Los grupos artísticos de la Universidad Veracruzana.
Manuel Zepeda Ramos.
Para Xóchitl, Pepe Yunes, Enrique de la Madrid…cuando empiecen las campañas.
Ahora que percibo evidentes y preocupantes inquietudes en regiones del país que trastocan el orden establecido y que a todos nos preocupan, me llevan a recordar dentro de la cinematografía mundial una película Británica de 1975, dirigida por John Houston, con grandes protagonistas: Sean Connery, Michel Caine y Christopher Plummer: The Man who would Be King: El hombre que quería ser Rey, épico filme en donde dos soldados del Reino Unido deciden hacer la ruta de Alejandro magno, con escenas entretenidas de grandes combates y que termina en gran desastre, entre mentadas de madre y hojas de tamal…de chipilín.
Vuelvo a la alegría de hace pocas semanas que me da recordar la tarea realizada por Roberto Bravo Garzón en su venturoso rectorado que llevó a nuestra Casa, la UV, en revolucionaria descentralización, a todas las zonas metropolitanas del estado, entre tantos y tantos asuntos más como el rescate para la academia de la orquesta sinfónica de Xalapa y que lo animara a sentar las bases necesarias y suficientes para crear un cuerpo de artistas y directores populares que hoy fomentan y consolidan la memoria artística popular para bien de México.
Por eso me da ánimo, hoy, el poder hacer propuestas en torno a la necesaria atención, a tiempo, de lo que podría pasar con la economía del país, revisando a evidentes fortalezas que nuestra Casa posee y que pudieran ponerse en práctica ante la búsqueda de ingresos coadyuvantes para su buena marcha.
Para mi, una evidente fortaleza radica en sus grupos artísticos populares para la búsqueda de ingresos.
Esta propuesta viene de lejos, desde que descubrí a un compositor veracruzano y arreglista popular, naolinqueño, que fuera alumno distinguido en el conservatorio nacional y compañero respetado de quienes llegaron a ser grandes compositores y directores de orqueta en el siglo XX: Mateo Oliva.
El nacimiento de la Orquesta Universitaria de Música popular con Mateo Oliva al frente, marca un paso muy importante a lo que acabo de señalar. En reuniones de hace cuatro décadas con El inolvidable Cheché Morales -que tanta falta nos hace- y con Juan Rivero Vals, en las oficinas de Bravo once, se pudo pergeñar una propuesta de espectáculo con la participación intensa de la orquesta, en donde se retrataba el triunfo y la delantera de Agustín Lara, conquistando a millones de seguidores con el apoyo de la radio comercial en manos, ya, de la familia Azcárraga. Este acontecimiento histórico, con una escenografía de escándalo realizada por el Pelón Bautista -que también mucha falta nos hace-, con la coreografía de Alejandro Swartz y la dirección escénica de Germán Castillo llevando de estelar a Francisco Beverido quien, con blanco frac, elegantísimo, con chistera del mismo color, conducía el espectáculo a manera de crooner, espectáculo que aglutinaba a 25 piezas de la autoría del músico poeta con un apoyo coreográfico bien logrado. Fue un gran éxito hace 40 años, con varias funciones repletas en el aquel entonces Teatro del Estado. Por supuesto que la propuesta es volverlo a montar a casi medio siglo de distancia, para homenajear a tantos personajes de la cultura que se lo merecen.
Este espectáculo y los que habré de proponer ahora y en los próximos “entregos”, tendrán el éxito asegurado por la enorme existencia de teatros disponibles en el sureste y el interés de un público ávido de diversiones de calidad, junto al gran interés en el centro y norte del país por poder presenciar cosas nuevas y atractivas para el solaz y esparcimiento, tan necesario. Veamos:
Aunque suene a increíble, en los últimos 30 años -más el teatro Esperanza Iris de Villahermosa, inaugurado durante el gobierno del Ingeniero Rovirosa Wade, mi padrino de generación-, se han construido en Coatzacoalcos, Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal las Casas y Tapachula -óiganlo bien-, ¡Cinco grandes teatros y un Polyforum para cinco mil espectadores! todos diseñados por el gran arquitecto Abraham Zabludovsky, el arquitecto reconocido como el gran constructor de teatros para las artes escénicas del siglo XX en México. Todos con foso, algunos como el foso de los hermanos Domínguez -así llamado el de San Cristóbal, Chiapas-, con capacidad para cien atrilistas, suficiente para dar cobijo a una gran orquesta para interpretar a Wagner, por ejemplo. El fray Matías de Córdova, de Tapachula, Chiapas, de dos niveles y con un aforo de mil espectadores, tiene una de las acústicas más impresionantes que he podido percibir en mis casi 75 años de vida: desde la ultima fila del segundo piso, con una nitidez impresionante, pude oír, a la perfección, cada una de las notas del Ensamble Clásico de Guitarras que tocaba sin micrófono durante la gran feria internacional de aquella ciudad chiapaneca fronteriza: el mejor grupo de guitarras clásicas que hoy existe en nuestro país, fue el invitado de honor.
Pero volvamos al asombro que quiero comunicarles. El centro y norte, ni se diga: la CDMX, Toluca, Puebla, Querétaro, Guanajuato, León, Morelia, Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Ciudad Juárez, La Paz, Mexicali, Tijuana y las plazas que me faltaron. Todos con espléndidos teatros, todos teatros calientes -público conocedor, pues-, esperando espectáculos de calidad, un público acostumbrado a ellos.
Desde ahora se los digo: Es importante contar con empresarios asociados, profesionales, expertos en la promoción de espectáculos de esta categoría. Pero sigamos viendo:
Cara de foca.- Espectáculo musical basado en el tremendo y prolífico Dámaso Pérez Prado, el fenomenal músico cubano cuya vida profesional, importantísima, se construyó en todo México, gracias a la época de oro del cine nacional, gracias a Ninón Sevilla,, Rosa Carmina, Lilia Prado; pero también gracias a Resortes y a Tintán, personajes del cine nacional indiscutibles. Todos ellos habrán de aparecer en escena Ya los buscaremos. El alma del espectáculo será la Xalli Big Band que la dirige el gran músico Raúl Gutiérrez, orquesta que se ha convertido en Xalapa en la principal orquesta de música auténticamente cubana que hoy hay en México, cualidad que nos da pie para desplegar en el escenario todo el repertorio del gran músico cubano que triunfó en nuestro país y de aquí para el Mundo. Habrá de desplegarlo con nuestro ballet folklórico en donde habremos de apreciar con gran entusiasmo de que están hechas nuestras bailarinas y bailarines. Van a enloquecer. Desde ahora les digo que habrá de ser un gran espectáculo, altamente rentable y que, además, llenará de prestigio a nuestra UV.
Pedro Páramo.- Así es: el de don Juan Rulfo, si, en Xalitic, masivamente. Pero eso se los cuento el lunes, para seguir en esta gran locura tan importante de los grupos artísticos de la UV, que tanta falta nos hacen.
Aprovecho para decirles que el domingo dos de junio tienen un gran compromiso que cumplir en las urnas de México, que nos permita ver con optimismo el futuro de nuestros hijos. Xóchitl y Pepe Yunes; y Américo y Sara y todos los diputados federales y locales de Veracruz esperan que lo hagamos.