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La Roma -sin romanos- de Cuarón / Comentando la noticia

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Alfonso Carbonell Chávez

 

¡Sí yo estuve ahí! Corrían los setentas, 71 para ser exactos, el tiempo sin tiempo en que mi tocayo Alfonso Cuarón, retrata un momento de su propia vida allá en la popular, ya desde entonces, colonia Roma. Yo cruzaba apenas los 15 años cuando Cleo, venida de Oaxaca igual que muchas otras mujeres indígenas del país, llegaban a trabajar a la capital del país al monstruo de mil cabezas que ya dibujaba y desdibujaba, en lo que se convertiría años después el entonces Distrito Federal hoy Ciudad de México. Recuerdo que desde unos años atrás, ya llegábamos a la Roma -sin romanos- de Cuarón (mensaje amable para mi Galilea Montijo) a visitar a un compadre de mi padre Alfonso Carbonell, para reunirse con otros tantos tabasqueños que habrían decidido, cada quién en su oportunidad, ir a radicar a la ciudad de las esperanzas que sea como sea, representaba la gran urbe nacional. Don Luis González Castillo, oriundo de Frontera Tabasco (Centla), vivía en la calle de Medellín en un edificio de departamentos de dos niveles que contaba con un gran Zaguán que conectaba a todos los departamentos y a cada costado, unas escaleras en caracol de recio mármol o granito para acceder a los departamentos de la otra planta.

 

Claro que como la casa de la familia de Cuarón, digo que el mismo relata es la suya quizá un poco adaptada para contar la película, en lo que es en sí la colonia Roma existían una gran cantidad de ese mismo tipo que albergaban familias de la, así llamada, clase media alta. Las de la clase media media eran, por ejemplo, la del compita Luis González e incluso como la de un servidor que habitábamos un departamento en la colonia del Carmen, del centro de Coyoacán. En mi casa, a diferencia de la de mi tocayo “romano”, ya no digo dos sino ni siquiera una muchacha había que ayudara a mi madre en las labores de la casa. Cinco hermanos (uno más que los de Cuarón) y un padre proveedor, eran atendidos personalmente por mi mamá Teresa. Mi hermano Enrique, Yolanda y dos más pequeñas Tere y Chelo (qepd). Pero volviendo a Roma, las calles, las casas, la arquitectura en general incluso los autos, la ropa, los peinados y los muebles, retratan fielmente ese México de los 70’s que para duelo de los defeños, se ha ido como la vida misma poco a poco tras la modernidad que todo lo arrasa. El México que debemos de rescatar, sobre todo por sus valores.

 

Sobre la estoicidad de Cleo, digo que es capaz hasta de dar su vida por quienes ni siquiera son de su familia, digo por más que pudiera interpretarse idílicamente pertenecer, el verla adentrarse al mar para salvar a los hijos de su patrona, por cierto otra mujer ejemplar que retrata la fortaleza de la mujer de ese entonces, dispuesta a perder la suya en un acto de amor, gratitud y quizás hasta deber, muestran el momento cumbre que hace de Cleo y de Roma toda, la exaltación de los más altos valores humanos. El evento de la mueblería cuando se presentan disturbios en la zona, no es otro que el llamado “jueves de corpus” en que los llamados “halcones” (grupo paramilitar del gobierno) arremeten contra estudiantes normalistas que de alguna manera reviven los sucesos del 68. A propósito achacados como autor intelectual al entonces secretario de gobernación Luis Echeverría, y presidente de México en tiempos de la Roma de Cuarón.

 

No trato, se habrá dado cuenta, de hacer una crítica de experto del séptimo arte, pero al menos sí dejar constancia como cientos de miles quizás millones de mi generación, pudieran dar cuenta y fe que lo retratado y contado por Alfonso Cuarón es un fiel reflejo, pero no solo o no únicamente de su propia historia por cierto magistralmente contada y retratada, sino de alguna u otra forma, de lo que México era y que como yo vivimos. Por otra parte, nada abonaría mi humilde opinión el decir que dicha película resultó ser, incluso para las audiencias del mundo, toda una revelación del nuevo cine mexicano. No solo por la historia de amor y fidelidad, de dolor y desigualdad, de familia y sociedad que cuenta y canta cual juglar, sino por rescatar para el mundo fílmico, una conexión más cercana entre el espectador y la realidad. Su propia humanidad. Tan es así, que le han merecido diferentes galardones en los más prestigiados festivales fílmicos del mundo y que ahora, para orgullo de muchos connacionales de aquí y de allá aparece “Roma”, como para coronar su imperio, con 10 nominaciones al Óscar. Entre otras por mejor película y mejor director Alfonso Cuarón, mejor actriz protagónica Yalitza Aparicio y mejor actriz de reparto Marina de Tavira. Felicidades a todas y todos, principalmente a mi tocayo Alfonso Cuarón por recordarme esta historia. Así pues; La Roma sin romanos de Cuarón. Me queda claro.

 

Ya de salida

 

Cuando hablo del México que se fue, no sólo me refiero a la capital del país sino a todo el país. Pero no como una añoranza vaga del pasado ni mucho menos para negar los avances en muchas áreas del conocimiento y la tecnología, no. Me refiero a los valores intrínsecos que deben ponderarse en toda sociedad de se digne justa y democrática. Los tiempos de hoy, nos hablan del grado de descomposición social al que hemos llegado. Centenas de miles asesinados y desaparecidos. Una galopante corrupción que sigue lacerando al país. Un sistema de partidos inexistente que no garantiza los equilibrios en el ejercicio del poder. Y para no hablar de bulto aterricemos en Chiapas, que parece aún no caer en cuenta que el país, aunque sea en su conducción, ya cambio. No tiraré la piedra y esconderé la mano, no es mi estilo. Por ello digo al gobernador y a su equipo de trabajo, a sus funcionarios; por si aún no se han dado cuenta, de que el Chiapas de la mañana del 1 de enero del 94 ya lejano en la memoria, no es muy diferente al que hoy 25 años después amanece día tras día. Por ello es irrelevante que el gobierno desvíe su atención y energía institucionales, lo decía ya, en comités de ferias en las que se siguen dilapidando recursos sobre todo en la consabida parafernalia de contratación de artistas carísimos, cuando temas del sector salud como el abastecimiento de medicinas y el pago de prestaciones a sus trabajadores, siguen latentes. Por ejemplo. Denos señales gobernador de que en verdad tiene un plan para Chiapas. No lo distraeré con el tema del pasado corrupto ejercido en la entidad, mucho menos en reclamar justicia para los chiapanecos. Pero sí díganos con cuánto cuenta de presupuesto para este año y en qué, de acuerdo a su diagnóstico y prioridades, se van a ejercer. Ya sabemos que cuenta con 91 mil 500 millones aprox para este año; ahora y sería bueno en una reunión de gabinete y con presencia de medios, nos dé a conocer sus proyectos, metas y compromisos. Creo no es mucho pedir ¿o sí?…// ¡Me queda claro! Salu2.

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