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Juan Sabines y Enoch Cancino; 2 de Marzo / Índice

Juan Sabines y Enoch Cancino; 2 de Marzo / Índice
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+ Dos amigos que se fueron en la misma fecha…

+ Vidas de políticos y recuerdos de chiapanecos…

+ Lo que me tocó vivir con ellos…

 

                            Ruperto Portela Alvarado.

 

         Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Miércoles 11 de Marzo de 2020.- “Cuando un amigo se va, no hay quien llene ese vacío; cuando un amigo se va, ya tenemos por quien llorar”. Dos amigos, dos excelsas personalidades entre sí unidos por la política, pero antes por su amistad. Así fueron Juan Sabines Gutiérrez y Enoch Cancino Casahonda. Dos chiapanecos ilustres que se despidieron para siempre, un 2 de marzo.

Fueron dos luces que brillaron en la política: Juan Sabines Gutiérrez, “El Ciclón de Chiapas” y Enoch Cancino Casahonda, el poeta. Uno se fue con sus “Hechos; No Palabras” y el otro con su “Canto a Chiapas”. Sabines murió el dos de marzo de 1987 y Enoch el mismo día del año 2010.

Juan Sabines Gutiérrez nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas en el año 1920. No se sabe con exactitud su día de nacimiento pero él lo celebraba el 24 de junio, aunque se creía también que su onomástico era el 28 de octubre en que se festeja a San Judas Tadeo del que era fiel devoto. Tuvo una extraordinaria carrera política como miembro del Partido Revolucionario Institucional. Fue Gobernador de Chiapas, Senador de la República, Diputado Federal, Presidente Municipal de Tuxtla Gutiérrez y Secretario General de Comité Ejecutivo Nacional del PRI.

Por su parte,  Enoch Cancino Casahonda, también militó en el partido tricolor, del que fue su dirigente estatal; Diputado Federal, Presidente Municipal y Secretario General de Gobierno precisamente en la administración de su amigo Juan Sabines Gutiérrez. Se destacó como poeta y fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua. Su discurso de ingreso fue con el tema: “Algunas consideraciones acerca de la poesía chiapaneca actual”, el cual pronunció el 3 de mayo de 1974, siendo contestado por Mauricio Magdaleno Cardona (destacado escritor y periodista mexicano, miembro del Seminario de Cultura Mexicana, de la Academia Mexicana de la Lengua y del Patronato del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México.) Noquis Cancino también fue miembro del Seminario de Cultura Mexicana.

 

JUAN SABINES GUTIÉRREZ, “EL CICLÓN”…

Sin lugar a dudas, Sabines, el  “Ciclón del Sureste” (que más bien lo fue de Chiapas porque el original llamado así fue don Carlos Alberto Madrazo Becerra, Gobernador de Tabasco –1959-64–, fallecido en un avionazo durante la campaña presidencial de Luis Echeverría Álvarez el 4 de junio de 1969), es el Gobernador de Chiapas más querido y recordado por los chipanecos.

Su ascensión al Poder Ejecutivo del Estado el 29 de noviembre de 1979 en sucesión de don Salomón González Blanco –primer interino del constitucional Jorge de la Vega Domínguez— tuvo una reacción meteórica en la construcción de edificios y modernización de la capital del Estado, sin que se haya omitido la atención al resto de la geografía chiapaneca.

Puedo recordar al Juan Sabines Gutiérrez mentándole la madre a uno de sus amigo que era director de Tránsito del Estado, un madrugada en que atendía a grupos de transportistas del centro y norte de Chiapas que le exigían solución a sus demandas o cuando él mismo mandó a cerrar los pozos petroleros de Cactus en la zona norte del Estado, para obligar a Pemex a pagar indemnización a los rancheros y agricultores productores por los daños que les causaba la lluvia ácida.

Otra vez, optó por movilizar a los productores de barbasco y la prohibición de su venta, que en ese entonces le pagaban a 30 centavos el kilo y logró subirlo a 3 pesos. El Barbasco es  una de las plan­tas mexicanas más im­portantes para la industria farmacéutica. Esta planta ha sido utilizada para la producción industrial de las hormonas esteroides, en particular de la progesterona y sus derivados (que se utilizan como anticonceptivos), y de la cortisona, un potente antiinflamatorio. Por eso su valor comercial, que antes de esa movilización no se le daba.

Fue Sabines “El Viejo” el que puso orden durante la explosión del volcán Chichonal o Chichón, como algunos le conocen. Ese acontecimiento se dio la madrugada del 28 de marzo de 1982 con una explosión funesta el 2 de abril que desapareció el municipio de Francisco León con ciento o miles de muertos bajo piedras y cenizas.

En ese entonces, estando en Pichucalco atendiendo la emergencia, llegó el candidato a la gubernatura, el General Absalón Castellanos Domínguez, disponiendo las acciones a realizar. Yo detrás de la voluminosa figura de Julio Alvarado Gutiérrez, anotaba todo lo que decían. Don Juan al darse cuenta se dirigió hacia mí  y me dijo –con un puñetazo en el estómago de por medio–, “no escribas nada de esto”.

En esa operación desde Pichucalco donde Juan Sabines Gutiérrez se encontró con el ya candidato a la gubernatura, el General Absalón Castellanos Domínguez se dispuso la instalación de un gran albergue en lo que son las instalaciones de la “Feria Chiapas” que el mismo Gobernador Sabines supervisaba diariamente y todas las mañanas.  Ahí me lo encontré muchas veces y lo entrevisté sobre el rumbo que tomaban los cuidados y atención de los damnificados. También recuerdo como operador de ese albergue al robusto Julio Alvarado Gutiérrez quien era entonces el director de Educación Física en el Estado.

El historial de Sabines “El Turco” es muy largo, festivo y de muchos claros, aunque no pueden faltar los obscuros acontecimientos que muchos afectados recuerdan. Los alumnos de la Normal Rural Mactumatzá, uno de esos tantos días en que hacían sus alborotos, llegó el jefe de la policía, don Fernando Álvarez Orea y le dijo al Gobernador: “Señor, ya los estudiantes de Mactumatzá se están manifestando”: a lo que Sabines le respondió: “párteles la madre”, lo que literalmente entendió y llevó a cabo.

Lo cierto es que el carisma de Sabines Gutiérrez alcanzó a su “Cachorro” Juan Sabines Guerrero para que pudiera explotar su dinastía y ser también gobernador de Chiapas, no con los mismos resultados, aunque hizo una copia de actitudes y programas como el Codecoa, el Codecom y hasta la frase ícono: “Hechos; No Palabras”.

 

ENOCH CANCINO; “CANTO A CHIAPAS”…

“Chiapas es en el cosmos lo que una flor al viento; es célula infinita que ríe, llora y canta…”. Esa es la carta de presentación de don Enoch Cancino Casahonda: su “Canto a Chiapas” que, circunstancialmente no es su obra prima, porque no es la que aparece en el compendio de “Los 500 Poemas”. Aunque, seguramente, después de Jaime Sabines “El Poeta Mayor”, “Noquis” es el poeta chiapaneco con más renombre, aplausos y querido en Chiapas y México.

Su bonhomía, carisma, sencillez a flor de piel, le dieron a “Noquis” su mejor arma para incursionar en la política. Claro, también su cercanía con el poder y la amistad que cultivó con Juan Sabines Gutiérrez y el hermano poeta Jaime Sabines. Doctor, cardiólogo, poeta y político fue la vida e imagen de don Enoch Cancino, con quien logré hacer una buena amistad, aunque no muy cercana.

Un recuerdo grato fue aquella vez que “confabulamos” a favor de la candidatura anticipada del doctor Enoch Cancino a la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez. Faltarían tres meses para el proceso abierto que había ordenado el Gobernador José Patrocinio González Blanco Garrido en aras de elegir en votación abierta a los candidatos a alcaldes.

Reunido con Amet Díaz Albores, un destacado líder campesino y agrario con mucho control en los cinco ejidos de Tuxtla y el contador público, Aberlay González, acordamos sorprender al doctor Enoch y le hablamos por teléfono. Le dije que queríamos platicar con él sobre el asunto de su candidatura. Nos respondió con su característica alegoría: “sí, cómo no; pero vengan a las diez porque voy a empezar a desayunar y no los voy a invitar”. Eran apenas como las 9 de la mañana.

Y sí, llegamos, le platicamos lo que creíamos. Le dijimos que él iba a ser el candidato a la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez y que nosotros queríamos estar dentro de su campaña. Desde entonces, hicimos con “Noquis” una pre-pre-pre campaña por los cinco ejidos, los principales mercados de Terán y Plan de Ayala, recibiéndolo con tacos, pozol, horchata y collares de flores, como si ya fuera el candidato.

Uno de esos días, en el mercado “Santa Cruz” de Terán, el doctor me preguntó que había estudiado y le dije: periodismo. Su respuesta fue: “tú vas a ser el jefe de prensa del ayuntamiento”. Ya iba de gane, pero cuando tomó posesión de la alcaldía, solamente llamó a Amet Díaz Albores para ser director de mercados y a Aberlay González, Contralor.

Luego supe que mi lugar lo había reservado para Ciro Jiménez –el de la imprenta “La Sirena”—por recomendación de Jaime Sabines. Así que me quedé “nomas milando”, como el chinito. Pero como dice la canción, “no hubo rencor alguno…”. El doctor se portó bien conmigo cuando tuve que ir varias veces a Veracruz a tramitar mí titulación de Licenciado en Periodismo y tres veces me pagó los pasajes. Gajes del oficio.

En fin, muy gratos recuerdos me quedaron de estos dos ilustres chiapanecos con los que conviví –de alguna manera—y tuve el privilegio de entrevistar, como no lo podían hacer otros en ese tiempo… Vayan mis recuerdos a estos dos personajes que hicieron historia y que en el tiempo y la distancia, los chiapanecos los recuerdan con cariño… Servidos…

Con un saludo desde la Ciudad del Caos, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la tierra del pozol, el nucú, la papausa y la chincuya…

Para contactarme: rupertoportela@gmail.com

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