Sergio Melgar Recinos
En la pasada jornada electoral más de la mitad de votos emitidos para Claudia Sheinbaum fueron de los beneficiarios de los apoyos del programa bienestar del gobierno federal: adultos mayores, discapacitados, jóvenes construyendo el futuro y campesinos de Sembrando vida.
Solo en el país, hay más de 12 millones de adultos mayores que reciben su pago, sin contar discapacitados, jóvenes universitarios y campesinos. Es decir, la mitad de los 33 millones de votos de la doctora Sheinbaum provienen de esos programas sociales que en su momento le criticaron al PRI en sexenios pasados por aprovecharse de la necesidad de la gente, aunque tampoco debe generalizarse ya que hay algunas honrosas excepciones.
En mi casilla, la 1698 donde voté el domingo pasado, los adultos mayores no hacían fila y tenían una mampara donde votar sentados para después introducir las boletas en la urna. A mí me tocó esperar para darle paso a un adulto mayor y que después de entregar su credencial le dieran sus seis boletas para votar. Es decir, pasamos uno por uno: un adulto mayor y un adulto a votar. Hubo quienes llegaron con bastón, otros con andaderas y otros con silla de ruedas pero prácticamente todos salieron a votar. Y no hubo necesidad de amenazas: unos días antes corrió como reguero de pólvora la noticia de que en junio se reactivaban los pagos: el de los adultos mayores es la generación más leal y agradecida.
Por eso no me extraña la diferencia de votos entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum que fue prácticamente el doble de votos y dentro de esos votos, los del Bienestar.
No dudo que haya votos de personas convencidas de este sexenio de la estrategia de abrazos no balazos a la delincuencia organizada y que de verdad crean que con las obras faraónicas del AIFA, Dos Bocas y el tren Maya el país va a entrar a un desarrollo económico sin precedentes.
Andrés Manuel Obrador fue por mucho el mejor jefe de campaña qué Claudia Sheinbaum haya tenido en los últimos meses ya que desde la mañanera aplaudió a su candidata y fustigó a la candidata de la oposición.
Lo cierto es que con los votos del bienestar, Claudia Sheinbaum es la virtual presidenta electa de este país. Ojalá le vaya bien y ojalá que gobierne con mano firme, que se corte el cordón umbilical con AMLO y que ejerza el poder con mano firme para atacar la delincuencia y la inseguridad.
Y ya no se vale culpar al pasado, porque forozosamente tendrá que criticar los últimos seis años de la 4T.
Usted, ¿qué opina?
