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Karla Barajas, escritora chiapaneca celebrada por su minificción y compromiso con la naturaleza

Karla Barajas, escritora chiapaneca celebrada por su minificción y compromiso con la naturaleza
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  • Su obra, traducida a múltiples idiomas, refleja su capacidad para explorar lo humano en relatos breves pero poderosos.

Daniela Alfaro

Karla Barajas, una destacada escritora chiapaneca, ha dejado una huella en el mundo literario con su peculiar estilo narrativo y profunda conexión con la naturaleza. Su obra, que abarca diversas colecciones y antologías, como “Neurosis de los bichos”, “Donde habitan las muñecas” y “Viscerales”, refleja su habilidad para explorar temas complejos en breves pero poderosas minificciones.

Barajas no solo ha conquistado el ámbito nacional, sino que su talento ha trascendido fronteras, con algunas de sus obras traducidas al francés, húngaro, inglés, polaco y la lengua maya-tseltal de la variante de Oxchuc. Su capacidad para combinar lo fantástico con lo cotidiano y lo profundamente humano ha resonado en lectores de diversas culturas.

Entre sus contribuciones más significativas se encuentra su participación en la antología “Mujeres en la minificción mexicana” y la colaboración con Eliana Soza en “Minimundos”, destacando su compromiso con la visibilización de voces femeninas en el panorama literario contemporáneo.

Su amor por la naturaleza y la fauna local también se refleja en sus escritos, donde aborda temas como la conservación de especies en peligro de extinción y la relación compleja entre el ser humano y su entorno. Ejemplo de ello son relatos como “Si querían el dinero” y “Interés por la biología”, que abordan de manera única y provocativa estas temáticas.

A través de su escritura, Karla Barajas no solo atrapa, sino que invita a la reflexión sobre temas urgentes como la conservación ambiental y la fragilidad de la vida humana y animal.

Micro novela “Regeneración”
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Si querían el dinero
El día del secuestro planeaba declararle su amor, formalizar la relación, llevarla a pasear en las trajineras de Xochimilco, pero lo agarraron con las flores y una cadena con su nombre. No se resistió, suplicó que a la hora de pedir el rescate no le dijeran a la esposa con quién andaba. No le convenía a los secuestradores y menos a él.
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Valores familiares
A pesar de que sus papás sabían qué hacía con las especies en peligro de extinción, seguían regalándoselas. Así, Julio se distraía y no preguntaba por los secuestrados en su casa.
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Judas chicuarote
El chicuarote acarició mi piel rosada, húmeda y endeble. Me besó la mejilla. La contaminó con su tacto, condenándome a dejar la juventud eterna que me brindaba el Valle de Xochimilco y a agonizar en una pecera.
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Interés por la biología
Los ajolotes pueden regenerar una parte mutilada en cuestión de semanas, explicó la maestra al grupo de tercer año, despertando la curiosidad en sus alumnos, en especial de Julio, quien se obsesionó con el tema, pidió a sus padres un ajolote y cuando lo obtuvo, le cortó las branquias y patas.

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El anfibio que me antecedió murió y sus padres le compraron otro para que él no se sintiera mal
A diferencia de los ajolotes, el corazón y cerebro de algunos humanos no se regenera cuando está dañado.

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