Home Columnas La duda ofende / La Feria

La duda ofende / La Feria

La duda ofende / La Feria
0
0

Sr. López

 

Buscando información sin ninguna buena intención, se topó este López con la edición del 22 de agosto de 2013, del portal ‘Sinembargo’, en la aparece un reportaje acerca de las mentiritas blancas de algunos personajes del escenario político, que nos presumen lo populares que son y los millones de seguidores que tienen en sus cuentas de “twitter” (en extraña competencia con Ninel Conde, que por obvias razones más que seguidores, tiene “correteadores”, pero-por-supuesto).

 

Resulta que una empresa británica llamada Status People (se refieren a ella como “herramienta”… a los que saben les ha de resultar de lo más claro, pero este menda se declara absolutamente incompetente para desentrañar el uso de tal sustantivo: una empresa es una herramienta… será)… en fin, esa empresa analiza en serio los reportes de twitter y detecta  las cuentas falsas e inactivas que la crema y nata de la vida pública, reporta como parte de sus “seguidores”, mire nomás:

 

La cuenta del Presidente de la república, en esos días, reportaba casi 2 millones 100 mil seguidores: 37%, falsos, 25% inactivos, pero, igual, 525 mil ciudadanos, sí leen lo que tuitea algún empleado suyo muy bien pagado -“tuitea” del verbo tuitear, aquí inventado en este momento-, porque ni modo que él esté todo el santo día tuiteando. Mancera, el jefe de gobierno de la CdMx, reportaba un 27% de seguidores que son cuentas falsas y un 37% de inactivas. Mi general Calderón, sí, el expresidente, tiene -según dice su cuenta de twitter- 2 millones 560 mil seguidores,  el 49%  son cuentas falsas y el 39% son usuarios inactivos (cuentas canceladas, twiteros difuntos, vaya usted a saber)… el 88% de sus seguidores son mentira (tiene 307,200 mareados que sí lo leen… poquito diferente a los más de dos millones y medio de los que se ufana… ni que fuera Justin Bieber). Marcelotzin Ebrard de triste memoria, tiene un 65% de cuentas de mentiritas.

 

Y seguramente nada más por fastidiar, se le hace saber al peladaje (todos nosotros), que un tal Carlos Slim es la hora que no manda su primer “twitter”, pero que sí sigue a dos personas: a su hijo Marco Antonio Slim y a Arturo Elías Ayub (ha de ser su amigo).

 

Si a nuestros políticos les vitaminan el ego sus empleados y amigos, añadiendo seguidores falsos, no lo podemos saber, pero conociendo un poco el albañal, puede sospecharse que contratan gente que le sabe a esa enigmática tecnología para aparecer como más populares que la Rompecatres en noche de carnaval, así son.

 

A los británicos que se pusieron a perder su tiempo con tecnología de altos vuelos, para desvelar esta mentira, se les hace saber que los tenochcas, desde los que apenas están tirando los dientes de leche, hasta los de la edad de cuarta, sabemos sin su ayuda, que entre nuestra clase política, los mentirosos, raros no son (entre ellos hay  gente de una pieza, claro, pero esos sirven para ratificar la regla: ogaño, son una chusma de falsarios, en todo, también en twitter, faltaba más).

 

Pero vale una reflexión (ya antes muy dicha por este menda): nuestros gobernantes y políticos, no vienen de otro país con la encomienda de hundirnos: al igual que todos nosotros los del peladaje estándar, nacen, crecen, se desarrollan y deforman en ensoñadores hogares mexicanos, porque no puede usted negar que en nuestra patria hemos hecho de la mentira una de las bellas artes (no lo ande contando).

 

Mentira es en México casi todo. Écheme un torito… ¿la extensión del país?… mmm, fácil: el Inegi dice que el país mide 5 millones 114 mil 295 kilómetros cuadrados (km2), pero Conagua (chéquele), que 1 millón 964 mil 375, que es la verdad porque el Inegi suma 3 millones 149 mil 920 km2, que no son territorio nacional, ni siquiera aguas nacionales, sino la zona exclusiva del mar -para explotarla, que no la explotamos-, que nos corresponde según los tratados internacionales… ¡ah! pero no resistió el Inegi la tentación de inflar el área nacional, ¡hágame usted el favor! (¿cómo para qué?).

 

¿La población del país?… mire, el Inegi, que es el responsable del asunto de medir el país por todos lados, dice que somos 112 millones 336 mil 538 felices habitantes (censo de 2010), pero es muy sabido que no pocos gobernadores le aprietan las tuercas a los encuestadores del Inegi para que reporten más habitantes en sus estados, porque el número de pobladores influye en las participaciones en efectivo que les manda la federación; conclusión: no sabemos cuántos somos, pero ya “se dice” que 120 millones… mmm.

 

No se torture con otro tipo de cosas como la verdadera cantidad de petróleo que sacan diario (imagínese qué porcentaje de posibilidad hay de que nos digan la verdad, piense nomás en las cataratas de dinero que eso significa… por ahí de una diezmillonésima del uno por ciento de chance de que en eso y solo en eso, sí nos digan la más rigurosa verdad… ajá, sí, seguro), ni intente aclarar mitos como que Lázaro Cárdenas “expropió el petróleo”, que mi general lo que hizo fue expropiar unas empresas petroleras, el petróleo ya era nuestro desde la Colonia, como todo lo que está en el subsuelo (que en México la rifa el derecho romano)… en fin, el punto es nada más dejar claro que nuestros políticos sí mienten pero que eso es parte del deporte nacional; si duda dígase usted si le resultan familiares algunas de las siguientes frases:

 

Yo te hablo… Hay que vernos… Qué gusto verte… Ni la conozco… Es mi prima… No había señal… Se me acabó la batería… Perdí el cargador… Que no estoy… No lo vuelvo a hacer… No te vi… Me jaquearon la cuenta… No traigo nada… Te he estado buscando… Nunca lo había hecho… Así estaba… Con unos amigos… Qué bien te ves… No me acuerdo… Fue hace mucho… Me lo regalaron… Lo saqué con mis puntos… No me han pagado… Voté por usted… No vamos a hacer nada que no quieras… Es como mi hermana… Es un amigo… Te debo tu regalo… Qué pena que no fuiste…

 

Ayer ya fue nota de primera plana que el Pejehová está en 25% de intención de voto, Meade en 22% y el C.Anaya, 20%… la duda ofende.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *