Juan Carlos Cal y Mayor
Desde muy joven, siendo un adolescente, escuchaba y hasta participaba en discusiones sobre los acontecimientos que estremecían al mundo. Fuimos la generación de la guerra fría, el conflicto en Centroamérica, el golpe de estado en Chile, el desarrollo de la revolución cubana, el movimiento de solidaridad en Polonia encabezado por Lech Wal?sa y la caída del muro de Berlín.
Ya en la Universidad me interesé particularmente en la materia de Derecho Internacional. Nos tocó vivir en tiempo real a través de las cadenas televisivas la invasión a Irak, para derrocar al dictador Saddam Hussein. Di puntual seguimiento a los acontecimientos y realicé una investigación de lo que consideraba podría ser mi tesis profesional. Era tanto el material que al final desistí. Al final me titulé con un trabajo en materia constitucional con el cual fui premiado en un certamen nacional.
FORMACIÓN
Durante 3 años (del 2006 al 2009) fui coordinador de relaciones internacionales del gobierno de Chiapas. Mucho antes tuve la oportunidad de cursar varios seminarios internacionales entre ellos uno sobre la integración de la Unión Europea en la ciudad de Madrid. Participé en conferencias en las sedes de parlamento europeo tanto en Estrasburgo, Francia, así como en Bruselas, Bélgica. Eso me permitió comprender la complejidad de ese proceso de integración económica y política entre 15 países que al día de hoy suman ya 28 con la incorporación de las repúblicas exsoviéticas de Europa del Este. Eran los países pobres de la antigua Europa. Han logrado prosperar gracias a las libertades económicas y la institución de regímenes democráticos. No fue producto de invasiones ni de ninguna guerra, sino de la transformación que impulsó desde el gobierno el propio presidente de Rusia Mijaíl Gorbachov. No hubo un solo disparo ni fue consecuencia de algún afán expansionista por parte de OTAN o los EU como ahora pretende hacer creer Vladimir Putin.
FALSIFICACIONES
Resulta ofensivo que hoy se quieran tergiversar los hechos. Que circulen memes y argumentos en redes sociales pretendiendo justificar la tiranía de Putin alegando que solo se defiende contra posibles amenazas a su seguridad. Penoso que en la narrativa de muchos se pretenda confundir a más de un incauto al comparar a Ucrania, un país libre y democrático, con países como Irak, Libia, Irán, Yemen, Afganistán o Siria. Todos ellos regímenes dictatoriales que se han impuesto a sangre fuego contra su propia población.
TIRANOS
Que no se olvide que Cuba mandó militares a Angola. Que el Che Guevara quiso importar su revolución a Bolivia. Que Afganistán dio cobijo a Osama Bin Laden y los Talibanes atentaron contra las Torres Gemelas. Que Saddam Hussein instaló un régimen de terror y ordenó asesinar hasta sus propios familiares. Y qué decir de Gadafi que gobernó 42 años sometiendo por igual “a su pueblo” bajo la más cruel dictadura.
GUERRA FRIA
No exculpo de ninguna manera el pasado injerencista de los Estados Unidos. De eso se trató la guerra fría. Rusos y norteamericanos libraron sus guerras financiando movimientos subversivos en distintas regiones del mundo. Aunque nada justifica la guerra, las causas son muy distintas. Salvo en la llamada crisis de los misiles de 1962, donde satélites norteamericanos captaron fotografías de posibles proyectiles de largo alcance, los Estados Unidos no han utilizado el pretexto para invadir militarmente a Cuba como ahora lo hace Putin.
AMENAZA NUCLEAR
La guerra fría parece quedar atrás con la abierta intervención militar de los rusos que amenazan nuclearmente a varios países para no interceder en el abierto despojo de la soberanía en Ucrania. Aquí no hay medias verdades, solo una, y la ha condenado abiertamente la mayoría de los países del obre. Nos un asunto de propaganda. Los falsificadores de la verdad deben dejar sus maromas para otro momento y apoyar la postura del gobierno de México ante la ONU. Es el gobierno que ellos eligieron y es la postura que desea la enorme mayoría de los mexicanos.