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La política monetaria de la 4T sigue siendo neoliberal a favor del sector financiero especulativo

La política monetaria de la 4T sigue siendo neoliberal a favor del sector financiero especulativo
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Ramón Eloy Cerda Castillo

Los tres ejes fundamentales de la política económica neoliberal que son: 1. La autonomía del Banco de México (Banxico), 2. La austeridad fiscal y 3. El Tratado de Libre Comercio, ahora (T-MEC), siguen vigentes en el gobierno de México de la 4T. Por eso me da risa cuando algunos camaradas, docentes universitarios y políticos me dicen en las redes sociales: “si así sigue la economía mexicana nos convertiremos en Venezuela o Bolivia) en países comunistas, refiriéndose a la actuación del expresidente López Obrador y ahora de la presidenta Claudia Shembaun”. La economía mexicana sigue siendo neoliberal, lo que hizo el expresidente AMLO fue apoyar con programas sociales a las personas más paupérrimas del país que casi 13 millones salieron de la pobreza, aunado a las remesas que envían nuestros connacionales a sus familiares de México, grandes inversiones públicas como el Tren Maya, La Refinería Dos Bocas en el estado de Veracruz, el Tren Transístmico, innumerables proyectos de infraestructura como Hospitales, Universidades, Preparatorias, Carreteras, Becas para Estudiantes, Apoyos en Pensiones, Sembrando Vida, etc.; etc.; etc. Pero el neoliberalismo sigue presente. Veamos:

La política monetaria del Banco de México (Banxico) tiene como objetivo principal mantener la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda, es decir, controlar la inflación, a través de la regulación de la cantidad de dinero y crédito en la economía. Lo hace principalmente administrando la tasa de interés y fondeo bancario y utilizando otros instrumentos para influir en las tasas de interés y la liquidez del sistema financiero. 

La autoridad monetaria de nuestro país representada por el Banco de México (Banxico), empezó a ajustar la paridad cambiaria y a privilegiar el tipo de cambio nominal fijo (o semi fijo) a partir de diciembre de 1987, ya que se procedió a ajustarlo por debajo del diferencial de precios entre México y Estados Unidos, con la finalidad de abaratar el dólar y los productos importados y así a contribuir a reducir la inflación. Al abaratarse las importaciones se genera una competencia interna para que los productores nacionales fijen su precio en torno a los productos importados. La estabilidad nominal del tipo de cambio y la apertura de la economía al movimiento de mercancías, hacen que el precio de un bien nacional sea igual al precio de un bien importado, a fin de que la inflación nacional tienda a comportarse igual que la inflación de Estados Unidos, y así satisfacer las demandas de estabilidad deseadas por el capital financiero especulativo. Luego entonces, se estableció por parte del Banxico la política cambiaria como ancla nominal antinflacionaria como antesala a la apertura de la cuenta de capitales de balanza de pagos de nuestra economía; y esta al estar muy liberalizada casi en su totalidad no favorece a la esfera productiva, como bien señala el Dr. Huerta González: …el libre movimiento de capitales impide que el tipo de cambio se ajuste al diferencial de precios y sea una herramienta de política comercial a favor de la competitividad, de la esfera productiva, de ajuste de la balanza de comercio exterior y de impulso al crecimiento de la economía. De ahí la estabilidad nominal cambiaria dirigida a crear las condiciones de confianza para estimular la entrada de capitales y evitar su salida. [Huerta González, Arturo. La Globalización: causa de la crisis asiática y mexicana, Edit. Diana, 2019, pág. 120].

Ahora bien, si el gobierno federal opta por reducir la inflación, no es para proteger los salarios como ellos dicen (malhaya), sino para: …preservar el poder adquisitivo del dinero, que es controlado por el capital financiero. La inflación es mala, no porque dañe al público en general, como el main stream sostiene, sino porque afecta a los acreedores, a los tenedores de bonos, a los bancos ya los rentistas[Huerta González, Arturo. Obstáculos al Crecimiento: peso fuerte y disciplina fiscal, Facultad de Economía, UNAM, 2021, pág. 38].

EL BANXICO TRATA DE BAJAR LA INFLACION

La política cambiaria es responsabilidad de la Comisión de Cambios, la cual está integrada por funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Banco de México. A finales de 1994 el Banxico se cambió de sistema y a través de dicha Comisión acordó que el tipo de cambio fuera determinado libremente por las fuerzas del mercado (tipo de cambio flexible o flotante).

La reducción de la inflación a través del incremento de la productividad y producción, implicaría modificar las políticas económicas predominantes para asegurar condiciones de rentabilidad en la esfera productiva, para que la inversión se canalice a dicho sector, lo que exigiría dinamizar el mercado interno, así como la disponibilidad crediticia hacia tal sector, además de revisar la apertura comercial para evitar filtraciones de demanda hacia el exterior; políticas que no están dispuestos a instrumentar, ya que ello implicaría replantear las políticas de liberalización predominantes. No se opta por reducir la inflación y estabilizar el tipo de cambio a través de la productividad y producción, y la reducción del déficit de comercio exterior, ya que ello no beneficiaría al capital financiero especulativo, debido a que no se requerirían altas tasas de interés ni se tendría que abrir espacios a la inversión extranjera en los sectores estratégicos. El sector público (gobierno federal), en vez de encaminarse a fomentar la productividad y la producción nacional, ha optado por la salida cómoda de reducir la inflación a través de establecer políticas encaminadas a abaratar el dólar (fortalecer el peso) y el precio de los productos importados.

