Carlos Román García
El tripulante guía la embarcación, siguiendo el dibujo
que una constelación de siete estrellas, cada una de ocho puntas
deja en el cielo
Cuatro nubes flotan en el éter
La balsa, como aquellas de totora del Titicaca
como las canoas mayas que navegaban
de A Kim Pech al Golfo de Honduras
o las chiapanecas de Acala, en el río Grande
con su rostro de ave marina
El agua es una cenefa vegetal
líquido, vida, corriente
Rumbo al mar, que es el morir
La máscara del dios Hun Ahau cubre el rostro del que gobierna el remo
con el número 18, del dios del maíz foliado
y su hilera de granos a un lado de la cara
Señor del inframundo
Ornado de cascabeles y plumas de quetzal
La lengua, vírgula de la palabra definitiva, última
Pulseras de hueso, caracoles en el rostro
cola de mash
He aquí a Xbalanqué al que conduce a los muertos al Xibalbá
del oriente en que nace Kinich Ahau al poniente donde declina
Superstición y falsedades del demonio dijeron los frailes
Nave que viaja al reino del olvido
Acerca de La nave, grabado de Enrique Díaz
Ladera del Cañón del Sumidero
24 de noviembre de 2024