Sr. López
Le conté hace mucho de la inolvidable mañana que tía Queta supuso que tío Quique, su marido, no había ido al trabajo sino a la azotea, a las habitaciones (el cuarto, pues), de la “muchacha”; y ahí lo encontró en febril actividad que se puede deducir. Pero a tío Quique no era fácil acorralarlo y fue él quien la increpó: -¡Así te quería agarrar, espiando!… ¡es que estás enferma!… -y ya no le habló. Bueno, es que ellalo dejó.
La Ley Campoamor es el vicio de interpretar la realidad a conveniencia. El nombre se lo puso algún ocioso, aludiendo al poema ‘Las dos linternas’, del asturiano Ramón de Campoamor (1817-1901), donde dice (lo va usted a recordar): “Y es que en el mundo traidor/ nada hay verdad ni mentira:/ todo es según el color/ del cristal con que se mira”.
En la mañanera de ayer, la Presidenta se presentó acompañada por los quince empresarios que forman su Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (nombre incluido en el Tratado de Humorismo Burocrático).
Los gallardos empresarios, dijeron que hay que ver si cumple su amenaza el fétido Trump, de imponernos un arancel del 25% a nuestras exportaciones a su país, aclarando que EEUU necesita a México (!) y que “nada podrá frenar el desarrollo del país”. ¡Ajúa!, nada ¿eh? (aquí entra la banda con la Marcha de Zacatecas: ¡charrán, charrán, charraaán… charraaán!).
Por cierto, a esos quince importantes empresarios juntos, los arrasan con un eructo de la Quinta Avenida en Nueva York, en serio. Solo la empresa BlackRock, si fuera país, sería la cuarta economía mundial y sus activos son más del doble que todas las economías sumadas de Latinoamérica (pa’ que duela). Y los activos de BlackRock más Vanguard y Fidelity -administradoras de fondos de inversión y las tres de EEUU-, manejan más dinero que toda la economía de China (asómbrese). Para entrar en escala, digo.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes, al salir del evento madrugador, declaró que cierran filas con la Presidenta: -“Sí, sí, desde el principio hemos estado en esto apoyándola muchísimo”.
Se entiende: en el gobierno pasado, el del transformador patrio, paladín de la izquierda y enemigo declarado del “neoliberalismo”, los muy ricos mexicanos se hicieron mucho más ricos, algunos a costillas del erario, así, cualquiera apoya. Con las excepciones que en todo hay, al empresariado nacional le importa un reverendo y serenado cacahuate el derrotero del país, ellos, a lo suyo, a ganar dinero (y sacarlo del país, eso sí).
Se insistió en que los aranceles del patán del Trump, se le van a voltear en su contra, que habrá inflación y que no le conviene; que EEUU nos necesita; y el campeón mundial de dobladas de lomo, el Ebrard, dijo muy ufano, que si los EEUU nos ponen aranceles, perderán 400 mil empleos, que se van a dar un tiro en el pie. ¡Válgame!
Rapidito, para no enredarnos mucho. Lo que los EEUU compró a México en 2023, equivale al 2.13% de suProducto Interno Bruto (PIB). Sí les vendemos mucho, pero en el total de la economía de EEUU, es un chisguete, no nos andemos con cuentos.
Como nunca falta un incrédulo, chéquelo por su cuenta: el PIB de EEUU en 2023 fue de 27 billones 720,700 millones de dólares; las exportaciones de México sumaron 593 mil millones de dólares (números redondos). Como hacer pipí junto al Niágara.
No los tenemos agarrados de mal lugar, es al revés, lo que México le vende a los EEUU, equivale al 33.14% del PIB de México… si nos dejaran de comprar de golpe (no va a suceder), el país saltaría por los aires y si nos imponen ese arancel brutal… pues también, porque en los hechos es cancelar el T-MEC (con México).
Los EEUU no (NO), nos necesita. Necesitar es de necesidad, eso de lo que es imposible sustraerse (dice el diccionario). A los EEUU, les acomodamos, les convenimos, les resultamos cómodos, útiles -por cercanía, clima, mano de obra y precios-, pero no dependen de nosotros para nada.
El Dobladas Ebrard, dijo que EEUU perdería 400 mil empleos… señor (es un decir) excandidato a la presidencia, exdenunciante de desvíos de recursos del erario a la campaña de doña Sheinbaum y hoy su empleado como secretario de Economía, entérese: en EEUU la fuerza laboral son más de 161 millones de trabajadores, esos 400 mil que usted menciona como remate de tragedia griega, es el 0.25% de allá. Noquiera asustar con un palillo de dientes a King Kong.
Y de eso de que la inflación se le va a desatar a los EEUU por la necedad arancelaria del Trump, le comento que el muy, muy, importante banco suizo, Mirabaud, con más de dos siglos de existir, hizo el estudio sobre esto y sus conclusiones son que el impacto inflacionario es muy acotado, que una vez implantados los aranceles, “al cabo de un mes o un año, la tasa de comparación vuelve a cero”. Punto redondo. Y más, el impacto equivaldría a unos 500 dólares per cápita (por persona), al AÑO… y el PIB per cápita de EEUU son 82,715 dólares… bien absorben 500 más, UNA vez.
La estrategia de nuestro gobierno de decirle a los EEUU que no les conviene quebrarnos las piernas (de la economía), es de dar ternurita. Pero no vaya usted a pensar que doña Sheinbaum es tontita, o el doblado Ebrard. No. Lo que sucede es que con ese discurso de bravucón anémico, evaden hablar de la razón de las amenazas del inminente Presidente de los EEUU: inmigración ilegal y fentanilo que no son tolerables ni negociables. Tienen razón, faltaba más.
Al país vecino lo tiene hasta el copete nuestro doble discurso de siempre. Saben muy bien que la corrupción de buena parte del funcionariado nuestro, es la explicación tanto de la migración de ilegales (sin trapitos calientes), y del crecimiento inmenso del crimen organizado en los últimos seis años, dejando aparte el adefesio de los “abrazos no balazos”; y eso ya los afecta inmensamente con las muertes por fentanilo (en 2022 fueron 73,838; en el 2023 subió a 107,500).
Así, si no actúa en serio el gobierno, nos hunden. Esto no se arregla con jarabe de pico.