Luego entonces, el gobierno federal opera para fortalecer al gran capital financiero al que siempre ha protegido y beneficiado en detrimento del capital productivo, la generación de empleos y el crecimiento de la economía. Siguiendo a Huerta, que nos dice: … el banco central, a raíz de la crisis de diciembre de 1994, decidió modificar la política cambiaria en 1995, por lo que paso de un tipo de cambio nominal fijo, a una paridad “flexible” a fin supuestamente de evitar distorsiones del tipo de cambio que ocasionaran efectos adversos sobre el sector externo, como sobre la economía nacional, que había contribuido a la configuración de la crisis manifestada a fines de 2021. [Óp. Cit; Huerta González, Arturo. Obstáculos al Crecimiento, pág. 40].

Por otro lado, las instituciones financieras internacionales, así como muchos bancos centrales y gobiernos, defienden a ultranza la determinación del tipo de cambio en torno al mercado, y se oponen a que intervenga sobre ésta política y que se use para mejorar la competitividad de la economía. Todos de una u otra manera inciden en el mercado para alcanzar el tipo de cambio objetivo buscado, ora para mantener una paridad competitiva y así dinamizar sus exportaciones como su economía, o para trabajar con un tipo de cambio apreciado para bajar la inflación y favorecer al sector financiero, que es el caso que predomina en México. En este contexto, el Dr. López Arévalo nos dice que: … en un sistema de tipos de cambios flexibles, los bancos centrales permiten que el tipo de cambio se ajuste para igualar la oferta y la demanda de divisas, siendo los mercados de cambio los encargados de determinar el valor relativo de sus monedas. Si con el paso del tiempo una moneda resulta menos cara en relación a otras, se dice que esa moneda se ha depreciado. Si por ejemplo, antes 10 pesos se cambiaban por un dólar y ahora son necesarios 18 pesos para obtener un dólar, entonces el peso se ha depreciado frente al dólar (vale menos en términos de dólares) y el dólar se ha apreciado en relación al peso (vale más en término de pesos). Siempre que una moneda se deprecia la otra se aprecia[López Arévalo, Jorge Alberto. Fundamentos de Economía Internacional, UNACH, 2019, pág. 106].

Esto quiere decir que el gobierno federal a través del Banco de México interviene en la fijación del tipo de cambio “flexible”, aunque ellos lo nieguen, a favor del sector financiero ( oligarquía financiera y bancaria) y dejando a un lado al sector productivo; siguiendo con el economista Huerta González, nos dice que: … a pesar de que las autoridades monetarias nieguen que usan el tipo de cambio como ancla nominal para reducir la inflación, los datos y la forma de operar de dicha institución, lo evidencia. Si en realidad existiera un tipo de cambio flexible, y el banco central no interfiriera en el mercado de divisas, el déficit de comercio exterior llevaría a la devaluación de la moneda nacional a fin de mejorar su competitividad y reducir las presiones sobre dicho déficit. Ello no acontece, ya que se comprometería el objetivo del Banco de México de estabilidad del tipo de cambio, así como la rentabilidad del sector financiero; por más que dicen que no es su objetivo si es su objetivo, y que se trabaja con un tipo de cambio flexible, ello no es tal. [Huerta González, Arturo. La Crisis en EUA y México: La dificultad de su salida, Facultad de Economía, UNAM, 2018, Pág. 171].

El gobierno federal debe aumentar su participación en la economía en aquellas áreas prioritarias y estratégicas para atender los reclamos y demandas de la población, esto no quiere decir que el Estado sea el dueño de la economía y que el sector privado no participe en dicho proceso, pero con responsabilidad y a cada quien que realice su función eficaz y eficientemente en aras de un México mejor para todos que sería lo más deseable; luego entonces el gobierno central tiene que incrementar su capacidad de gasto para lo cual debe tener el manejo soberano de la política monetaria, y no subordinarla a la estabilidad nominal del tipo de cambio ni a la convertibilidad de su moneda a tal tipo de cambio. Asimismo, debe tener un gravamen diferenciado que tase más a la cúpula empresarial y al sector financiero para mermar el ingreso y poder económico de dicho grupo, y mejorar la distribución del ingreso nacional. El gobierno debe intervenir en la economía a fin de garantizar condiciones de crecimiento económico y de empleo bien remunerado. Más que preocuparse por los objetivos macroeconómicos de estabilidad el sector financiero, tiene que elaborar políticas para incrementar la capacidad productiva y el empleo, ya que la fortaleza de una economía está en ello, a fin de satisfacer las necesidades de la población.

*Economista por la Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la UNACH, Campus III, San Cristóbal de Las Casas Chiapas. 

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