La nueva normalidad y la batalla de Normandía

Luis Alberto Vázquez El día de hoy 01 de Junio, iniciamos la “nueva normalidad”. Con un país pintado de rojo en toda su geografía por las autoridades de salud federal, a excepción de Zacatecas; en pleno proceso ascendente de contagios y de fallecimientos. Evidentemente, la curva nunca se aplanó, nunca ha dejado de crecer, tampoco ha disminuido el factor de crecimiento, sigue siendo progresivo, para algunos matemáticos exponencial; indudablemente la política sanitaria fracasó, no dió resultados, salir por las mañanas a decir que no salga de sus casas, y por la tarde que ya estaba aplanada, que se tenía sobrada capacidad hospitalaria, indudablemente causó la confusión necesaria para que una sociedad poco informada, actuara sin precacución alguna. La sana distancia y el control de transito social que se levanta en evidente irresponsabilidad, indudablemente causará un desastre sanitario en los próximos días, que no es lo que desearíamos la mayoría de mexicanos. Sin embargo, pareciera que el General que comanda el ejército, preferirá como en el desembarco de Normandía, la pérdida de miles de vidas en una sola batalla (en tres meses) y comenzar el 2021 con otro tema, ganar el proceso electoral. Astutamente, el responsable del politica sanitaria, antes de la desgracia que se vislumbra, cual Pilatos, se ha lavado las manos y dicho: por una parte, que es responsabilidad de los estados el “control” de los semáforos sanitarios, disposición que contraviene a la propia Constitución que obliga a la Secreatría de Salud y a la Comisión Nacional de salud, a actuar de manera “inmediata” en caso de epidemias, no a los Estados. Por otra parte, en ese mismo ánimo elusor dicho responsable de la pandemia. ha señalado que pudiera haber un “rebrote”, como si en alguna momento desde que inició la pandemia, las cifras hayan tenido tendencia descedente. El 30 de junio de 2020 se conmemoran 500 años de la noche triste, noche en que fue derrotado Hernán Cortés por los aztecas. Esperemos que cinco centurias después los mexicanos no tengamos un mes triste, que Dios nos proteja.