Dr. Iconoclasta
Como todos deberían saber, el fuero constitucional para los legisladores se instituyó para que ningún legislador pudiera ser reconvenido por sus opiniones en su función de representante popular, nunca para protegerlos de acusaciones de delitos del orden común. Sin embargo, pronto encontraron en este recurso un manto de impunidad para protegerse de delitos de toda índole, particularmente, de casos de corrupción. Lo que vimos ayer, con el intento de desafuero de Cuauhtémoc Blanco, debería llenarnos de vergüenza e indignación pero, lo más importante, es la respuesta a la pregunta de por qué y quiénes lo están protegiendo. Ningún asunto relevante, en ningún terreno, pasa sin ser conocido, aprobado o desaprobado por el presidente de la República. Recordemos, en este caso, que el primero en proteger a Blanco, fue López Obrador no sólo para hacerlo candidato de morena a gobernador, sino frente al escándalo que causaron sus fotografías con los jefes de los narcotraficantes que operaban en Morelos y en Guerrero. ¿En serio ignoraba López Obrador los vínculos de Cuauhtémoc con esos personajes o por qué, conociéndolos, lo protegió? Ahora la causa para pedir su desafuero fue la violación en grado de tentativa pero las acusaciones con Blanco son muchas y muy graves. Lo que no suena lógico, suena metálico diría el clásico así que hay que ser muy inocentes para creer que fue una omisión circunstancial. También protegió a Salgado Macedonio acusado por varias mujeres de violación y por tener vínculos con narcotraficantes. Igual protegió a Rubén Moya Rocha y a Américo Villarreal y a Adán Augusto López y a Rutilio Escandón y a Mario Delgado acusados todos de vínculos con el narco y sólo por señalar los casos más escandalosos. Todos esos protegidos por López Obrador hoy son protegidos por Claudia. ¿Es casualidad o causalidad? A juzgar por las tantas declaraciones y acciones de López Obrador no se trató de casualidades. ¿Recuerdan las expresiones de ” a los delincuentes también los cuidamos porque también son seres humanos”, ” yo di la orden de liberar a Ovidio Guzmán”, ” el ejército y la GN tienen la orden de no enfrentarse a los delincuentes porque no quiero fotos de masacres? Por éstas y muchas otras cosas, los gobiernos de EU consideran que es inaceptable la relación de los gobiernos de México con los narcotraficantes. ¿Cuántos beneficios, además de los electorales, recibieron López Obrador y Claudia, de los delincuentes incluído Cuauhtémoc Blanco? Por qué ellos son los culpables de la impunidad ¿Acaso hay algún inocente, para no llamarlo de otra manera, que crea que los diputados y la FGR actúan por la libre? Que la mayoría de las diputadas de morena le griten desaforadamente al Cua “no estás solo!” y que el PRI vote en bloque por no desaforar a Blanco, además de ridículo e incongruente, sólo es anecdótico, el fondo sigue siendo ¿por qué amlo y Claudia protegen delincuentes como Cuauhtémoc Blanco?
Otro tema es ¿por qué tantos millones de mexicanos convalidan y hasta aplauden estos actos? ¿Es sólo porque muchos son ignorantes y gracias a los programas sociales perdonan lo que sea de quienes consideran sus benefectores? ¿Y los otros, la clase media, dizque ilustrada, por qué sigue sin atar cabos y siguen apoyando a esa nueva clase política que resultó peor que la vieja clase política? ¿no se han dado cuenta que la vieja y nueva clase política son lo mismo? ¿acaso estamos confirmando, una vez más, que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen? Obviamente muchos ciudadanos, casi la mitad, no nos sentimos representados por ellos, pero las mayorías mandan, aunque ese mandato esté basado en la ignorancia, la apatía, el conformismo o la estrechez de miras.
