Por Enriqueta Burelo
La lucha sobre la despenalización del aborto que en nuestro país lleva varias décadas, y que no es un tema local, ha tocado las fibras más sensibles de las mujeres a nivel mundial, y aborda no solo un tema de salud, o de derechos sexuales, sino también está matizado por clase social e ideología.
Hoy en día en México, en 14 de las 32 entidades del país ya es legal la interrupción voluntaria del embarazo -la mayoría hasta la semana 12 de gestación- sin necesidad de que la persona gestante justifique su decisión.
Asimismo, tenemos desde el 2023, la resolución de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que invalidó artículos y porciones normativas del Código Penal Federal (CPF) que sancionan con prisión a las mujeres que abortan en el país, y ordenó al Congreso de la Unión derogarlos antes de que concluyera el periodo de sesiones de ese año
En medio de esta gesta de las mujeres, por asumir el control de su cuerpo, por el derecho a decidir, surge un texto de lectura obligatoria El Acontecimiento de Annie Ernaux, premio Nobel de Literatura 2022 “por el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las trabas colectivas de la memoria personal”. Dos temas siempre presentes en la obra de la ganadora del Nobel, Ernaux, escribe una literatura eminentemente feminista. Todo está filtrado por su experiencia, en la que ser una mujer ha sido determinante. Ernaux, no aporta solo un poco de su experiencia, ella va con todo. Es la única forma de hacerlo. La academia sueca ha destacado de su obra que “escribir es un acto político que nos abre los ojos a la desigualdad social”. Sus libros -a los que ella nunca llama novelas- son la muestra clara de que la diversidad no es ninguna trampa, que las luchas identitarias deben ir al lado de las de clase.
Ernaux entra de lleno en el tema del aborto clandestino para mostrar la crueldad y el desamparo, al que adereza con ficción para lograr hacer de su vivencia un testimonio universal de miles de mujeres pertenecientes a varias generaciones. No solo eso, además el aborto sigue siendo ilegal en muchos países, de ahí que este título, más que una novela o una historia, se acerque a un testimonio de soledad que tiende un puente entre personas que hayan pasado por ello. Si a todo esto le sumamos el intimismo que destila la sencillez de su prosa, logra una conexión con cualquier lectora o lector que ve como un dolor, no siempre físico, le es contagiado durante la lectura en forma de dolor emocional.
El Acontecimiento es un libro sobre el aborto que a la innegable cuestión de género añade matices de clase -el dinero lo facilitaría todo- e ideología, con su aproximación al machismo en los ambientes progresistas anteriores a Mayo del 68. Condenada a la soledad, a decidir ella sola la interrupción del embarazo, dado que la pareja, un militante de la izquierda universitaria, al enterarse del embarazo de su novia, le pide que ella resuelva el problema, ya que al parecer es muy burgués preocuparse por el embarazo de la novia.
Otro punto importante es el hecho de que Annie Ernaux con su testimonio, inspira a otras a contar su experiencia, Colombe Scheneck, En Trilogía de Paris, nos abre su corazón de adolescente embarazada e ingenua, descubre que es mujer, que no es un hombre inmune a estos menesteres, su inocencia se basa en que a las mujeres nos incluyen en ellos, nosotros, y se considera por lo tanto protegida como los hombres contra un posible embarazo, aborté, nos cuenta Scheneck y he necesitado treinta y cinco años y la amonestación de Annie Ernaux para hablar de ello. El aborto no es banal ni cómodo, por ello también cuento mi historia.
Cuando en 2000, Annie Ernaux, publica El Acontecimiento, relato de un aborto clandestino antes de la Ley Veil, el libro tiene escasa repercusión es un libro que incomoda, un periodista le dice “su libro me produce nauseas”. La Ley Veil promulgada el 17 de enero de 1975 despenalizó el aborto en Francia. Recibe su nombre por su impulsora, Simone Veil. Esta ley completó la Ley Neuwirth que, desde 1972 legalizó los métodos anticonceptivos.
Un siglo y medio antes, de la publicación de El Acontecimiento, cita Eric Vuillard en El País Libros, Víctor Hugo anotaba en un cuaderno al margen de Los Miserables: “Rueda un feto lívido envuelto en lentejuelas que han bailado en la ópera”. Entre la anotación de Víctor Hugo y la aparición de El Acontecimiento, surge una necesidad, no basta con transformar la violencia sufrida, en una victoria individual, debemos como escribe Annie Ernaux, convertirla en algo claro, patente y universal.
