario, son parte del mismo y agudizan el conflicto social de violencia y delincuencia imperante en México.
El grito de auxilio y exigencia de solución al problema que representan estos jóvenes alumnos –que no estudiantes—de la Normal Rural Mactumactzá de Tuxtla Gutiérrez, se ha generalizado, provocando que organizaciones empresariales, comerciales e inclusive oficiales, exigen poner orden a estos vándalos e inclusive la desaparición de la institución o cuando menos su reubicación a otra comunidad retirada de la zona urbana.
Esa exigencia y pedimento formal, es un síntoma de hartazgo del vandalismo y delincuencia tipificada por parte de estos mal llamados “estudiantes normalistas” que ni estudian ni trabajan. Solo se dedican a entorpecer las actividades cotidianas de los ciudadanos e intimidar a los habitantes de la zona de influencia de su escuela como es la delegación Plan de Ayala, la zona del libramiento norte poniente y el centro de la Tuxtla Gutiérrez.
El conflicto que representan los alumnos de la Normal Rural Mactumactzá, es de grave significación para la economía, el turismo, el desarrollo social –inclusive de ellos mismos—y la gobernanza. El movimiento de normalistas rurales en Chiapas deviene desde 1979, junto con el magisterial que se gestó hace 43 años y todavía persiste en demandas que, a una solución, reciclan y crean otras.
La toma de casetas de peaje, cierre de carreteras, invasión de calles y avenidas; secuestro de autobuses de pasaje, retención de camiones repartidores de alimentos, refrescos y frituras con su consecuente robo del producto; asalto a tiendas de conveniencias como Oxxo y el uso de vehículos (tortor, tráiler, y autobuses) para obstaculizar el tráfico como lo hacen los cárteles de la delincuencia organizada, son el cúmulo de delitos que cometen estos pseudos estudiantes, transformados en delincuentes.
Las Escuelas Normales Rurales han servido de adoctrinamiento para sus causas “revolucionarias” y “lucha social”; para enfrentar a la autoridad y el perjuicio de la sociedad, que los propios gobiernos ha propiciado con su pasividad y tutelaje, como sucedió en el gobierno de MANUEL VELASCO COELLO en una simbiosis de complicidad con el magisterio de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y estos jóvenes mozalbetes.
Qué el gobierno (Federal y Estatal) en sus respectivas incumbencias no les hayan cumplido sus demandas a maestros de la CNTE y alumnos de Mactumactzá –como ellos mismos lo señalan—es una discusión entre ambas partes, pues mientras la oficialidad asegura haberles cumplido sus demandas de manera puntual, los contras señalan irresponsabilidad de su contraparte. Pero ese ya es otro asunto, al margen de la violencia y delitos que estos comenten escudándose en la falacia de exigencia y defensa de sus derechos.
Pero me pregunto: ¿a qué horas estudian o reciben clases estos mozalbetes que en todo momento andan en la refriega?. ¿Cuál es exactamente el objetivo de su movimiento que ha perdurado por más de cuatro décadas, aparte de afectar a la sociedad, la gobernanza, la economía, la buena marcha de las instituciones y obtener recursos oficiales?.
Hay muchas dudas con respecto a la genuina “lucha social” de los maestros de la CNTE y los alumnos de la Mactumactzá, que cada día son más violentos. En ese entorno, sociológicamente se sabe que “para que haya una movilización, debe haber quien patrocine sus costos”, que la “oficina de inteligencia” del gobierno Federal y Estatal, deben tener muy bien identificados.
Pero, todo este problema y conflicto social que representan los maestros de la CNTE y los alumnos de la Normal Rural Mactumactzá en Chiapas, tiene que ser solucionado por los gobiernos Federal en primera instancia y el del Estado, por ser el directamente afectado. Es tiempo y momento de poner orden en la casa y no solamente en este sector educativo en particular, sino en todos los demás que están violentando a la entidad de manera grave y peligrosa…
Se acabó el mecate… Y ES TODO…
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MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN DE COLUMNISTAS CHIAPANECOS. A. C.
EL MAL HAY QUE ERRADICARLO DE RAÍZ…
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