Francisco Félix Durán
“El idioma hace historias. Las historias hacen naciones. Esta es nuestra historia”, se dice en la película Kneecap, nombre de un grupo de hip-hop de Irlanda del Norte, que solo canta en irlandés con el fin de mantener y promover su lengua en un país que pertenece a Reino Unido.
El director de la misma nacionalidad Rich Peppiatt, nos cuenta el ascenso de este trío y es protagonizada por sus integrantes, ofreciendo una clase de historia sobre la lucha e identidad de este país, desde la división social por pertenecer a Reino Unido hasta adoptar el inglés como idioma oficial.
En ese contexto, un joven es detenido por tema de drogas y en la comisaría se niega a hablar inglés, razón por la que le llevan un traductor de irlandés, quien resulta ser un maestro de música y al leer la libreta del arrestado encuentra letras interesantes, por lo que al quedar en libertad le propone a él y a su amigo formar un grupo musical.
Así nace Kneecap, integrada por el exmaestro DJ Próvaí, Mo Chara y Móglaí Bab; este último es hijo de Arlo, quien les enseñó a hablar irlandés cuando eran niños y es un paramilitar del Ejército Republicano Irlandés Provisional, movimiento opuesto al dominio británico.
En resumen, este grupo no fue bien visto por el gobierno y tampoco por los compañeros de su padre, debido a su lírica a favor de las drogas y el uso de la lengua irlandesa para canciones que no reflejan los valores del movimiento. Lo cierto es que con su éxito se convirtieron en sus verdaderos promotores.
Ahora bien, en Irlanda del norte el idioma oficial es el inglés, pero el 39.8 por ciento de la población habla la lengua mencionada. Lamentablemente, el apoyo ideológico para su uso es alto, pero el uso real es bajo, lo que genera poca identidad y se mantiene vigente gracias a activistas como el grupo mencionado.
Por otra parte y centrándonos en nuestro país, sucede algo similar, el apoyo es supuestamente alto según los medios oficiales y se hablan 68 lenguas indígenas, pero de los más de 25 millones de personas que se reconocen como tal solo 7.4 millones hablan alguna de sus lenguas.
Finalmente, es sabido que los vencedores son los que escriben la historia y lo hacen en su idioma, por lo que es importante preservar nuestras lenguas originarias y sus verdades históricas. En irlandés, “fin” se dice “an deireadh”.