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La Feria / ¡Hay un Dios!

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Sr. López

 

Siendo niño el del teclado fue a la boda de la prima Alicia (que a este su texto servidor le parecía el culmen de la belleza y la gracia). Con el traje azul marino de los lunes (honores a la bandera en la escuela) y muerto de la vergüenza porque  me quedaba de brinca charcos, asistí a la ceremonia en la iglesia y al ‘banquete’, que no era sino una fiesta normal en aquellos tiempos del México de medias suelas, zurcido de medias, señores de traje que iban en bicicleta al trabajo y bóiler de ‘combustibles’ de aserrín con petróleo. El caso es que la tía Victoria (la lengua más temida de la familia materno toluqueña), viendo iniciar el baile a la feliz pareja (este junta palabras ya odiaba al novio), dijo: -En este matrimonio, pierden los dos –y las miradas reprobatorias del resto de la mesa la hicieron agregar (nunca se callaba nada): -De dos torcidos no sale un derecho –el tiempo le dio la razón, pero no les digo qué pasó, porque luego cuentan todo y Alicia vive.   

 

Resumen final sobre el proceso electoral del domingo en el Estado de México: perdieron todos.

 

El PRI y sus aliados, deberían darle una repasada a la vida de Pirro: hay victorias que son derrotas. La empresa PRI & Cía. Sucesores, S. de R. L., se queda con el Estado de México, seguro, pero con casi la mitad de votos que en la anterior elección (que don del Mazo disfrute su corona de espinas); pero si vuelven a ganar así otra elección, van a acabar en la enfermería de un penal (de Centroamérica, ya ve que eso está de moda). Moderación, señores. Moderación.

 

Los caballeros tricolores, aunque les dé flojera, deberían sumar los votos de esos partidos que nomás por chacoteo se denominan ‘de izquierda’, para que se enteren que Morena, PRD y PT, obtuvieron poquito menos del 50% de la votación, frente al casi 33% del combinado tricolor… y que ellos, el neoPRI peñanietista, sin aliados, sacó por ahí del 28% ¡Y el 2018 encima! (de música de fondo canta María Victoria: cuidadito, cuidadito, cuidadiiito…)

 

Morena pierde… Morena pierde… porque… ¡híjole!, bueno, con la pena (con todo respeto), por el Pejehová, por él (perdón, Él) y solo por Él, que convenció a Delfinita que iba a caminar sobre las aguas (como el Juanito). Lo del Pejeremías es el martirio (y lo disfruta). Bien pudo hacer coalición, dándole su rebanada a los otros partidos, pero, no; parece que su mayor interés es probarnos que tiene razón cuando habla de la mafia del poder. Lo lamentable -para sus fieles seguidores-, es que ya desde ahora se puede vaticinar que por su modo, por su estilo, jamás será Presidente: el gran capital global no tiene ningún interés en tratar con un Trump de huarache. Ni modo (y ojalá no haya reencarnación, porque es capaz, seguro).

 

El PRD pierde por el comportamiento de trotacalles de su dirigencia (‘… vende caro tu amooor, aventurera’, les dedica Lara).

 

El PAN pierde y aparte de perder queda en ridículo, en su ridículo cuarto lugar, con su ridículo dirigente nacional, con su ridícula campaña, con su ridícula candidata. Ridículo tan descarado que hace sospechar que sí existe el PRIAN (y si no eso, sí un ‘peña-anayismo’ muy feo).

 

Los demás partidos pierden pero muy contentos, porque están diseñados para eso, para perder mientras conserven el registro -coaliciones mediante-, y sigan recibiendo sus prerrogativas, el dinero de todos nosotros que se desperdicia en eso, en mantenerlos. Nomás para que se le irrite lo que sigue del colon descendente, le recuerdo que este año, en números redondos, el partido Verde, recibe 338 millones de pesos; Movimiento Ciudadano, 313; Nueva Alianza casi 243; Encuentro Social, 230; y el PT, 217… 1,341 millones de pesos, tres millones 673 mil pesos diarios, tirados al caño (y el mexicano estándar, estirando la quincena).

 

Sería muy divertido que alguna ley obligara a esos partidos a probar legalmente su militancia, que no puede ser inferior a 217,264 mil tenochcas (cantidad resultante  de lo que ordena el artículo 24, fracción ‘b’ del ‘Código federal de instituciones y procedimientos electorales’); porque si es verdadera la militancia que dicen tener, sería la primera cosa precisa y cierta en la historia del país: PVEM, 947 mil 346 afiliados; Movimiento Ciudadano, 795 mil 281; Nueva Alianza, 639 mil 174; PT, 892 mil 756.

 

Nomás recuerde que en 2014 el PAN depuró su padrón de militantes y resultó que eran 271 mil 632 (por un pelo no perdieron el registro como partido nacional); qué diferente con el PRI, que oficialmente tiene cinco millones 848 mil 944 atingentes y dedicados militantes, a los que hay que agregar los 3 millones 600 mil fervorosos priístas que se afiliaron nada más en 2014 (que equivalen a  9 mil 870 por día, a 1,234 conversos al evangelio de Peña Nieto por hora hábil… ¿multiplicación de los panes y de los peces?, esas son cositas, para multiplicación la del PRI… como de  tumor canceroso).

 

No se permitirá este López comentar nada de las elecciones en Coahuila. No se habla de la soga en casa del ahorcado. El triunfo del PRI en esa entidad, es otro estrepitoso fracaso, horrísono, diría el potosino Francisco González Bocanegra, autor de la letra de nuestro himno (¿se darán cuenta en Los Pinos de lo que están sembrando para el próximo año?… parece que no).

 

En Nayarit en cambio no hay discusión: el candidato triunfador saca una holgada ventaja; nadie discute nada; pero ningún partido ganó, porque una coalición PAN-PRD es como un matrimonio Hitler-Churchill. Ya verán después que bien les va a ir, igualito que en Veracruz, con el gañán que montaron de Gobernador, aunque para fortuna de ese rinconcito de patria que sabe reír y votar, solo lo van a aguantar otro año y medio, pues a fin de cuentas, como dice don Manuel: ¡hay un Dios!

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